Los comerciantes y hosteleros de Zaragoza se muestran ilusionados: "Es un pasito más"

La ampliación de los horarios y el aumento del número de personas en los grupos se ha recibido de forma positiva en la mayoría de los establecimientos de la capital aragonesa.

Ángel Elipe, de la tienda Shuave de Zaragoza, había modificado su horario.
Ángel Elipe, de la tienda Shuave de Zaragoza, había modificado su horario.
HA

Unos se sorprendían al recibir la noticia, a otros ya les había llegado a través de los grupos de Whatsapp. En cualquier caso, hosteleros y comerciantes han recibido como una "buena noticia" el cambio de las restricciones anunciado por la consejera de Sanidad, Sira Repollés. A partir de este viernes, día 26, se amplía el horario de apertura: todos los días hasta las 20.00. Hasta ahora, el viernes y el fin de semana tenían que bajar la persiana dos horas antes. "Es un pasito", coinciden.

"Lo valoro de forma positiva, tanto para el comercio como para la evolución de la pandemia en general", sostiene Ángel Elipe, propietario de la tienda Shuave Shop. Este comerciante ha visto cómo en su establecimiento de la calle de Méndez Núñez se concentraba la afluencia en un margen corto de tiempo. "Había más riesgo que un comercio estuviera hasta las 18.00 que hasta las 20.00 porque tenías un montón de gente agolpada en una franja horaria y, además, en fin de semana, cuando todo el mundo está libre. Ahora habrá más calma", añade Elipe, que había modificado adelantado la apertura de su comercio por las tardes, de las 17.00 a las 16.00.

"Había más riesgo que un comercio estuviera hasta las 18.00 que hasta las 20.00"
Francis Borge, en Mimbre, en la calle de Cinco de Marzo de Zaragoza.
Francis Borge, en Mimbre, en la calle de Cinco de Marzo de Zaragoza.
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"Para los pequeños comercios es una oportunidad, con las anteriores restricciones nos veíamos seriamente afectados", apunta Francis Borge, al frente de la tienda de moda Mimbre. Esta comerciante de la calle de Cinco de Marzo lamenta que estos meses se han traducido en una "bajada" en la caja, que es donde se han reflejado estas medidas. "Esperemos que este cambio de horarios nos ayude a subsanarlo un poco, ya no retribuirlo", agrega Borge.

El sentimiento en la hostelería es similar. "Cada paso adelante es una pequeña victoria", celebra David Orrios Padilla, responsable del Grupo Olé Restauración. "Cualquier medida que sea volver a la normalidad, la acogemos con carácter positivo y en este caso, cuanto más rápido sean, muchísimo mejor para nuestro sector, sobre todo después del año tan sufrido que llevamos. Cuando antes podamos volver a lo más parecido a lo anterior", declara desde el Café Olé, en la calle de Zurita. Atrás dejan meses "muy duros", repite la mayoría. No obstante, Orrios es cauto: "Lo importante es que cada paso que demos hacia adelante afianzarlo y que no venga una nueva ola".

Barra del Café Olé, en la calle de Zurita de Zaragoza.
Barra del Café Olé, en la calle de Zurita de Zaragoza.
HA
"Esas dos horas, de 18.00 a 20.00, determinaban que la gente saliera o no"

"Esas dos horas, de 18.00 a 20.00, determinaban que la gente saliera o no", analiza Luis Sanz, de la céntrica cafetería Cedes. En el caso de Conchita de Castro, al otro lado de la barra de El Martino, en la calle de Jussepe Martínez, lamenta que no notará la ampliación, puesto que en su establecimiento se sirven más cenas y a las 20.00 es muy pronto para ello. No obstante, considera que la posibilidad de que se puedan reunir en grupos de seis personas en lugar de cuatro fomentará un aumento de la actividad. "Para los clientes es más cómodo", aplaude de Castro. "Hay grupos que vienen más de cuatro y tienen que ocupar, por ejemplo para una persona, dos mesas. Es más incómodo para ellos y peor para mí porque los puedo sentar en un mesa y la otra queda libre", señala Sanz, desde su cafetería de la calle de Candalija.

Estos cambios no solo han sido aplaudidos por los negocios no esenciales, sino también por aquellos a los que no les ataban las restricciones de horario. "La calle estaba muerta y que abriesen hasta las 20.00 era una necesidad total para todos", manifiesta Victoria Alfonso, de la floristería El Jardín de Paula. Alfonso, tras este anuncio, no oculta su esperanza: "De aquí al estrellato". Esa añorada normalidad está en la memoria de estos empresarios y tras este paso esperan el siguiente: "Esto da ilusión, pero ahora a ver cuándo es la normalización de aforos", se preguntaba Borges.

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