gastronomía

El Cantábrico tira del carro en Puerta Cinegia Gastronómica con marisco fresco y una carta amplia

El restaurante, especializado en pescados y frutos del mar, sigue el pie del cañón en un local renovado en pleno centro de Zaragoza.

El pescado y el marisco forman parte del ADN del restaurante.
El pescado y el marisco forman parte del ADN del restaurante.
HA

No es ningún secreto que la pandemia propinó un durísimo golpe al sector de la hostelería y dejó heridas de gravedad algunas zonas de restauración hasta entonces consolidadas. Un ejemplo evidente es el del mercado gastronómico de Puerta Cinegia, en pleno centro de Zaragoza, un pujante conjunto de establecimientos que arrasaba en el corazón de la ciudad antes de que los confinamientos, las cambiantes restricciones y las mascarillas llegasen a nuestras vidas.

Hoy, Puerta Cinegia Gastronómica está en 'standby' a la espera de un relanzamiento que, a buen seguro, tendrá una buena acogida. En la primera planta del edificio tira del carro, por ahora en solitario, la marisquería El Cantábrico, un clásico de la hostelería zaragozana gracias a su buen hacer y su búsqueda del mejor género desde el local original, ubicado en el número 17 del paseo de Pamplona, que sigue al pie del cañón con una clientela fiel.

El pescado y el marisco marcan, como es evidente, la propuesta gastronómica. En el primer apartado, cuenta Enrique Abad, responsable del restaurante, mandan "el rodaballo, la lubina salvaje o el lenguado, así como el besugo y la dorada, que se prepara a la sal, a la plancha o al orio".

Todo el pescado se prepara en la espaciosa cocina con la que cuenta el negocio. Lo mismo ocurre con el marisco, plato fuerte en las comandas. Hay desde camarones hasta  centollos y bueyes de mar, pasando por ostras de gran calibre, gambas, carabineros, mejillones, langostinos, berberechos, cigalas, navajas, bogavantes, zamburiñas... El tartar de atún también tiene su punto.

Las paellas -que están, asimismo, disponibles para llevar- tienen también un peso específico en una oferta en la que no falta la carne. "Mucha gente quiere marisco de entrada y un chuletón para terminar", indica Abad, quien se encarga de conseguir el género "de la mayor calidad y con vistas a todos los presupuestos".

Las paellas constituyen uno de los clásicos en el restaurante.
Las paellas constituyen uno de los clásicos en el restaurante.
HA

El local, reformado recientemente, tiene dos espacios bien distintos. Al fondo se encuentra un comedor muy amplio, pensado para comidas y cenas para grupos pequeños y grandes. La estancia está marcada por los grandes ventanales que lo rodean y está diseñada para minimizar el ruido. Además, cuenta con una terraza para disfrutar de una copa cuando el tiempo lo permite o para que los fumadores hagan uso de ella. A diferencia del local del paseo de Pamplona, el de Puerta Cinegia tiene capacidad suficiente como para albergar eventos.

Y si la zona del comedor está pensada para largos disfrutes, la parte de la entrada, con barra y mesas altas, tiene un enfoque más informal, con miras al picoteo y a un público más joven. "Entendemos que hay distintas formas de acercarse a un restaurante y, sobre todo, a una oferta como la nuestra", explica el gerente. Esta zona tiene, además, una barra cargada de propuestas de tapeo. Este es fundamentalmente marítimo, aunque también se cuela un torrezno de calidad y bocados como el jamón batido.

Entre los vinos, además de las referencias aragonesas y de otras comunidades, destacan los embotellados de forma específica para el local bajo el nombre de 'Abarando'.

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