Tarazona inicia un "largo" mes de cierre sin el 30% de sus clientes habituales

Los 15 pueblos que dependen de la localidad sufren ya los efectos del confinamiento perimetral.

Foto de Tarazona: cierre perimetral y paso a nivel 3 agravado
Foto de Tarazona: cierre perimetral y paso a nivel 3 agravado
Guillermo Mestre

Tarazona inició este miércoles un "largo" mes de cierre perimetral sin el 30% de sus clientes habituales, los correspondientes a los 15 pueblos que dependen de la ciudad. Aunque las tiendas de alimentación siguieron su actividad con cierta normalidad y a la hostelería le fue "más o menos bien" dentro las nuevas limitaciones de aforo, la imagen del cierre de toda la actividad no esencial a las 20.00, cuando aún era de día, fue especialmente dura para vecinos y comerciantes, que aceptan con resignación el nuevo confinamiento.

Para unos y otros ha sido "toda una sorpresa" el hecho de que las medidas vayan a durar un mes y no 15 días como se anunció inicialmente. El cierre, en todo caso, era "una noticia esperada", según reconoció Ana Tarazona, gerente de la Asociación de Comercio, Servicios e Industria de la localidad, al tiempo que recordó la importancia que tiene Tarazona para estos 15 núcleos.

Las nuevas normas hacen que la hostelería no pueda superar el 30% de aforo en interiores y que únicamente pueda colocar un 50% de las mesas en las terrazas, en las que podrán sentarse un máximo de cuatro personas separadas por un metro y medio de distancia.

Los empresarios esperaban que el buen tiempo animase las ventas y la afluencia a cafés, bares y restaurantes, pero ahora -cuando la incidencia a 14 días supera los 710,4 casos por cada 100.000 habitantes y se han detectado otros 14 positivos en las últimas 24 horas-, no solo se quedarán sin navarros y sorianos, a quienes hace meses que no ven por las restricciones contra la covid-19, sino que perderán a los vecinos de todas estas localidades, lo que puede hacer que el mes de abril se haga especialmente cuesta arriba.

"La gente lo lleva mal. Con Tarazona hay mucha relación, tanto en lo emocional como en lo comercial", admitió María Pilar Pérez, alcaldesa de Torrellas.

Aunque la localidad tiene farmacia y una tienda "para lo básico", hacer algo tan sencillo como ir a comprar ropa o al notario ya no será posible, en teoría, hasta el 9 de mayo. "Todo esto te obliga a cambiar un poco los hábitos de vida. Condiciona, sobre todo, a las personas que tienen allí familia o gente mayor", expuso.

En Alcalá, la alternativa será ir a Borja, algo que ya se hizo durante el primer confinamiento de Tarazona. "Lo peor será para la gente que no tiene vehículo. Muchos aprovechaban el bus, que pasa dos días por semana, para hacer la compra. En Tarazona tenemos todo, desde los juzgados a los servicios médicos", incidió.

Añón de Moncayo, por su parte, continúa combatiendo los casos de covid en la localidad. Solo ayer, explicó su alcalde, José María Vijuesca, se hicieron unas 35 PCR. "Seguimos la tónica marcada. Siguen apareciendo positivos. Por ahora van unos 16, y aún faltarían los resultados de las pruebas de estas últimas horas y de las que se hagan en adelante. La gente sigue confinada hasta ver la evolución de los contagios", comentó.

Al ver el mapa de Aragón también llaman la atención las cifras de Ayerbe y Altorricón, que con 11 y 14 positivos, respectivamente, son los dos municipios con mayor incidencia de la Comunidad, superando los 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes en siete días. En ambos casos, el perfil de los positivos es similar, ya que todos se han detectado dentro del ámbito familiar. Por suerte, la gran mayoría son casos leves o asintomáticos, aunque dos vecinos de la localidad literana se encuentran hospitalizados con pronóstico favorable. Por ahora, ninguno de los ayuntamientos ha tenido que tomar medidas especiales. 

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