Los ciudadanos de Zaragoza piden rebajas para residentes en la zona azul y que los coches eléctricos paguen como el resto
Los participantes en la encuesta de Movilidad apoyan forzar la rotación para que haya más sitios. La ampliación de plazas genera división, pero solo se implantará donde haya sido solicitada.
La futura ordenanza sobre el servicio de estacionamiento regulado traerá importantes cambios para la zona azul. El texto definitivo está todavía por concretar, pero los ciudadanos tienen claro qué aspectos habría que mejorar. Así, al menos, se desprende de los resultados de la encuesta lanzada por el Ayuntamiento, en la que han participado 121 zaragozanos.
En ella, un 71,9% consideran importante que las tarifas se reduzcan para aquellos vecinos que aparquen en su casa en función del nivel de renta, una posibilidad que el Consistorio se ha mostrado abierto a explorar. No en vano, uno de los objetivos que se persigue con el nuevo reglamento es "impulsar el estacionamiento para residentes y aumentar la rotación de los vehículos de los no residentes", especialmente en aquellos distritos en los que resulta más complicado encontrar hueco.
En este sentido, un 60,3% se muestra a favor de implantar tarifas especiales para talleres, comercios, pequeñas y medianas empresas y autónomos "siempre y cuando se trate de vehículos necesarios para desarrollar su actividad y estén debidamente identificados". La idea sería diferenciar entre quienes deben estacionar de forma más estable, como residentes y trabajadores habituales, del resto, y que estos últimos pudiesen beneficiarse de las mismas medidas que los vecinos de la zona durante la jornada laboral.
Ideas para la rotación
Otra de las novedades que se introducirá será la llamada rotación forzada. Se trata de un aspecto que hasta un 58,6% de los encuestados ven necesario de cara a encontrar espacios y poder estacionar más fácilmente. En este punto, las propuestas son de lo más variadas. Mientras unos piden limitar el tiempo máximo de aparcamiento, con menos margen en las zonas más saturadas, otros apuestan por incrementar el control de las zonas de carga y descarga. También hay quien propone intensificar la vigilancia de aquellos vehículos estacionados de forma permanente en la vía o que plantea reservar huecos para los residentes "con la obligación de mover el coche pasado un tiempo".
A este respecto, las respuestas a la encuesta ciudadana apuntan a la posibilidad de limitar la ampliación de la duración inicial, instaurar ofertas "para el segundo movimiento del vehículo" o utilizar la geolocalización para establecer un mínimo de distancia con el anterior estacionamiento.
Una de las opciones sería aumentar progresivamente la tarifa con el paso del tiempo. En este punto, los encuestados aportan diferentes matices. Para unos, el incremento debería hacerse "en función de la renta" y para otros, los primeros tramos horarios deberían ser gratuitos. Otra posibilidad sería adaptar los precios tanto a la zona en función de la saturación del tráfico como por franjas horarias, así como reservar plazas que no entren en rotación y sean de acceso gratuito en los barrios que más lo necesiten.
Los participantes rechazan por mayoría que los vehículos híbridos y eléctricos paguen menos que el resto. Un 58,6% consideran que los coches menos contaminantes deberían regirse por las mismas tarifas que el resto, mientras que un 36,3% (44 personas) se posicionan en el lado contrario. Además, el grueso se decanta por una "igualdad de precios"entre turismos y motocicletas.
Sí creen necesario, en todo caso, una mayor apuesta por la tecnología para ir eliminando progresivamente los pagos en postes y poder conocer de antemano los huecos disponibles.
Número de plazas
La pregunta más importante es, también, la que más división genera. Hasta un 47% de los participantes no ve necesaria una mayor extensión de la zona azul frente a un 43,8% que opina todo lo contrario. No obstante, desde el área de Medio Ambiente y Movilidad recuerdan que esto solo se planteará en aquellas zonas en las que las juntas de distrito lo hayan solicitado expresamente o se hayan mostrado a favor.
Una vez analizadas las aportaciones, la pelota queda en el tejado del Ayuntamiento. Para los técnicos de Movilidad –explican desde el área–, todas estas aportaciones "resultan enormemente interesantes de cara a la redacción del borrador del anteproyecto". Recuerdan, además, que el texto deberá pasar en los próximos meses por todo el proceso de debate social y político y de participación que establece la normativa vigente.
