REAL ZARAGOZA

Los resquicios del Real Zaragoza para ganar en Santander a un Racing lanzado al ascenso

El equipo cántabro, 5º en la tabla y con el viento a favor, ha pinchado sin embargo en El Sardinero en 2 de los últimos 4 partidos. Pese a ser los cántabros la 2ª mejor delantera de la liga, presentan la 5ª peor defensa. 

Lance del partido de la primera vuelta Real Zaragoza-Racing de Santander (1-1), con Manu Vallejo, Luna y Valera, entonces titulares en los planes de Escribá, en una jugada de ataque.
Lance del partido de la primera vuelta Real Zaragoza-Racing de Santander (1-1), con Manu Vallejo, Luna y Valera, entonces titulares en los planes de Escribá, en una jugada de ataque.
Francisco Jose Gimenez Vidal

El Real Zaragoza (15º clasificado) visita este domingo próximo al Racing de Santander (5º) en El Sardinero en la penúltima jornada de la liga de Segunda División. Los aragoneses necesitan aún 2 puntos para certificar la salvación y eludir el posible descenso a la tercera categoría, llamada Primera RFEF de cuño reciente. Los cántabros están a un triunfo de garantizarse la disputa de la promoción de ascenso y todavía pueden llegar con probabilidades de ascender directamente, ocupando la 2ª posición en la tabla mediante una carambola última. 

Con estas premisas, es evidente que el gran favorito es el cuadro santanderino. Con muchos más factores de su lado. Con el peso específico de todos los análisis previos decantándose de parte de los montañeses. A priori, casi nadie da un euro por un triunfo zaragocista en una 'final' de este perfil para ambos rivales. 

Pero, ¿existe algún resquicio por el cual el Real Zaragoza pueda encontrar el talón de Aquiles del Racing en un estadio que se prepara para una gran fiesta y será lugar hostil por naturaleza hacia un debilitado visitante? La respuesta es sí. 

Al margen de las manidas cuestiones alusivas a que "en el fútbol todo es posible", a que "en el fútbol no hay rival pequeño", a que "las estadísticas están para romperlas" y demás batería de tópicos a los que, en este caso, el Real Zaragoza está tentado a aferrarse por razones obvias, hay un par de caminos donde hay luz de esperanza al fondo para los irresolutos futbolistas blanquillos que han de solucionar semejante entuerto en la historia del club. El Racing no es un adversario imbatible y tiene sus debilidades a atacar con inteligencia y tino. 

El miedo a las alturas en Santander en el último mes

Por un lado, ha de ser un estímulo observar que los santanderinos han patinado en El Sardinero en dos de los últimos cuatro partidos que han dirimido ahí. En la jornada 34, el Alcorcón (uno de los cuatro colistas) le ganó 0-1. En la 36, el Levante se llevó un punto mediante un 0-0. Este Racing vive esos nervios y alteraciones anímicas que provoca el verse arriba del todo, cerca de un gran éxito que a principios de curso no entraba en sus planes principales. Una envidia de nervios, desde el prisma del zaragocismo. Pero nervios, al fin y al cabo. Aceleración mental. Euforia difícil de medir y controlar. La gloria tan próxima que provoca insomnio.

Por eso, el último duelo en El Sardinero, saldado con un triunfo por 1-0 ante otro de la zona baja de la tabla, el Mirandés, tuvo una puesta en escena cargada de tensión, miedos, tembleques y taquicardias en las filas racinguistas. Los de Santander solo han solventado con cierta holgura (muy engañosa) una de sus últimas apariciones como locales, en la jornada 38, ganando 3-1 al Elche. El maquillaje referido es porque el tercer gol lo marcaron los locales en el minuto 95, en pleno acoso ilicitano.

Si el Real Zaragoza es capaz de tomarle la medida a este estado de ánimo exaltado del racinguismo, tendrá sus opciones de darle la vuelta al subidón que viven en Santander jugadores, técnicos, dirigentes y aficionados. Difícil, pero posible. 

Un Racing de partidos abiertos y vulnerables

Por otra parte, la propia lista de estadísticas del Racing de Santander indica al Real Zaragoza por dónde tiene las de ganar. El contrincante norteño no es infalible y durante el año ha dejado patentes diversas grietas por las que han llegado sus patinazos, sus derrotas, sus empates. 

De entrada, asusta ver que el Racing es la 2ª mejor escuadra en ataque, con 63 goles anotados (solo mejorados por los 68 del Eibar). Es decir, suman 24 goles más que el Real Zaragoza. Una barbaridad. Pero si se le da la vuelta a esa misma moneda goleadora, surge un respingo de estímulo para los aragoneses: ese mismo Racing apabullante en su ofensiva resulta que es muy endeble en defensa

En efecto, el cuadro montañés tiene la 5ª peor defensa de la liga. Ha encajado 52 goles. Baste como referencia de valor citar que el Real Zaragoza solo lleva 41 en contra, o sea, 11 menos que este gran Racing global. Atrás, en su zaga, los santanderinos van a ofrecer a los de Víctor Fernández varios y diferentes agujeros para que puedan llegar goles, que deberán hacer ganadores. 

El Real Zaragoza debe prepararse para un diseño de partido un tanto alocado, de mucha ida y vuelta. El Racing juega normalmente a eso, en especial en El Sardinero. Si se repasan sus victorias y algunos de sus empates, se entiende mejor el diseño del rival al que se enfrentará el Zaragoza este domingo con la vida en juego.

Este es un Racing que ha ganado en casa durante el año 4-0 al Eibar; 3-2 al Sporting de Gijón; 3-0 al Burgos; 4-2 al Tenerife; el citado 3-1 al Elche; y que fuera, como visitante, lo hizo 2-3 en Cartagena, 2-4 en el campo del Levante; 2-3 en Gijón; 0-3 en Huesca hace nada... y empató 3-3 en Elda. No hay un equipo en Segunda División con estas credenciales. Marca muchos goles... pero también los recibe. Por ahí, el Real Zaragoza tiene otro asidero para sacar provecho a sus hondas necesidades. 

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