REAL ZARAGOZA

Real Zaragoza y Real Oviedo, tal para cual en la clasificación

Aragoneses y asturianos están empatados absolutamente a todo: puntos, partidos ganados, empatados, perdidos, goles a favor y goles en contra. A Bolo, entrenador ovetense, se le acaba el crédito. Carcedo, en problemas.

Francés y Borja Bastón pugnan en el área zaragocista en el partido entre el Real Zaragoza y el Real Oviedo del año pasado en La Romareda.
Francés y Borja Bastón pugnan en el área zaragocista en el partido entre el Real Zaragoza y el Real Oviedo del año pasado en La Romareda.
José Miguel Marco

Curiosa circunstancia la que va a darse el domingo a las 16.15 en el partido de la jornada 9 de la liga de Segunda División en La Romareda. Van a jugar dos equipos, el Real Zaragoza y el Real Oviedo, que han llegado hasta aquí igualados absolutamente a todo en sus parámetros clasificatorios: puntos, partidos ganados, empatados, perdidos, goles a favor y goles en contra. Una casualidad poco habitual con ya 8 duelos de competición disputados.

Los dos rivales, aragoneses y asturianos, han logrado 9 puntos. Y lo han hecho con el mismo método de suma, pues han ganado dos partidos, han empatado tres y han perdido los otros tres. Sus goleadores han anotado apenas 4 goles y su entramado defensivo ha encajado 6. Son, por lo tanto, tal para cual en su rendimiento general. 

Ocupan, por lo tanto, casillas contiguas en la tabla ordinal de méritos. El puesto 15º y el 16º es el suyo. Colóquense como se quiera. Empatados a todo, suele regir el orden alfabético, en el que el Real Zaragoza siempre pierde por la ubicación caprichosa de la zeta en el farolillo rojo del registro de las letras. No obstante, a estas alturas de octubre, esto es bastante más que secundario.

A partir de ahí, llegan los matices diferenciadores. El Oviedo entrenado por Jon Pérez 'Bolo' ha jugado cinco veces como local y tres como visitante. El Real Zaragoza de Juan Carlos Carcedo, cuatro y cuatro

Los carbayones tienen su talón de Aquiles en su campo, el Carlos Tartiere, donde han dejado escapar puntos en cuatro de los cinco duelos dirimidos ante su público. El Zaragoza no le va a la zaga y también se ha dejado morder puntos en tres de los cuatro choques de La Romareda

Los azules solo ganaron ante su público al Leganés, 1-0. Empataron 1-1 con el Levante y... cayeron frente al Andorra (0-1), Ibiza (0-1) y Cartagena (1-3), el último día. Por esto, su técnico, Bolo, está ya acercándose al precipicio de su destitución. Oviedo es plaza exigente, en menor grado que Zaragoza, pero también con su pedigrí de viejo e histórico club español. 

El Real Zaragoza, en su campo, únicamente superó a los otros asturianos, el Sporting de Gijón (1-0). Igualó sin goles ante Levante y Eibar (de doloroso y caliente recuerdo aún frente a un rival con 9 hombres largo tiempo) y perdió en otro pésimo partido frente al Lugo (1-2). 

El Oviedo sobrevive gracias a que ha puntuado en sus tres salidas, donde además no ha encajado un solo gol. Ganó 0-1 en Santander y empató 0-0 tanto en Burgos como el Lugo. Cinco puntos de nueve como visitantes han logrado los astures. El Zaragoza, uno menos cuando han salido fuera de casa. Vencieron 1-2 en Ponferrada, empataron 0-0 en Las Palmas en el estreno liguero y perdieron en Cartagena (1-0) y Miranda (2-1).

La matriz de los goles, también gemela

Los escuálidos 4 goles ovetenses los han logrado Borja Bastón, tres de ellos, y Sergi Enrich, el restante. En el caso de los zaragocistas, el reparto, singularmente, responde al mismo formato: hay un delantero que ha marcado tres, Giuliano Simeone, y otro punta que se apuntó el otro de pedrea, Mollejo. Así que por este flanco también estamos ante un Real Zaragoza y un Real Oviedo que tienen radiografías con síntomas y diagnósticos casi idénticos. 

El equipo de Bolo se ha quedado sin ver portería en cuatro de sus ocho partidos. El cuadro zaragocista de Carcedo, en este parámetro, está un punto peor parado: no anotó gol en cinco de las ocho jornadas ligueras. 

Con todo esto, es facil colegir que el domingo en La Romareda se verá un duelo rodeado de infinidad de exigencias para ambos equipos. Que habrá un miedo inmenso a perder, a salir tumbado en una clasificación que puede llevar ya al que caiga derrotado a los cuatro últimos escalones, los del descenso.

Con estas credenciales de zaragocistas y ovetenses, apostar por un choque de goles, de alternativas y de plasticidad para el espectador es echarle mucha osadía a la decisión. Aquel 3-3 del Tartiere entre ambos rivales al final de la pasada campaña parece, hoy en día, un episodio poco factible. Carcedo y Bolo, con sus muchachos en el escenario, tienen la palabra para tratar de cambiar estos pronósticos a futuro próximo. Porque lo que no pueden cambiar, ni uno ni otro, es su deficiente comienzo de temporada, que a Bolo lo tiene muy en entredicho y que a Carcedo puede estar a punto de dejarlo entre interrogantes. Es la ley del fútbol cuando la estadística presenta todas estas cifras en un equipo profesional con ciertas aspiraciones y mucho seguimiento detrás.  

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