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Los hoteles zaragozanos se acercan a los niveles de 2019 y esperan llegar al 60% de ocupación en verano

El sector se muestra optimista tras el fin de las restricciones en países vecinos, aunque asume que el grueso de los turistas seguirán siendo nacionales.

El turismo se recupera en el entorno de la plaza del Pilar de Zaragoza.
El turismo se recupera en el entorno de la plaza del Pilar de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Los hoteles de Zaragoza se acercan ya a niveles de 2019 y esperan alcanzar el 60% de ocupación de cara al verano, en torno a un 10% menos que en los años previos a la pandemia. A corto plazo, el primer trimestre de 2022 podría acabar rondando el 40% y el segundo, en torno al 50%, según las estimaciones de Horeca Hoteles Zaragoza.

Especialmente importante será la Semana Santa. Lo normal sería estar hablando de cifras cercanas al 80%, aunque, por el momento, las previsiones apuntan al 60%. El sector confía en que la crisis sanitaria siga evolucionando a la baja y en que las reservas, especialmente las de última hora, ayuden a mejorar estos porcentajes. Lo que esta claro, han subrayado el presidente de Horeca Hoteles Zaragoza, Antonio Presencio, y el de la Confederación Española de Hoteles (CEHAT), Jorge Marichal, es que estos establecimientos no pueden asumir ya más medidas que lastren su competitividad. "Esta es una industria competitiva cuando tiene oportunidades de generar puestos de trabajo y riqueza", ha subrayado el primero.

La previsión es que, también este año, el turista nacional acapare el grueso de las reservas. El aumento de viajeros internacionales, ha señalado Marichal, será “directamente proporcional” a la eliminación de barreras. “En Zaragoza suelen representar un 30% del total, pero se sigue trabajando para mejorar estas cifras”, ha añadido.

A nivel nacional, mercados como el canario podrían resentirse por la escalada de tensión entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos. Se confía, no obstante, en llegar a otros nichos tras una crisis que “ha hecho mella” y que se quiere ya olvidar. “En estos últimos meses, la aportación de mercados como el francés ha sido importantísima”, ha apuntado el presidente de CEHAT.

En Zaragoza, la principal esperanza está puesta en el turismo de congresos. Citas como la FIMA o la Feria del Mueble servirán de “termómetros” para medir la situación actual. Presencio se ha mostrado especialmente optimista ante la flexibilización de las restricciones en los países del entorno, mensajes que “van a ir calando” y que van a hacer que la capital “vaya recuperando su actividad turística”.

El presidente de Horeca Hoteles Zaragoza ha reivindicado la ciudad como “punto de encuentro” y escenario de eventos de carácter social y cultural. “Tiene un potencial enorme. Tenemos que estar en posición de ventaja de cara a lo que viene”, ha dicho. También lo cree así Marichal, que confía en que “esta vez sea la buena” y ya no haya que temer “a nuevas letras del alfabeto griego”, en referencia a las variantes. “Queda camino por recorrer, pero Zaragoza tiene unos mimbres perfectos”, ha incidido.

No ha ocultado, sin embargo, que la inflación podría provocar una subida de precios. “Si se convierte en un tema estructural, la cadena de valor se va a ver afectada. Pensamos que el precio medio se puede ir recuperando”, ha explicado.

Los próximos meses serán especialmente importantes para un sector que “ha demostrado su flexibilidad y ha sido capaz de mantener sus plantillas”. Sus responsables creen que, con más del 80% de la población española inmunizada, toca “aprender a vivir con esta enfermedad” y focalizase en la vacunación. Habrá cosas, sin embargo, que no cambien a corto plazo. “Antes, las contrataciones se hacían con seis meses o un año vista, pero ahora se trabaja mirando al fin de semana o a la semana siguiente”, ha afirmado Marichal.

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