Escribá: ahora hace un año
Fran Escribá está muy próximo a cumplir un año al frente del banquillo del Real Zaragoza, un tiempo que, en su caso, pertenece a dos temporadas diferentes, la presente y la pasada, y que, a la vez, opera como una de las barreras, temporales, psicológicas o futbolísticas, que muy pocos técnicos consiguen atravesar.
Durante las últimas once campañas, han completado de modo pacífico una temporada al frente del equipo Víctor Fernández, historia y leyenda del club aragonés, y Juan Ignacio Martínez, Jim, a quien, por otra parte, nadie cuestionaba, salvo el actual director general, Raúl Sanllehí, quien prefirió apostar para el nuevo proyecto deportivo y societario por Juan Carlos Carcedo, con los resultados conocidos: duró una decena de partidos.
Con abundantes debates, dudas, tensiones y una salida poco decorosa, agotó una temporada en el banquillo Natxo González, quien no logró calar en el zaragocismo y al que se le pudo acusar de cierta traición, por el momento y modo que trascendió su marcha al Deportivo de La Coruña. Fue a subirlo a Primera y el equipo gallego terminó despeñado en Segunda B, con las derivadas que ello implica.
Está ahora Fran Escribá en uno de esos puntos delicados y calientes que nos han enseñado, a prueba de experiencias, tantos años de permanencia en Segunda. Puede superarlo. Por supuesto. Acaso le baste con engarzar dos victorias consecutivas. O al menos próximas. Pero se ha colocado en el foco de una crisis que esta vez no esperábamos.