gastronomía

Chajá, el voluminoso y ligero postre nacional de Uruguay que endulza Zaragoza

El restaurante Charrúa ofrece los ingredientes y el paso a paso para preparar esta dulce elaboración.

En el restaurante Charrúa, el postre chajá se acompaña de dulce de leche.
En el restaurante Charrúa, el postre chajá se acompaña de dulce de leche.
A. Toquero

En el restaurante uruguayo Charrúa de Zaragoza (Avda. Pablo Gargallo, 35. 627 011 628) la carne es la gran protagonista. Tres de los despieces llegan directamente de Uruguay: el ojo de bife angus, la entraña y el bife de chorizo angus, y a la mesa se disfruta de la pasión que en este país sienten por estos cortes a la brasa.

En cualquier caso, en la gastronomía de este país hay vida más allá de estos despieces de carne. De hecho, en este país no se entiende terminar una comida sin disfrutar de un buen postre, a ser posible dulce y laminero.

Este reportaje muestra una de sus preparaciones más clásicas, el chajá. Casi podría decirse que puede recibir la consideración del postre nacional por excelencia, aunque su origen se circunscriba a Paysandú, una región de Uruguay. Allí se creó en 1927, así que en poco tiempo va a tener la condición de centenario.

Por supuesto, en el restaurante Charrúa tienen su propia versión, que en la composición original lleva bizcochuelo o bizcocho, merengue, crema chantilly o nata montada y melocotón. Opcionalmente se suele añadir dulce de leche.

El postre chajá fue idea de Orlando Castellano, propietario de la confitería Las Familias, de Paysandú, y su nombre se debe a un ave autóctona de esas latitudes en Sudamérica, el chajá, dotado de abundante plumaje y un cuerpo liviano. De alguna forma, este postre es así, tiene volumen pero la sensación al probarlo es de ligereza.

"También se le conoce como el postre de la medallita; en muchos sitios le ponen dulce de leche, que es algo que a los uruguayos nos encanta"

Este último detalle tiene mucho que ver con la suavidad de la nata montada o la crema batida y con la fina capa de bizcocho esponjoso de la receta original. A que adquiera volumen contribuyen los trozos de merengue que se desmenuzan y se reparten cubriendo el pastel.

Las cocineras del restaurante Charrúa explican que en Uruguay “también se le conoce como el postre de la medallita; en muchos sitios le ponen dulce de leche, que es algo que a los uruguayos nos encanta, pero eso ya es opcional”.

En este establecimiento tienen su propia versión, que pasa por hacer un bizcocho clásico elaborado con harina, huevos y azúcar. “Lo emborrachamos con un poco de almíbar de melocotón”. En primer lugar, ponen la fina capa de bizcocho y el pastel adquiere volumen con la crema chantilly que se coloca por encima, o con la nata montada.

El merengue se hornea y se trocea por encima.
El merengue se hornea y se trocea por encima.
A. T.

Entre medias, hay que trocear el melocotón en almíbar y se van intercalando los trozos. Para elaborar este postre es mejor utilizar un aro de cocina que nos va a ayudar a dar la forma deseada.

A la hora de culminarlo hay que hacer un merengue francés. Es el más fácil de los que se preparan en repostería. Se consigue batiendo una mezcla de clara de huevo y azúcar, incorporando aire durante el proceso hasta obtener una masa firme, cremosa y consistente, deliciosa y adictiva.

Para que se solidifique y quede crujiente, se tiene que hornear unos minutos. De esta forma, el chajá se culmina troceando una lluvia de merengue cocido por encima. También se pueden poner más trozos pequeños de melocotón en almíbar. Y alrededor, como habitualmente sucede en el restaurante Charrúa, decorar al gusto con el dulce de leche.

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