Plaza Imperial Zaragoza llegó después de varios años de moratoria que impedía la apertura de más centros comerciales en la ciudad por el riesgo de saturación. En un intento también de proteger al pequeño comercio se prohibió autorizar más macrosuperficies entre 2001 y 2005. A partir de ese año comenzaron a llegar nuevos proyectos y entre los primeros estuvo Plaza Imperial, como complemento al polígono logístico. Su inauguración coincidió con los primeros coletazos de la crisis económica ya que en 2007 abrieron algunas enseñas en la zona de medianas. En 2008 se produjo la puesta de largo de la galería comercial.

Desde entonces vivió momentos de máxima actividad, en los años en los que consiguió llenar de marcas los pasillos del centro cubierto con 117 locales, con el tirón de Primark, la cadena de ropa de bajo coste que aterrizaba en Zaragoza. Esta se trasladó en 2014 al recién estrenado entonces centro comercial Puerto Venecia, en uno de los momentos más duros de la larga crisis inmobiliaria y financiera pasada. Esto supuso uno de los mayores golpes para el centro, que ha tratado de reinventarse a través de distintos proyectos hasta la actual etapa marcada por la cada vez más llena superficie de medianas. Ahora, recupera su actividad donde empezó todo hace 16 años, pero a la espera de la demolición de la galería comercial.

Ocio, restauración y compras

Los negocios de ocio y restauración son ahora mayoritarios en la zona de medianas donde en el inicio hubo sobre todo oferta comercial. Entre los últimos ha estado un restaurante de KFC y está en marcha la construcción de otro de la cadena Popeye's, junto a un local de la cadena Burger King, también abierto recientemente. Estos dos últimos pertenecen a la misma firma, Restaurant Brands Iberia. 

La zona de medianas del parque comercial se ha especializado en ocio y restauración, con la ubicación de negocios como el centro de ocio Ozone Bowling en abril de este año, una superficie de más de 5.300 metros cuadrados y 24 pistas de bolos. Junto a este sus promotores han abierto Gastroplaza, una amplia superficie con oferta de comida rápida de varios países. Enfrente se mantiene un local de la enseña de comida rápida Mc Donald's uno de los que ha resistido más los envites del centro.

En imágenes: el centro comercial Plaza Imperial de Zaragoza, entre inauguraciones y obras

En dicho espacio se mantienen entre los locales de ocio un parque infantil de juegos, Kids City, un amplio espacio de karting, Karting Indoor Plaza Motor; Padel Plaza Indoor y el último negocio que quedó abierto en la galería comercial y que se trasladó a este área de medianas, un centro recreativo y de apuestas de Pause & Play.  La última incorporación ha sido un gimnasio de la franquicia Energie Fitness.

Entre las cadenas con más visitas se encuentra también el supermercado de productos con descuento Family Cash, que ocupó el espacio que dejó el outlet de El Corte Inglés, que actualmente opera en el centro comercial La Torre. Esta enseña se hizo con la gasolinera de bajo coste de Eroski al otro lado de la zona de medianas, junto a la galería comercial.

Esperando al gigante del bajo coste Costco

En el otro extremo del centro comercial, donde se ubicara la cadena Verdecora (que se trasladó a La Torre Outlet cuando abrió esta en 2020) las máquinas trabajan entre grandes montañas de tierra. En ese extremo se demolió también parte de la galería comercial, mientras el resto espera el mismo destino. De momento, ese extremo lo ocupará el gigante de la distribución de bajo coste 'Costco', que se estrenará en Aragón. Está previsto que su macrotienda de 15.000 metros cuadrados esté abierta el próximo verano. La cadena estadounidense de hipermercados vende una gran selección de productos exclusivos de todo tipo, desde la hostelería, textil, libros, belleza y mobiliario a los electrodomésticos, repuestos para el coche, neumáticos, juguetes o joyería. 

De momento, la galería sigue en pie, aunque vacía, con los carteles de la fachada descoloridos y el aparcamiento desierto salvo por algunos coches de trabajadores del polígono. Dejó de circular también el tren gratuito que en su día fue toda una atracción al conectar la galería comercial con la zona de medianas, con sus raíles elevados, sobre la rotonda que las separa. Se calcula que en su día los promotores originales del centro invirtieron 230 millones de euros. Los actuales propietarios, inversiones Carney, tienen pendiente afrontar el final de la galería, la demolición de los más de 80.000 metros construidos, después de no salir adelante otras soluciones. 

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