El hilo de la actualidad del Real Zaragoza ha centrado en las últimas horas el foco en las lesiones musculares que afectan a varios de sus futbolistas. Todo ello, naturalmente, de forma paralela al hecho nuclear de la caída libre del equipo desde el primer puesto de la clasificación hasta la 9ª plaza, tras haber enlazado una racha negativa de siete jornadas en las que solo ha sumado 5 de 21 puntos. 

El conocimiento firme de que Cristian Álvarez y Gámez, el portero y el lateral derecho titulares de la plantilla, van a estar un mínimo de mes y medio de baja por sendas dolencias de rotura fibrilar en la zona isquiotibial de sus respectivos muslos izquierdos (curioso, sufren el mismo daño), ha sido el aperitivo que se han desayunado los miembros del primer equipo aragonés en la matinal de este martes. El grupo no se veía las caras por primera vez después del varapalo ante el Eibar del pasado sábado, pues han disfrutado de dos días de asueto, domingo y lunes.

En el breve cuarto de hora que el club permite ver a los periodistas e informadores cada entrenamiento, este martes ha sobresalido la constante charla del entrenador, Fran Escribá, con el recuperador y readaptador del 'staff', Andrés Ubieto. Ahí está lo más sustancial de este pasaje de lo que va de liga: la proliferación de dolencias físicas que viene surgiendo en las últimas semanas y que afecta ya a varios futbolistas del Real Zaragoza (algunos de forma reiterada), hecho que está requiriendo un efecto acción-reacción inmediato. 

Si Cristian Álvarez y Gámez eran este martes el lado doloroso del caso, por su falta forzosa en el entrenamiento en la Ciudad Deportiva, que se alargará durante un largo periodo que oscilará entre mes y medio y dos meses, la parte inicialmente positiva fue la presencia de Marc Aguado. El centrocampista, que pasó una semana díficil (la pasada), con varios entrenamientos al margen a consecuencia de una sobrecarga muscular que provocó su sustitución en Gijón el día 14, fue alineado sin embargo por Escribá frente al Eibar, debiendo ser nuevamente relevado antes de concluir el partido por la reiteración de los mismos dolores en un muslo. El canterano ha iniciado esta larga semana con el afán de ponerse a punto y recuperar el tono hasta que llegue la próxima cita liguera, el lunes día 30 en El Plantío de Burgos.

Asimismo, Francho ha reincidido en comenzar el entrenamiento con el resto del grupo, hecho que ya probó la semana anterior, en lo que supone el inicio de su 7ª semana fuera del equipo tras la fuerte rotura muscular que sufrió en Cartagena el 10 de septiembre. Según sean las sensaciones del centrocampista zaragozano, es posible que Escribá lo pueda incluir en la lista de viajeros a Burgos el próximo domingo. Mucho más con la cantidad de huecos que van a quedar abiertos en la citación, en la que, además, estará al margen Maikel Mesa, sancionado por acumulación de cinco tarjetas amarillas. 

En esta espiral de lesiones, en el último mes y medio están recogidas la grave de Nieto (operado y con la mayor parte de la temporada perdida tras caer en la 5ª jornada en Cartago Nova) y las de Lecoeuche.