zaragoza

Hoy abre la cripta del Pilar: ¿quién está enterrado bajo la Santa Capilla?

Todos los Santos brinda la única oportunidad del año de visitar el subterráneo de la basílica. La Asociación Cultural de los Sitios brinda hoy (13.00) un homenaje al general Palafox.

Hay muy pocas oportunidades de visitar la cripta del Pilar.
La cripta del Pilar resulta muy desconocida para la mayoría de los zaragozanos.
Oliver Duch

La cripta del Pilar es uno de los secretos mejores guardados de la basílica. No por su singular arquitectura ni tampoco por una especial belleza -en realidad, esta es apenas reseñable-, sino porque habitualmente resulta inaccesible. Solo abre dos días al año: hoy y mañana con motivo de las festividades de Todos los Santos y de Fieles Difuntos. Una trampilla -que de normal pasa desapercibida- descubrirá hoy las suntuosas escaleras de mármol negro que conducen hasta el subterráneo ubicado exactamente bajo la Santa Capilla.

"Fue inaugurada el 12 de octubre de 1764 y restaurada en 1994", explican desde el Arzobispado de Zaragoza, donde cuentan que el espacio acoge los restos de diversas personalidades vinculadas con la basílica y benefactores que "en un momento u otro de su vida se han puesto a los pies de la Virgen". Entre otros están los arzobispos de la ciudad (Benavides, Añoa y Busto -promotor de la reforma de la capilla de la Virgen-, Gómez de la Riva y Rigoberto Doménech), así como otros canónigos y prelados. La cripta se abre exclusivamente por Todos los Santos y "en circunstancias excepcionales como enterramientos", como sucedió por última vez en el funeral de monseñor Elías Yanes, en marzo de 2018.

Los integrantes de la Asociación Cultural de los Sitios, en la cripta.
Los integrantes de la Asociación Cultural de los Sitios, en la cripta.
A. Navarro

Cuentan desde el Cabildo que unas 88 personas trabajaron durante cuatro años para la construcción de esta cripta hace ahora más de 250 años -formó parte de los trabajos de cimentación de la Santa Capilla- y explican que entre las lápidas también hay sitios para otros ilustres que, por ejemplo, sufragaron la construcción de las dos torres del Pilar situadas en la ribera del Ebro, esto es, pueden verse los féretros de Francisco Urzáiz y su esposa Leonor Sala. "Esta familia se volcó con el Cabildo y con el Pilar y, de hecho, hasta hace muy poco tiempo la parroquia del Pilar se ubicó en la casa de los Urzáiz en la calle de Alfonso I", explica Luis Alberto Lasuén, presidente de Caballeros del Pilar,

En el Pilar no hay catacumbas propiamente dichas -enterramientos de época romana- como sí pueden visitarse en la basílica de Santa Engracia, por lo que es la cripta el lugar de descanso de los grandes prohombres, así como de "cientos de héroes anónimos de la lucha contra los franceses". Estos reposan en dos fosas comunes en los laterales del recinto y todos los años la Asociación Cultural Los Sitios les rinde homenaje. Este 2022 no iba a ser la excepción y los integrantes de la agrupación, vestidos a la manera dieciochesca, acudirán este martes por la mañana (en torno a las 13.00) con sus coronas de flores. La asociación prevé completar una ruta por “los lugares más destacados durante los dos asedios que sufrió la Zaragoza en 1808 y 1809”, que partirá a las 9.30 de los jardines de la Aljafería y pasará por el Portillo (donde está el arca de las heroínas), la parte de la tapia conservada no sin polémica del antiguo cuartel de caballería, el hospital Provincial, la iglesia de Santiago y la cripta del Pilar, donde -especifican- harán un homenaje "a Palafox y los caídos en los asedios".

¿Por qué es tan importante esta última parada? Porque en una capilla de la cripta de la basílica también reposan los restos del general José Rebolledo de Palafox y Melci, quien falleció en 1847 y fue enterrado inicialmente en Madrid en el panteón de hombres ilustres de España, junto a la basílica de Atocha. Sin embargo, y cumpliendo su deseo de descansar "a los pies de la Virgen, a la que tanto amé", en 1958, sus restos fueron trasladados a Zaragoza con todos los honores, en una operación auspiciada por el entonces alcalde Luis Gómez Laguna. La cripta del Pilar fue también panteón temporal de otra heroína de los Sitios, Agustina de Aragón, fallecida en Ceuta en 1857. Sus restos, sin embargo, fueron traslados en 1908 a la iglesia del Portillo.

Otros ‘habitantes’ ilustres son Ramón Pignatelli, Francisco de Borja, el teniente coronel Valenzuela, el capitán general Sueiro y otros hombres sin identificar, encontrados en el subsuelo de la basílica durante las obras de consolidación que se realizaron entre 1929 y 1941. En un principio, estos féretros fueron enterrados en las antiguas capillas y en el cementerio parroquial del Pilar, que fue invadido por la construcción del nuevo templo en 1681.

Aunque no hay una norma canónica que establezca el lugar de sepultura de los obispos, estos suelen enterrarse en la catedral de la ciudad donde murieron. Los de Zaragoza podían elegir entre la Seo y el Pilar. "El ser enterrado en la cripta del Pilar es un tema potestativo del Cabildo, que es quien tiene que dar curso y aprobar los enterramientos que se celebran allí", explican desde la Iglesia zaragozana.

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