Comer ternasco tiene premio turístico en Teruel los jueves

Por la consumición de esta carne en 14 restaurantes se ofrecen visitas guiadas por la ciudad todos los jueves de agosto.

Paletilla de ternasco de El Mercao
Paletilla de ternasco de El Mercao
Gabi Orte

Comer ternasco de Aragón en Teruel tiene premio. Así lo ha decidido su consejo regulador al poner en marcha durante todos los jueves del mes de agosto –hasta el 1 de septiembre incluido– la posibilidad de hacer una visita guiada por la ciudad. El único e indispensable requisito es haber consumido un plato de este producto en cualquier de los restaurantes incluidos en el Club del Ternasco de Aragón.

En total, participan 14 establecimientos, siete de ellos de la ciudad –El Mercao, Locavore, Yain, 1900, El Milagro, Torre del Salvador y Método– y otros tantos de la provincia –El Batán, de Tramacastilla; La Fondica, de la Puebla de Valverde; Ángela Torres y Los Leones, en Rubielos de Mora, así como tres establecimientos en Mora de Rubielos: los hoteles Masía la Torre y La Trufa Negra, y el restaurante El Rinconcico.

Todos ellos forman parte de este selecto club, donde el principal requisito es ofrecer siempre Ternasco de Aragón IGP. en su carta. Raquel Herrero, gerente de Conexión Imaginativa, la empresa que gestiona las visitas, destaca que "por cada plato de ternasco consumido el establecimiento entrega un vale para participar en ellas".

Una vez recibida la tarjeta es necesario confirmar la reserva previamente, puesto que el número de plazas está limitado a 20 personas. "La idea es que el recorrido sea personalizado y sin aglomeraciones, adaptándolo al ritmo del grupo", prosigue.

En el Paseo del Òvalo, donde concluyen las visitas guiadas
En el Paseo del Òvalo, donde concluyen las visitas guiadas
A. Toquero

Las guías encargadas de las visitas forman parte del equipo de Conexión Imaginativa y tienen una dilatada experiencia. María Pilar Barceló es una de ellas. "Son paseos al atardecer para recorrer la ciudad entre dos luces", comenta.

El punto de encuentro es en la plaza de San Juan, junto a la fuente de los Sentidos. "Salimos a las siete de la tarde y de una manera relajada comenzamos el paseo por las calles de la ciudad de los Amantes y del Mudéjar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986", explica. El recorrido dura alrededor de 90 minutos y se pasa por todas las torres de las iglesias mudéjares de la ciudad. "La primera, la de San Pedro y, la última, la del Salvador –comenta María Pilar Barceló–; del arte mudéjar más primitivo al más desarrollado, y entre otras cosas explicamos la función que cumplían de torres vigía, campanario y paso fronterizo".

Alrededor de la plaza del Torico se da buena cuenta de la vinculación de Teruel con la arquitectura modernista a través de la figura del arquitecto Pablo Monguió. "Su obra adquiere plenitud en tres edificios denominados Casa Ferrán, La Madrileña y El Torico". La guía también relata que al auge del arte modernista contribuyó "la existencia en Teruel, a principios del siglo XX, de unos artesanos de gran profesionalidad que materializaron las obras durante ese periodo".

La visita incluye otros escenarios icónicos de la ciudad como la catedral o el Paseo del Óvalo. "En la escalinata neomudéjar explicamos la historia de los Amantes de Teruel", prosigue. "Es un momento muy bonito, el de la puesta de sol, con unas vistas espectaculares y la ciudad entre dos luces".

"¿Qué sorprende más a los visitantes?", le pregunto. "Lo que más les llama la atención –concluye la guía–, es lo accesible que está todo, la riqueza artística y el contraste de artes tan diferentes como el mudéjar o el modernista; la verdad es que esta iniciativa tiene muy buena acogida, es una combinación perfecta entre gastronomía y turismo".

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