REAL ZARAGOZA

Escribá, abocado a otra revolución en el once inicial del Real Zaragoza

La nueva lesión de Cristian Álvarez, la baja por sanción de Maikel Mesa y la vuelta de Francés sugieren un nuevo equipo titular en Burgos, tal vez con más matizaciones.

Un pasaje del entrenamiento de este martes en la Ciudad Deportiva.
Un pasaje del entrenamiento de este martes en la Ciudad Deportiva.
Rubén Losada

Un mínimo de tres cambios en el once inicial del Real Zaragoza se presumen fijos el próximo lunes, cuando el equipo que dirige Fran Escribá afronte el partido de la jornada 13 en El Plantío de Burgos donde, aunque el entrenador zaragocista quisiera, es imposible que pueda repetir alineación.

La permuta en la portería está asegurada tras la nueva lesión de Cristian Álvarez. También es innegociable que el técnico haya de buscar al más adecuado sustituto de Maikel Mesa, pues el mediapunta está sancionado con un partido de suspensión tras ver la quinta tarjeta amarilla el pasado sábado ante el Eibar. 

Y, aunque el tercer caso previsible depende directamente de la voluntad del propio Escribá, parece de lógica el regreso del central aragonés Alejandro Francés al eje de la defensa tras haberse quedado fuera de los planes del preparador valenciano el último día, aduciendo el preparador la singular razón de que, al haber estado compitiendo con la selección sub-21 de España –de la que es capitán– en la ventana de compromisos internacionales de los últimos 10 días, según sus normas, queda inhabilitado para tener un espacio en el equipo titular a su regreso.

Así, la presencia de Poussin en los palos está garantizada. Su rol de segundo portero, con el que fue fichado del Girondins Bordeaux en julio, sigue inalterado para Escribá y el área deportiva pese a que su estreno no ha venido acompañado de fortuna en momentos cruciales. Al contrario. Por lo tanto, el galo tendrá una nueva oportunidad para reivindicar sus condiciones en campo burgalés, con Rebollo, el tercero del reparto de guardametas, a la espera.

En el lugar de la pizarra que deja vacío Maikel Mesa, el interior derecho de la línea de tres mediocampistas a la que ha recurrido en los dos últimos partidos Escribá tras verse aconsejado a dejar aparcado su 4-4-2 (ya sea con una estructura medular a lo ancho o bien en rombo, con un eje trasero y un enganche en punta), el principal candidato a retornar al plan inicial desde el banquillo es Toni Moya, suplente en los dos últimos duelos ante el Sporting y el Eibar como uno de los damnificados de la rectificación puntual del mecanismo táctico de Escribá (el otro es, sabido es, el segundo delantero centro, con Bakis a la cabeza del elenco).

Y el caso de Francés parece venir por pura decantación de los acontecimientos. Después de que la defensa zaragocista haya encajado cinco tantos en los últimos dos partidos, en ambos casos (Gijón y ante el Eibar en casa) para desperdiciar sedas ventajas favorables de 2-0 y, también en ambas ocasiones, con goles llegados en las segunda partes y muy al final, no se entendería demasiado bien una tercera ausencia del internacional sub-21 en el once titular en Burgos. La primera fue forzosa, por haberse ido con España a Uzbekistán y Kazajistán. Y la segunda, la referida por el curioso tratamiento interno que manifiesta Escribá con los internacionales: cuando vuelen de la selección, no pueden jugar para no alterar el orden interno del vestuario. La blandura defensiva de los dos últimos partidos, con Jair abollado sobremanera ante el Eibar, es otra razón que sostiene la vuelta de Francés.

Otras cuestiones en el aire

Además de estas tres circunstancias que quedan a primera mano de cualquier análisis apriorístico, hay otras que evolucionarán en los adentros del vestuario y de los entrenamientos secretos a puerta clausurada. Un tiempo, además, que va a ser largo en una semana que no tiene el partido programado en el fin de semana, sino el lunes por la noche.

El que más va a ocupar espacio de debate en el cuerpo técnico, con Escribá a la cabeza, es la sustitución de Mesa. No hay un futbolista de sus características de llegador, de conector entre el medio campo y la delantera con su verticalidad, técnica y olfato de gol en el resto de la plantilla. Por lo tanto, si se considera que Moya no puede cumplir, ni por aproximación, con ese papel exacto en lo táctico, tal vez se contemple un giro de nuevo hacia el 4-4-2, dado que dar salida a Bakis de nuevo a la titularidad se antoja una opción bien vista, pues el germano-turco aún busca su espacio, su primer gol y su activación en un principio de curso torcido en grado sumo en su particular. Una nueva –que no última– oportunidad no estaría de más, dentro de los criterios de los responsables futbolísticos del Real Zaragoza.

Y, en el caso de que, ante un paquete fijo importante de cambios forzosos, Escribá decida aprovechar para matizar un poco más su nuevo plan, figuras como el siempre recurrente Bermejo o Mollejo (goleó en Andorra como titular) asoman como activos que pueden tener sitio.

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