Gorras, botellas de agua, camisetas remangadas (incluso las cortas) y mucho, mucho calor pasan estos días los trabajadores de la construcción en obras en las calles y edificios. En puntos de Zaragoza como la reforma de la Avenida de Navarra el sol ha caído de lleno estos días en alerta por temperaturas máximas y ha afectado a quienes han tenido que trabajar a la intemperie. El calor extremo no es buena compañía para el personal de jardinería o personas en puestos en espacios cerrados con altas temperaturas como fundiciones o cocinas. Incluso artistas con actuaciones previstas al aire libre, como la cantaora Soleá Morente, han modificado la hora del concierto en busca de temperaturas más llevaderas este fin de semana.

El refrán dice 'Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo', en alusión a que es un mes muy cambiante en cuanto a temperatura. Sin embargo, este año se están batiendo récords que hacen que resulte inevitable no solo quitarse el sayo antes (aunque el '40' de mayo a saber el tiempo que hará) sino que algunas personas se van a enfundar ya el bañador con la apertura adelantada de algunas piscinas como las del Stadium Casablanca, Venecia y el Centro Natación Helios. Los menos afortunados tendrán que estar trabajando este sábado con una previsión de máximas de 37 grados de temperatura en la capital aragonesa, que puede llevar a situaciones de "estrés térmico" que afecten a la salud.

"Situaciones duras de trabajo"

"Son temperaturas que no son propias de estas fechas", recalca José de las Morenas, responsable de Salud Laboral del sindicato UGT Aragón. La organización ha lanzado una serie de recomendaciones y alertas propias de los meses de verano, para reducir las situaciones de estrés térmico. Este puede afectar tanto a puestos de trabajo que se desempeñen al aire libre, expuestos al sol, como a aquellos en naves o recintos como las cocinas, donde las temperaturas de por sí son elevadas. Incluye en la lista personas dedicadas a la "limpieza viaria, mantenimiento de parques, construcción o fundiciones que ya se ven expuestos a situaciones duras del trabajo". La necesidad de utilizar mascarillas para la prevención de contagios de covid-19 en algunos puestos endurece aún más las condiciones de trabajo.

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En el sector de la construcción destacan que "nunca antes" habían tenido que trabajar con este tiempo en mayo, según una de las compañías referentes en el sector. Tanto las empresas como las contratas, que son numerosas en las obras, cuentan con recomendaciones para prevenir golpes de calor. Normalmente se hacen pensando en meses como julio, tradicionalmente "el más caluroso en Zaragoza", afirman.   

Desde la patronal recuerdan que entre los perfiles que más acusan estas temperaturas se encuentran "las personas que levantan estructuras, los encofradores, cuando levantan plantas de viviendas", apunta Juan Carlos Bandrés, presidente de la Asociación de promotores y constructores de Aragón. Entre los "trucos" de la profesión figura organizar el trabajo en busca de sombra, en la medida de lo posible. "Cuando se hacen labores de fachada en andamios, por la mañana se ponen en la fachada donde da la sombra y por la tarde en la otra", pone como ejemplos. 

"No es una ola de calor, pero en cuanto a afecciones, con los 37 y 40 grados que dan estamos hablando de altas temperaturas. Podemos estar en situaciones que pueden dar lugar a golpes de calor, que pueden llegar a ser mortales", advierte. El sindicato ha pedido a las administraciones públicas y la Inspección de Trabajo que extremen la vigilancia en empresas en el cumplimiento de la normativa y los convenios colectivos para evitar riesgos. Estos suelen incluir alguna medida para paliar el calor como jornadas intensivas en vez de partidas, pero en los meses de verano.

Este estrés provocado por el calor se da en situaciones en las que "el organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal y se produce un aumento de la misma o hipertermia", según define la citada empresa en los manuales de prevención de riesgos laborales que entrega a sus contratas y subcontratas. La mayoría son situaciones leves, pero la hipertermia grave o golpe de calor puede ser peligrosa, recuerda. Los síntomas leves pueden ser cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas, hipotensión y en algunos casos, pérdida del conocimiento. Habría que parar la actividad, descansar e hidratarse hasta que los síntomas remitan.

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UGT plantea medidas para reducir la exposición al calor como rotaciones, cambios de actividad y la "especial protección de las personas con problemas cardiovasculares, diabetes o hipertensión, así como trabajadoras embarazadas entre otros, por ser colectivos más sensibles a situaciones de calor extremo". "Que se vayan adaptando esos ritmos de trabajo para conseguir que los trabajadores se puedan aclimatar", añade De las Morenas.

Bandrés recuerda la necesidad de protegerse frente al sol con prendas adecuadas. Plantea que una alternativa sería adelantar el inicio del trabajo, pero no es posible por la normativa municipal de ruido que no permite iniciar obras antes de las 8.00.

Riesgos de la exposición a temperaturas elevadas

Desde la secretaría de Salud Laboral del sindicato enumeran los efectos que puede causar la exposición al calor:

Recomendaciones frente al estrés térmico

El sindicato UGT recuerda que existen una serie de recomendaciones del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene que establecen unas normas técnicas que, previa consulta con los trabajadores y el delegado de prevención, la empresa debe seguir para reducir el riesgo de estrés térmico y el consiguiente golpe de calor. En caso de que el lugar de trabajo suponga una exposición permanente a temperaturas de 34-35º o más es necesario: