Conductores de bus, taxistas y ciclistas urgen a actuar en más de 40 puntos negros de la ciudad

La mayoría corresponden a zonas con mala visibilidad o giros problemáticos con semáforos en ámbar.

Lugar donde se produjo el atropello en Zaragoza.
Lugar donde se produjo uno de los últimos atropellos graves en Zaragoza.
José Miguel Marco

Conductores de bus, taxistas, ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos urgen a actuar en más de 40 puntos negros de la ciudad. Se trata, principalmente, de giros problemáticos, semáforos "mal sincronizados" y tramos con poca visibilidad que acumulan numerosos accidentes en los últimos años.

Los atropellos mortales de finales de 2022 y los siniestros de este 2023 –que dejan ya tres fallecidos en el casco urbano–, han hecho que el área de Movilidad mueva ficha. El Consistorio se ha reunido recientemente con Avanza, la Asociación Provincial de Autotaxi y agrupaciones ciclistas y de VMP para solicitar su colaboración de cara a identificar las vías más conflictivas; una petición que arroja ya los primeros resultados.

Para Zaragoza en Bici y la Asociación Zaragozana de Usuarios de Vehículos Eléctricos y de Movilidad Personal (Azuvemp) existen al menos 17 puntos "peligrosos" en la capital. Entre ellos está el cruce entre camino de las Torres y el número 22 de Tenor Fleta, el del Coso con la calle de San Jorge o el de la avenida de Valencia con García Sánchez, todos con semáforos en ámbar.

Otro ejemplo es Vía Ibérica, con diferentes giros a la derecha en los que hay "falta de visibilidad", o la calle de Juan Pablo Bonet con Maestro Marquina, donde se han detectado deficiencias en los semáforos. "La visibilidad tiene que ser plena. No sirven giros con contenedores o motos aparcadas. Hay casos, como el de Corona de Aragón con Juan José Lorente, en los que tenemos constancia de entre 40 y 50 accidentes en los últimos diez años. Los cruces con ámbar son los más peligrosos, habría que actuar ya", dice Javier Tello, portavoz de Zaragoza en Bici.

Arturo Sancho, de Pedalea, suma a la lista la parte baja de la avenida de San José. "Es una jungla. Los coches no respetan a quienes vamos en bici y nos adelantan pasándose al carril que discurre en sentido contrario", añade. También nombra el paseo de Pamplona. "Se ha convertido en una autopista dentro de la ciudad, la gente va muy rápido", lamenta.

Los conductores del bus urbano, por su parte, señalan calles como la de Antonio Leyva o giros como el de San Vicente de Paúl con el Coso. Otro punto "crítico" es el giro del puente de Piedra al paseo de Echegaray, sobre todo por el paso de bicicletas y patinetes. Aunque los usuarios están obligados a apearse de sus vehículos y recorrer los últimos metros a pie, los chóferes aseguran seguir teniendo problemas prácticamente a diario. Algo parecido sucede en Don Jaime I, cuya semipeatonalización ha hecho, según indican desde Sattra, sindicato que lidera el comité, que los peatones "circulen al mismo nivel que el tráfico rodado", incrementando el riesgo de accidente.

En el caso del giro de la avenida de Navarra que permite entrar a la Estación Delicias "solo hay un semáforo en ámbar intermitente y no se ve bien el carril bici", mientras que para los conductores de la línea 34, el giro de la plaza de Europa a la calle de los Diputados se ha convertido en un quebradero de cabeza por un semáforo que, como ya han trasladado a Movilidad, está "mal regulado".

Otros ejemplos

La Asociación Provincial de Autotaxi también está elaborando su propia lista de puntos negros. Su presidente, Miguel Ángel Perdiguero, cree que en muchas zonas de la ciudad "habría que replantear los pasos de cebra". Como ejemplo pone el tramo de Gertrudis Gómez de Avellaneda con Valle de Broto, en el Actur, o la intersección entre la avenida de Goya y Baltasar Gracián. "Solo con moverlo tres metros se ganaría mucho en seguridad vial", expone.

Como los conductores del bus, pide cambios en la semaforización del puente de Piedra y alerta de problemas de visibilidad en el entorno de la nueva clínica de Miraflores, en el camino de las Torres. Nombra, además, el tramo de María Zambrano –pasado el centro comercial Carrefour– que va hacia el campus Río Ebro. "He visto a más de uno pisar la vía del tranvía y volver luego a la calzada. Es un peligro, sobre todo de noche o en días de lluvia", comenta.

Los colectivos consultados aseguran que muchas de estas deficiencias se llevan arrastrando "durante años", mientras que otras han empeorado tras la irrupción de nuevos ‘actores’ como los patinetes eléctricos.

Sus aportaciones se unirán ahora a las de la Policía Local y a las de los propios técnicos de Movilidad; unas claves que permitirán al Consistorio actuar en los puntos más problemáticos.

Refuerzos en el tranvía

Desde Movilidad también se está trabajando junto a Los Tranvías para reforzar la seguridad del trazado de la línea 1. Esta es la principal razón que hay detrás de las nuevas balizas luminosas que se colocarán próximamente en la plaza de San Francisco, la de España, la de Aragón, Vía Ibérica o los laterales de Grancasa.

Fuentes de la sociedad mixta explicaron que las ya instaladas en la plaza de Paraíso y el entorno del Miguel Servet han ayudado a peatones y conductores a "extremar la precaución" ante el paso de los convoyes, un ‘extra’ de seguridad que se quiere exportar a otros nueve puntos de la ciudad. Recordaron, además, que los conductores de los Urbos 3 reciben periódicamente cursos de formación y que también se hacen cursos de seguridad vial por los que ya han pasado unos 25.000 estudiantes.

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