Zaragoza

semana santa

"Los cofrades han respondido y han revivido el espíritu de la Semana Santa"

Mariano Julve, presidente de la Junta Coordinadora, se muestra confiado en que el año que viene "se pueda cumplir nuestro deseo de ver procesiones en las calles".

El presidente de la Junta Coordinadora, Mariano Julve.
Oliver Duch

No está siendo la Semana Santa soñada, pero tampoco la arrebatada por la pandemia el año pasado. Los cofrades, al menos, están pudiendo ver las imágenes en los templos y han podido adaptar algunos de sus actos tradicionales a las restricciones de la covid. «Sin duda ha sido un acierto por parte de las cofradías la exposición al culto de las imágenes», explica el presidente de la Junta Coordinadora, Mariano Julve, contento «porque hay un importante movimiento de cofrades y visitantes en los templos».

Julve se muestra satisfecho con cómo se están desarrollando estos días, pero tiene ya la vista puesta en 2022, cuando confía que se puedan volver a escuchar los tambores en la calle. «Toca pensar en una vuelta paulatina a la normalidad y a la celebración de los actos durante el año una vez que las circunstancias sanitarias lo permitan. Por descontado, queremos volver a planificar una Semana Santa con procesiones en la calle, es nuestro deseo fervientes y esperamos que se pueda cumplir al año que viene», explica Julve. Este mismo deseo lo expresó ayer el alcalde Jorge Azcón, que ejerció de orador del Santo Encuentro y confió en que «el sacrificio y la renuncia» de los dos últimos años sean «la antesala de esplendorosas semanas de Pasión que aguardan en el futuro, entre todos, hayamos vencido a virus.

En 2020 la Semana Santa se vino abajo casi por sorpresa y no se dieron las circunstancias propicias para celebrar nada. Este año hubo más tiempo para pensar cómo llevar a cabo actos en la intimidad, incluso, una vez se decidió que no habría procesiones. La hermandad entre las cofradías también se ha reforzado al tener que juntarse varias congregaciones en una misma parroquia para montar sus pasos y hacer guardias a la hora de velar las tallas. «Los cofrades han tenido la oportunidad indudable de volver a verse al encontrarse con sus imágenes y con ello han revivido el espíritu de la Semana Santa aunque no fuera en las calles por las circunstancias sanitarias», continúa el responsable de la Junta, que resume: «No hay procesiones pero sí culto».

Quizá lo que más se haya echado de menos sea el retumbar de tambores y cornetas en las calles –hubo que suspender también la exaltación y el concursos de instrumentos–, pero la afluencia en las iglesias ha sido destacable. Ayer podían verse filas para entrar en San Miguel, donde está el Nazareno, o en la Mantería, donde el Prendimiento celebra sus 75 años. También en San Felipe, en Santiago, en la parroquia del Portillo o en el Sagrado Corazón se percibía movimiento. «La afluencia ha ido en aumento conforme avanzaba la semana y se han respetado los aforos y las medidas de seguridad», subraya Julve, al tiempo que recuerda que son ya dos años sin ver los pasos montados en la calle. No obstante, las hermandades no han ahorrado en adornos florales ni en escenografías para deleite de los visitantes, que también han acudido a otras iglesias menos céntricas como la de la Coronación en Oliver, Santa Gema en Casablanca o San Antonio en Torrero.