Jamón, caviar, gambas… casi todo es imitable en el universo vegano
El herbolario Ohrigen ha ampliado sus instalaciones para acoger decenas de productos que se asemejan a los de origen animal en apariencia y sabor.
En el universo de la alimentación vegana prácticamente cualquier producto se puede imitar o parecerse mucho a la versión original. El nombre, la apariencia y, cada vez más, el sabor, se acercan a los de los ingredientes de origen animal presentes en tantos alimentos que los consumidores veganos rechazan.
El herbolario y tienda ecológica Ohrigen (c/ Santa Lucía, 6. 616 714 370) fue de los primeros en introducir este tipo de productos en Zaragoza. Javier Garcinuño y Manuel Gracia abrieron sus puertas hace siete años y, desde entonces, su catálogo ha crecido exponencialmente.
Antes de mostrarlos, Javier resume el ideario vegano con muy pocas palabras: "La idea es llevar una vida ética con las personas, los animales y el planeta; consideramos que no somos superiores a ningún animal y, en todo, momento evitamos su sufrimiento". Este objetivo se plasma no solo en la alimentación, sino también en la higiene personal, en la vestimenta "o en evitar los sistemas de cría intensivos en los que se produce una explotación animal".
El detalle que revela que el universo vegano va a más lo confirma el hecho de que las grandes superficies se han subido al carro y cada vez dedican más espacio a estos productos. Las leches vegetales e ingredientes como tofu o seitán fueron de los primeros en hacerse un hueco en los lineales.
El tofu se puede marinar de muchas maneras para que resulte muy versátil, y el seitán es como la carne de los veganos. Vegetal, por supuesto. Se elabora con gluten de trigo y especias, y en su versión más clásica se puede filetear, hacer a la plancha o empanar. Con él también se preparan hamburguesas o chorizo vegano.
Tras estos productos han llegado muchos otros y, a su alrededor, el diseño y el márquetin, que muestran que, hoy en día, prácticamente cualquier alimento de origen animal es imitable y tiene una versión vegana.
Ohrigen no es una tienda muy grande, pero Javier y Manuel se las han tenido que ingeniar para tener dos congeladores y dos neveras –más otra que no está a la vista– y poder ofrecer a su clientela tantas novedades como reciben cada día.
Perlas de vinagre que imitan al caviar. Su parecido es sorprendente. Entre sus ingredientes hay vinagre de Módena y un tipo de alga que sabe a pescado. Para imitar muchos productos del mar, como las gambas, se emplea konja, un tubérculo originario de Asia cuya raíz tiene una propiedad muy codiciada: es casi 100% fibra con una elevada capacidad de absorción de agua. Se procesa con colorantes y llama la atención su sabor marino.
El fuet desprende un olor estupendo. Bueno, más bien el ´Sin fuet`. Junto a él hay otra novedad, el ´Sin jamón`. Son sus nombres comerciales. Este último está elaborado con gluten de trigo, concentrado de remolacha y zanahoria, harina de arroz y de bellota… Para conseguir el beicon se utilizan alubias roja y blanca, sitake y pimentón ahumado, que es el que aporta su sabor tan especial.
Una de las últimas novedades de Ohrigen es Calamizo, un chorizo de calabaza artesano que llega de Galicia. Su precio es de 11,50 euros. "Es un poco caro, pero casi diría que como cualquier producto artesanal", explica Javier. A continuación, matiza que "los elaborados veganos están bajando de precio".
Muchas de estas referencias hay que entenderlas como caprichos. "Están bien para personas que quieren hacer una transición hacia este tipo de alimentación y en Navidades, especialmente, se venden bastante", concluyen los propietarios de Ohrigen. En una dieta vegana normal, legumbres, fruta, verduras y hortalizas o leches vegetales son las grandes protagonistas. Y ahí, lo que prima, es el producto original con su sabor auténtico. Nada de imitaciones.
