dulces navideños

Pastas elaboradas artesanalmente en Maluenda y que saben a gloria bendita

Turrones y mazapanes lideran las 26 elaboraciones artesanales de las carmelitas descalzas de Maluenda.

La madre Concepción del Niño Jesús, de 96 años, envasa algunos dulces.
La madre Concepción del Niño Jesús, de 96 años, envasa algunos dulces.
Macipe

Desde hace algo más de seis años, en el interior del convento de las Madres Carmelitas Descalzas de San José, en Maluenda, se respira olor a repostería y son las fechas próximas a la Navidad cuando el aroma es más intenso y variado. Habitualmente de su obrador salen un total de 26 variedades de pastas realizadas de forma totalmente artesanal: manualmente y sin conservantes. Roscos de anís, sultanas, pastas de café, roscos de vino, almendradas, palitos de hojaldre, empanadillas, manoletes, rosquillas de almendra, yemas, morenitos, cortadillos, chocotejas, huesos de santo, guijarros de San José, cocadas y delicias de Maluenda son algunas de ellas.

Durante estos días la oferta se amplía con 20 tipos de dulces realizados expresamente para esta época del año. Este 2021, en concreto, a los turrones de frutos secos, nata y guirlache (o ‘de la abuela’) se han unido los de café, crujiente, trufado, coco, fruta, ron y pasas, yema tostada, praliné y de San José (con esencia de fruta y pasta). El listado completo también incluye almendras garrapiñadas, trufas de chocolate, corazones de café, bombones, castañas, delicias de Navidad, mantecadas de vino, mazapanes, polvorones, glorias de yema y pan de Cádiz. «Los hacemos en silencio y entre oraciones para que llegue a cada casa», apunta la madre Concepción del Niño Jesús, de 96 años.

Algunos de los dulces elaborados en Maluenda.
Algunos de los dulces elaborados en Maluenda.
Macipe

«No siempre hemos hecho. Abrimos el obrador por el centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, porque venía mucha gente y nos preguntaban si vendíamos pastas y dulces», recuerda la priora, la madre Teresa Margarita. El siguiente paso lo dieron animadas por el Ayuntamiento: «Durante la recreación de Crónicas de un pueblo nos dijeron que, si queríamos, teníamos un puesto para vender. El doctor Miguel Aranaz y su mujer nos animaron también». Aquella vez llevaron rosquillas de almendra y poco más, pero «la gente quedó muy contenta y de ahí empezamos a hacer el resto».

Llegar a este amplio listado ha sido algo paulatino, un proceso en el que han sumado gestos de caridad y aprendizaje. «Empezamos de cero. Necesitábamos herramientas, pero tuvimos la suerte de que una persona de Logroño había cerrado su pastelería y nos lo regaló. El Señor estaba ayudándonos, no fue casualidad», apunta la más veterana de ambas. A ello sumaron la ayuda de las hermanas clarisas de Soria: «Con mucho cariño nos fueron enseñando para algunos tipos de pastas. Luego adaptamos todo a las normas de Sanidad y poco a poco fuimos incorporando cosas nuestras», detalla Teresa Margarita. El convento está habilitado para 21 inquilinas y ahora están 13 por lo que «cada una hace una función diferente».

Algunos de los dulces elaborados en Maluenda.
Algunos de los dulces elaborados en Maluenda.
Macipe

«Todo el proceso es artesanal y sin conservantes», puntualiza la responsable de la comunidad. La carga de trabajo va variando a lo largo del año, ya que durante los días de Navidad, el de San José y las fiestas de la localidad notan mayor afluencia. «La Navidad se nota, tenemos muchos encargos de gente que nos pide», indica la priora, a la vez que recuerda que «cada una se encarga de un tipo de producto o de una función, como, por ejemplo, colocar en las cajas». En el caso concreto de los mazapanes la confección es totalmente manual: «Ella (señala) lo hace sin moldes y les da formas muy curiosas, como zapatos o flores».

En el obrador, el horno, adquirido por la comunidad hace unos años, está ya encendido para acoger las delicias y castañas de Navidad, que una de las monjas termina de ‘pintar’ con huevo mediante un pincel. Otras dos cargan con bandejas de turrones crujientes y ponen las pastas en sus cajas de surtido. Entre sus productos propios también están los llamados cortadillos de San José, que venden en cajas de 450 gramos con 12 unidades y que están hechos con harina de trigo, mantequilla, azúcar, anís, almendra en polvo, cabello de ángel y una cobertura de chocolate. «Lo hicimos por el año jubilar de San José», dice la priora señalando los surcos en el cacao que emulan las vetas de la madera. En cuanto a los ingredientes, Teresa Margarita señala que procuran recurrir también a proveedores locales: «El chocolate nos lo traen de Atienza en Ateca y algunos ingredientes de fruta de Taisi en Calatayud», indica. Este año han contado con apoyo de un profesor para aprender a manejarse con los nuevos turrones.

En cuanto a la venta, atienden tanto en el teléfono móvil 608 538 263, en el correo electrónico palomarcicodelavirgendemaluenda@yahoo.es, en su cuenta de Facebook y también presencialmente. «Mandamos por mensajería y en Calatayud, gracias a los padres de la iglesia de San Juan», indica.

La ficha

C/ Santa Teresa, 2-4, Maluenda, cerca de la N-234. Horario de venta: de 10.00 a 13.00 y de 16.30 a 19.00. Teléfonos: 976 893 135 / 608 538 263

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