La nula viabilidad de Plaza Imperial lleva a la propiedad a planificar su derribo total

Solicita a la DGA la ampliación de usos para urbanizar una parcela logística de casi 12 hectáreas. Otra parte del complejo se demolerá como ya estaba previsto para un híper de Costco de 15.663 m2.

Aspecto que presenta el vestíbulo de Plaza Imperial, en el que solo queda un local abierto.
Aspecto que presenta el vestíbulo de Plaza Imperial, en el que solo queda un local abierto.
Francisco Jiménez

Los propietarios de Plaza Imperial han tomado la drástica decisión de derribar el centro comercial por su nula viabilidad, para lo que van a solicitar "en próximas fechas" la preceptiva licencia de demolición al Ayuntamiento de Zaragoza. Sus planes pasan ahora por urbanizar una gran parcela logística de casi doce hectáreas, para lo que ya han contactado con la sociedad pública Aragón Plataforma Logística (APL), cuyo único accionista es la DGA, con el objetivo de solicitar la ampliación de usos.

Un consultor próximo a Inversiones Carney, la sociedad madrileña constituida por inversores argentinos que hace cuatro años adquirió el centro comercial, señaló a HERALDO que se han visto abocados a tomar esta drástica decisión porque no ha habido forma de reflotarlo. "Ha sido imposible. Con el formato actual, con una galería de 200 tiendas, no tiene salida", indicó.

Pese a los intentos por reorientar la oferta hacia el ocio y la restauración, la dura competencia existente en la ciudad ha llevado a los inversores a claudicar. Zaragoza tiene la mayor concentración de centros comerciales del país y los propietarios de Plaza Imperial llegaron a la conclusión de que "no hay mercado para tantos metros cuadrados".

Con el cierre del centro de ocio infantil Kids City el pasado martes, solo permanece abierto, el establecimiento de juego y apuestas Pause & Play en un mastodonte de 82.300 metros cuadrados. El único superviviente de una galería que se inauguró al completo en 2008 con 177 locales abiertos al público y que también tiene previsto trasladarse en otoño.

Primer centro que desaparecerá

De este modo, será el primer centro comercial que cierre sus puertas y se derribe en la capital aragonesa, que desde la llegada de Alcampo a Utebo en 1981 no ha dejado de sumar complejos comerciales. El decimotercero y último, La Torre Outlet, en otoño de 2020, cuando ya languidecía irremediablemente Plaza Imperial como consecuencia de la fuga masiva de sus principales operadores a Puerto Venecia.

Ante esta realidad, los propietarios se centraron en rescatar el parque comercial de medianas superficie situado justo enfrente, incluido en la compraventa que firmaron a finales de 2017 por 15 millones. La cifra supuso una mínima parte de los 230 millones que llegaron a invertir los promotores originales, Procom Desarrollos Urbanos y Cecosa Hipermercados (perteneciente a Eroski) en su construcción.

Al mismo tiempo, los socios de Inversiones Carney buscaron un gran operador para Plaza Imperial y lo encontraron hace dos años, pero el acuerdo pasaba por derribar parte de la galería y el vecino establecimiento de Verdecora para generar una parcela de más de 53.000 metros cuadrados.

Sobre este suelo se edificará un hipermercado de 15.663 metros cuadrados de la multinacional norteamericana Costco, que obtuvo las licencias municipales para acometer las obras e iniciar su actividad hace tres meses.

El problema es que antes se debe pactar con Endesa el traslado de todas las instalaciones eléctricas afectadas para proceder a los trabajos de demolición, que requerirán un plazo de entre cuatro y seis meses. La intervención afectará al espacio que ocupó Verdecora hasta su traslado en octubre de 2020 a La Torre Outlet, de casi 8.000 m2, y al antiguo hipermercado de Eroski incluido en la galería comercial, que ocupa otros 15.000 m2. Igualmente, habrá que desmontar todas las marquesinas del aparcamiento anexo para llegar a las cinco hectáreas incluidas en el acuerdo.

Entonces, Costco podrá iniciar la construcción de su quinto establecimiento en España para vender desde productos de alimentación y electrónica hasta muebles y material de oficina. También habilitará una gran gasolinera, convirtiéndose así en la segunda con la que contará el área comercial de Plaza. Esta parcela comercial, segregada del resto, contará con tres accesos rodados y 814 plazas de aparcamiento. En el mejor de los casos, el híper estará operativo entre finales de 2023 y principios de 2024.

El citado consultor próximo a Inversiones Carney explicó que ya han trasladado a APL su interés por ampliar la calificación de las restantes 12 hectáreas de la parcela de Plaza Imperial, de modo que se pueda urbanizar una gran parcela logística. "No vemos problemas, ya que ha habido otros casos y se están llegando a acuerdo para ampliar la oferta para atender la demanda", indicaron.

Reconversión logística

Para ello, hay que redactar y tramitar una nueva modificación del proyecto supramunicipal de Plaza y, al tratarse de una parcela privada, habrá que justificar su interés público, a tenor del criterio establecido por la presidenta del consejo de administración de APL y consejera de Economía, Marta Gastón, al paralizar recientemente un cambio de usos de similares circunstancias en Plaza. Y dicha justificación pasaría por que Inversiones Carney fichara una o varias empresas interesadas en instalarse en sus terrenos, con la siguiente captación de inversión y puestos de trabajo para la Comunidad.

El Gobierno de Aragón sí incluyó el cambio de uso de dos parcelas comerciales anexas a Verdecora, con una superficie cercana a los diez hectáreas, pero en este caso son propiedad de APL y, en consecuencia, no se requiere justificar el interés.

APL paraliza la recalificación de tres parcelas en la plataforma

La presidenta de Aragón Plataforma Logística (APL) y consejera de Economía , Marta Gastón, ha paralizado la duodécima modificación del proyecto supramunicipal de Plaza, que incluía la recalificación de tres parcelas ahora sin salida y su agrupación con otra logística contigua para generar un solar de 25 hectáreas en los límites con la Base aérea. La pretensión era preparar la segunda parcela más grande de la plataforma logística con el fin de cubrir la demanda existente.

La operación se lanzó a mediados de marzo, la desveló este diario en abril y un mes después se procedió a la renuncia al no tener la conformidad de Gastón. Y no solo porque considerara que el cambio de uso de parcelas privadas "carecería de una justificación que motive el interés público", sino por entender que su impacto en la funcionalidad y operativa del complejo logístico no se había valorado correctamente.

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