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El bache de la SD Huesca, una situación ya vivida y solventada
Los azulgranas ya han conseguido cortar esta temporada en dos ocasiones una racha de dos derrotas consecutivas como la que arrastran actualmente.
Dos duelos consecutivos lejos de El Alcoraz y dos derrotas. En la primera, contra la Ponferradina (3-1), la SD Huesca llegó a verse con un 3-0 en contra y en la segunda, frente al Girona, el 1-0 definitivo llegó en el descuento. En ambas, las sensaciones, más allá de los marcadores, no fueron las mejores trayendo como consecuencia la inquietud. La situación no resulta ni mucho menos nueva. De hecho, los azulgranas ya se han encontrado en lo que va de temporada con otras dos rachas de dos tropiezos seguidos y en ambas se acabó cumpliendo lo de que a la tercera va la vencida. Ahora, Míchel y sus jugadores, en la visita del Almería del sábado (16.00), esperan volver a retomar la senda del triunfo conscientes de que sumar los tres puntos les podría incluso aupar a los puestos de ascenso directo.
El primer bache se vivió entre las jornadas cinco y seis. En ellas los altoaragoneses cayeron a domicilio ante el Numancia (0-1), primero, y después con el Albacete doblaron la rodilla en El Alcoraz (0-1). La consecuencia a efectos clasificatorios fue la salida de los puestos de promoción al bajar hasta la séptima plaza. Los dos encuentros se disputaron dentro de la misma semana y llegaron precedidos de un triunfo con el Sporting (1-0), que había permitido dejar atrás el 0-1 en Almería de la jornada tres. Entonces, los dos resultados negativos se achacaron en buena parte a que el conjunto, después de la demora en la llegada de refuerzos, aún se encontraba en periodo de construcción.
La segunda ocasión en la que se enlazaron dos partidos sin sumar fue ya con la primera vuelta dando sus últimos coletazos, entre las fechas 19 y 20 del calendario. El Rayo Vallecano asaltó El Alcoraz con un 0-2 y el Mirandés retuvo los tres puntos en Anduva con un 2-0. Los marcadores fueron calificados por Míchel como “duros” y en ambos choques sorprendió la endeblez defensiva de un bloque que hasta entonces se había mostrado sólido en esa faceta. Los oscenses, que antes de la visita del Rayo eran terceros empatados con el segundo, el Almería, perdieron dos posiciones y se alejaron a cuatro puntos de los andaluces.
Las dos malas rachas fueron cortadas de raíz con un golpe encima de la mesa. Al 0-1 con el Albacete le siguió la primera victoria a domicilio de la temporada, un 0-1 con el Extremadura, y un triunfo posterior sobre el Girona (1-0) en el que los de Míchel ofrecieron una de sus mejores actuaciones hasta ese momento. Y el 2-0 en Miranda de Ebro quedó atrás con el 2-1 con el Real Zaragoza que había venido precedido del paso victorioso por Laredo en el estreno copero (0-1). Después, se engarzaron otras cuatro jornadas más sin perder, aunque con el borrón de la eliminación frente a la Cultural Leonesa en el torneo del KO.
La receta para salir del pozo en ambos casos pasó, entre otras cuestiones, por mover la alineación inicial. De cara a la visita a Almendralejo se introdujeron cuatro modificaciones con respecto al equipo que había iniciado el careo con el Albacete, en el que, de hecho, ya había habido seis novedades. Así, Pedro López, Galán, Rico e Ivi dejaron su sitio a Miguelón, Luisinho, Juan Carlos y Ferreiro. Después, para afrontar el derbi aragonés, Míchel optó por darle un giro a su anterior once liguero. Formaron de inicio Pedro López, Luisinho, Mosquera, Sergio Gómez Ferreiro y Okazaki en detrimento de Miguelón, Galán, Juan Carlos, Raba, Cristo y Escriche. Es decir, cambió a los dos laterales, al ancla (en Anduva Mosquera había sido baja por sanción) y al ataque al completo.
Ahora, Míchel también podría optar por realizar modificaciones. Las del lateral izquierdo y el delantero serán obligadas. Luisinho está lesionado y Mir deberá cumplir sanción tras ver la roja directa en Gerona. Sus sustitutos más probables son Galán y Okazaki. Además, podrían tener opciones otras piezas como Juan Carlos y Cristo.
