Tres leches, la tarta latina que triunfa en Zaragoza

Este bizcocho empapado en leches evaporada, condensada y en crema se puede disfrutar en distintas versiones en algunos restaurantes, pastelerías, cafeterías y gastrobares.

Inés Moreno y su familia descubrieron esta tarta en un viaje a La Palma.
Inés Moreno y su familia descubrieron esta tarta en un viaje a La Palma.
Alejandro Toquero

La tarta o pastel tres leches es un postre que está de moda. Este clásico de la gastronomía latinoamericana ha conquistado muchos paladares en España. Desde las Islas Canarias, donde es más popular, ha llegado a la península, y en Zaragoza hace ya unos meses que está causando furor. Restaurantes, cafeterías, gastrobares, pastelerías... Cada vez se ve en más sitios y en diferentes versiones. Las cinco que se ofrecen en este reportaje son un buen ejemplo. En ellas hay pequeños detalles que influyen en el resultado final.

Su elaboración no es complicada pero sí laboriosa. Como su nombre indica, es un bizcocho bañado en tres tipos de leche: evaporada, condensada y en crema. Su textura es húmeda y se adapta estupendamente a la esponjosidad del bizcocho.

En Molarepa la preparan en varios formatos, también para llevar.
En Molarepa la preparan en varios formatos, también para llevar.
Alejandro Toquero

A partir de esta somera descripción hay que fijarse en los matices para descubrir que bajo la misma denominación se esconden pasteles distintos. La cafetería Arábica Bistró (plaza de Mozart, 8. 692 120 404) lleva siete meses abierta. Inés Moreno y su familia descubrieron la tres leches en un viaje a La Palma y al abrir su negocio vinculado al café de especialidad pensaron que era una de las tartas que podía encajar. "El éxito ha sido tan grande que nunca falta en la vitrina", comenta Inés.

La venden como ración (2,90 euros) o entera (27,90 euros) por encargo. "Vienen muchos latinos a comerla, pero cada vez más españoles –prosigue–, la hemos adaptado un poco para que no sea tan dulce como la receta original, y para la decoración utilizamos nata y un poco de canela por encima".

Y de la más equilibrada, a la más "golosona". Así la describe el cocinero de Perú Sabor (c/ del Trabajo, 9. 876 034 028), Christian Thorne. Él elabora un bizcocho de vainilla "con mantequilla de calidad". En teoría, la receta original no lleva este ingrediente graso, pero Christian se lo incorpora.

No es el único detalle diferente. Tras absorber bien la mezcla de leches, este cocinero abre el pastel por la mitad y lo rellena de dulce de leche, "que los peruanos llamamos manjar blanco". Luego lo cierra y lo cubre con crema chantilly, un poco de canela y unas tiras de sirope de toffee. "En Perú nos gusta dar el toque personal a las recetas", comenta con ironía. Su ración cuesta 3,50 euros.

En México también es una tarta que tiene mucho protagonismo. "Realmente en toda Latinoamérica", confiesa Jorge Escalante, dueño del gastrobar Distrito México (c/ de Ossau, 1. 670 458 209). "En mi país se suele añadir algún licor a la mezcla de leches, pero nuestra versión es la clásica", matiza.

Eso sí, de las raciones que se reseñan en este reportaje (4 euros), es la más generosa. "Hay quien se la come sola, pero mucha gente la comparte". En su caso, la decoración también es con nata, pero incorpora ralladura de chocolate y unas florecitas.

"Hay quien se la come sola, pero mucha gente la comparte"
La tarta de Marian Sugar House es la que está más empapada de la mezcla de tres leches.
La tarta de Marian Sugar House es la que está más empapada de la mezcla de tres leches.
Alejandro Toquero

De todos los países latinoamericanos, probablemente en Venezuela es donde tiene más tirón. Maryori Urdaneta, propietaria de Molarepa (c/Albareda, 3. 661 789 285), comenta que "se prepara en los hogares y la tienes en todas las panaderías y restaurantes; en unos casos con el bizcocho más empapado y en otros más seco". La suya es de las primeras, "muy mojada y con el dulzor un poco rebajado para que sea más del gusto de los españoles". Su precio es de 4 euros.

Marianny Zambrano también es venezolana. En su pastelería creativa Marian Sugar House (c/ de Pano y Ruata, 9. 644 321 491) recomienda comerla "de un día para otro". Su versión es la que está más ´emborrachada` de todas, pero el bizcocho, al que no añade mantequilla, mantiene muy bien la firmeza y no se deshace.

Para ella lo más complicado de trabajar es el bizcocho, "conseguir que las claras lleguen a punto de nieve para que quede voluminoso y no se baje". La ración la vende a 3,50 euros, y también la prepara en vaso o copa y, por encargo, hace tartas de distintos tamaños.

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