Vuelta de vacaciones y con la nevera vacía: ¿qué hago con el medio limón de siempre?

Desde el plano de la nutrición aconsejan dejar el frigorífico vacío antes de un viaje y algunos cocineros proponen recetas para solventar la primera comida

Regreso de las vacaciones con la nevera vacía.
Regreso de las vacaciones con la nevera vacía.
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Qué bonitas las vacaciones, hasta que se terminan. En la puerta de la nevera se pega el imán de la albarca de Menorca, la Alhambra de Granada o una paradisiaca playa canaria, postales de ensueño que contrastan con la desolación del interior. En las baldas y cajones se encuentran un bote de alcaparras, un yogur al borde de la caducidad, un par de huevos, dos o tres zanahorias, un ramillete de perejil y medio limón.

A veces, ante este desértico panorama y si no se puede ir a comprar ese mismo día, hay tres opciones: salir a comer fuera, 'delivery' o apañarse con esos cuatro ingredientes y alguno más que se encuentra por la despensa.

¿Qué hacen algunos cocineros aragoneses cuando se topa con esta situación? Franchesko Vera, chef de Gamberro (calle de Bolonia, 26. Zaragoza) con un sol de Repsol, opta por la pasta. "Sofreímos unos ajos, algunas guindillas y cuatro alcaparras", explica Franchesko, que a veces también ha incluido tomates secos. Después propone añadir una lata de atún –aprovechar su aceite– y unos chiles picados. "Y el zumo de ese medio limón que siempre queda", incluye. Se cocina todo con el agua de la cocción de la pasta, para que espese, y el último toque es rallar la cuña de queso si ha quedado dura durante las vacaciones. "Si te pones romántico, incluso se puede rematar con cebollino o perejil", termina.

A Luis Vicente, de El Escondite (paseo de los Rosales, 30. Zaragoza) se le ocurren varias recetas. "Para empezar un hummus, que podemos hacer con un frasco de garbanzos de la despensa, el zumo del medio limón, pimienta, sal, ajos al gusto e, incluso, alguna planta aromática que ha sobrevivido en la terraza", propone el cocinero de este restaurante con un solete de la guía Repsol. Y aclara que también se puede elaborar con lentejas o judías.

Hay productos que resisten en la nevera una semana, como los huevos, algunas frutas, verduras y hortalizas, considera Mónica Herrero Martínez, vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas y Nutricionistas de Aragón. Por esta razón, Luis Vicente también se decanta por un gazpacho con tomates muy maduros, a los que agregar otras verduras o hasta sandía. "Se puede decorar con huevo duro rallado, que seguro que también ha quedado en la nevera", añade.

No será por ideas, porque en caso de que hayan sobrevivido las patatas se puede hacer un brazo de patata cocida e incluir latas de pimiento rojo, atún, tomate frito y huevo duro. Precisamente, Herrero Martínez menciona las latas, como las de atún. No obstante, también propone un salteado con las hortalizas del cajón o carne o pescado que se tenga congelado.

"Se puede hacer una ensalada de tomate pera con garbanzos y atún, todo de lata. Es fácil, nutritivo y veraniego", explica la nutricionista. Dentro del capítulo de las ensaladas, algunos chefs también enumeran las de pasta, arroz o patata cocida.

El resto de los alimentos frescos se mantienen pocos días en perfectas condiciones, pero "si los cocinamos, nos pueden conservar un poco más, pero no una semana", sostiene Herrero. Esta nutricionista indica que los pescados aguantan dos días cocinados, los guisos de carne pueden cuatro, así como los de legumbres. En cambio, las ensaladas aliñadas se pueden comer hasta un día más tarde y dos una tortilla de patata, así como las pastas y arroces. "Las verduras y hortalizas pueden estar entre tres y cinco días", apunta.

Y hasta un postre. "En la panera vemos que quedan trozos de pan, con los que podemos hacer unas torrijas porque seguro que en la despensa tenemos un tetrabrik de leche sin abrir, canela y azúcar", cuenta el cocinero de El Escondite. Los lamineros están de suerte porque no hace falta que sea Semana Santa.

Precaución, amigo veraneante

La recomendación es, por prevención, dejar la nevera vacía. "Además de planificar el viaje y nuestra maleta, debemos también tener arreglada nuestra nevera, congelador y despensa, para luego no tener disgustos a la vuelta", avisa la vicepresidenta del colegio profesional de nutricionistas. En el congelador, por ejemplo, se pueden mantener los alimentos una o dos semanas, indica Herrero, pero siempre con revisión de las fechas. Sin embargo, el frigorífico es mejor dejarlo vacío antes de partir. Además, da la opción de limpiarlo: "Es recomendable hacerlo cada cierto tiempo, pero cuando nos vamos de vacaciones es la mejor excusa".

Para dejar la nevera unos días antes totalmente vacía existen "multitud de recetas para aprovechar las sobras. No pasa nada aunque esa semana la dieta no sea muy variada", permite la Herrero. Algunas familias han sufrido un apagón de luz y como no están en casa no se han percatado, un punto más a favor para dejarla sin alimentos.

De vacaciones se suele llevar más desorden en lo que se refiere a la alimentación, por lo que a la vuelta se deben retomar las pautas. "En primer lugar, hacer una planificación de menú, donde no pueden faltar frutas, verduras y hortalizas, para consumir todos los días. Asimismo, cereales integrales, legumbres, lácteos, pescado, huevos y carne", aconseja la nutricionista. En la misma línea, recomienda hacer una lista de la compra con esos ingredientes, de tal forma que se comprará lo imprescindible, y también cocinar un día para el resto de la semana si se dispone de poco tiempo.

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