real zaragoza

Primeras necesidades del año para el Real Zaragoza ante el Oviedo

El equipo aragonés debe ganar este domingo a los asturianos en La Romareda (16.15) en un partido clave para disolver la sensación de ineficacia que envuelve su inicio en la liga.

Rondo del Real Zaragoza, con los jugadores enganchados en corro, en el ensayo de este sábado en La Romareda.
Rondo del Real Zaragoza, con los jugadores enganchados en corro, en el ensayo de este sábado en La Romareda.
Álvaro Sánchez

Como cada año en mitad de octubre, si las cosas no van bien, se han acabado ya los partidos que se afrontan con ambiente calmado, con inercia de ordinarios, en ese hábitat de curiosidad que siempre se mantiene unas semanas hasta ver por dónde rompe cada equipo en la larga competición de liga. Al Real Zaragoza, por tercera temporada consecutiva, ese espacio de confort mental se le ha agotado por su escasa rentabilidad en las primeras ocho jornadas. Desde hoy, los blanquillos ya juegan con las primeras necesidades del año futbolístico en curso. Obligados.

Y es que, en la cita frente al Real Oviedo, segunda consecutiva en La Romareda en solo seis fechas, a los de Juan Carlos Carcedo solo se queda una salida válida para eludir problemas: ganar. No hacerlo sería sinónimo de temblores en el suelo del plan programado en verano. En apenas dos meses de torneo, este dubitativo Zaragoza solo ha ganado una vez ante su ingente afición, dejando escapar puntos en los otros tres partidos dirimidos en el estadio municipal, que sigue siendo un chollo para los visitantes como en el último trienio. Por un largo tiempo, Carcedo y sus muchachos deberían haber agotado el cupo de patinazos en casa. De no ser así, el equipo embocará un camino lleno de piedras y socavones, alejándose de la carretera asfaltada o la autopista que soñaron los dirigentes de la entidad en julio.

Por esto, circunstancia objetiva que a nadie debería escapar de su núcleo cognitivo, es hoy un partido con las primeras atmósferas de presión extra de lo que va de temporada. Hasta ahora, pasase lo que pasase, el Real Zaragoza tenía comodines y subterfugios donde protegerse, tanto el ya criticado Carcedo como los jugadores y sus alrededores, por aquello de que «esto acaba de comenzar», latiguillo usado siempre como capote medicinal en los años de principios torcidos. Hoy ya no hay ‘jokers’ o monos en el mazo de la baraja. Mientras no hagan granero, no salgan de la 16ª posición y abandonen el vagón de cola de la clasificación, en el que vienen viajando casi todo este tramo del nacimiento liguero, no se ganarán los blanquillos nuevos burladeros a usar en patinazos futuros.

Carcedo lleva horas evadiéndose, a su manera, de esta certeza. Busca alivio psicológico, autoaplicado, contando a los cuatro vientos que el equipo cree en lo que hace, que los entrenamientos son excelentes y que los futbolistas responden a sus estímulos. Pero como dijo Lillo, el problema es que cada fin de semana hay partidos de verdad, que son los que computan. No los entrenamientos que, por otra parte, son invisibles más allá de los propios protagonistas. Así que, para cualquier análisis externo, las palabras de Carcedo son motivo de un acto de fe, de creer en lo que no se ve (nunca desde 2015). Y el volúmen de agnósticos o ateos respecto de los asertos de los entrenadores en fase de ineficacia es creciente en el mundo del fútbol, sabido es por estos lares.

Carcedo, su equipo, ha de solucionar como sea la ausencia de gol. Con cuatro tantos en ocho partidos, el futuro se presenta harto preocupante, siendo benévolo el diagnóstico. Este es el gran reto hoy. Simeone y Azón tienden a volver a juntarse en punta, modificando movimientos para mezclar mejor que el último día, el del fiasco ante el Eibar. Quizá Puche sea el revulsivo en la banda que necesita el ataque, pasando Bermejo al rol de media punta (Vada y Mollejo se caerían del once). Se sospecha la vuelta de Molina a la medular, pues Francho no aprovechó su oportunidad el último día. Y Larrazabal puede ser lateral en vez de Gámez. Se busca rentabilidad, normalidad. Lo que no hay.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión