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Las cámaras de vigilancia del sector Pignatelli empezarán a grabar antes de que acabe el año

La Policía Local controlará el circuito, que tomará imágenes en zonas de paso y las almacenará un mes. El Ayuntamiento no descarta instalar más "si los resultados son buenos" y "los vecinos así lo piden".

ZARAGOZA. La demanda de varios colectivos vecinales del Casco Histórico de contar con cámaras de vigilancia en las calles más inseguras ha comenzado este jueves a materializarse. Los operarios han iniciado desde primera hora los trabajos previos a la instalación de las cuatro videocámaras prometidas por el Consistorio, que antes de que acabe el año ya estarán captando imágenes de varias calles del sector Pignatelli, que en las últimas semanas ha protagonizado distintos sucesos de naturaleza violenta y ha sido escenario de tres macrorredadas policiales.

Los trabajadores de la empresa adjudicataria han comprobado los distintos tiros de cámara en los puntos elegidos por el Ayuntamiento. La razón no es otra que cumplir ley, pues no está permitido grabar viviendas o instalaciones privadas. Los aparatos deben apuntar en todo momento a la vía pública, y por ello serán fijos en lugar de móviles. Tampoco se seguirán las imágenes en tiempo real. La Policía Local, que gestionará el circuito cerrado, almacenará en sus servidores las grabaciones. Ahí quedarán a disposición tanto de la Policía Nacional como de la autoridad judicial que lo solicite en caso de que puedan servir de prueba ante la comisión de algún delito. Estarán disponibles durante 30 días naturales, el tiempo que establece la norma en materia de protección de datos.

Las cámaras se colocarán a una altura de entre cuatro y cinco metros y estarán dotadas con sistemas que eviten que sean vandalizadas, según explicó el responsable de la empresa proveedora. En cualquier caso, si sufrieran un ataque, los agentes de la Policía Local recibirían una notificación de manera inmediata.

El concejal delegado de Interior y presidente de la Junta de Distrito del Casco Histórico, Alfonso Mendoza, que ha acudido a supervisar los trabajos iniciales, ha defendido la medida, "ya que la seguridad es necesaria para reafirmar la convivencia entre los vecinos y para revitalizar el comercio de la zona, porque sin seguridad no habrá ninguna herramienta urbanística que tenga garantías de éxito".

El primero de los aparatos lucirá en la esquina de las calles Ramón y Cajal y Pignatelli. Las otros tres vigilarán el entorno de las calles Zamoray, Agustina de Aragón, Miguel de Ara y Cerezo. Todavía tardarán unos días en estar disponibles ya que para ello se requiere acomodar el cableado.

Los cuatro dispositivos se van a colocar en el sector Pignatelli, pero a medio plazo se estudiará la extensión de la medida a la zona de Boggiero y San Pablo, al otro lado de Conde de Aranda. "Esta fue la primera petición vecinal que escuché al llegar a la junta municipal en septiembre del año pasado. Si otros vecinos así lo piden, no nos negaremos a ello. Valoraremos los resultados, que estamos seguros de que serán positivos, y trabajaremos en consecuencia", ha indicado Mendoza, quien recordó que "poner cámaras en la calle no es un trámite sencillo". No en vano, han pasado meses desde la primera reunión hasta que la Delegación del Gobierno ha dado el visto bueno definitivo.

Precisamente, la institución ha reforzado en el último mes la presencia policial en la zona, una decisión que ha agradecido el concejal delegado de Interior: "Es de agradecer, especialmente en las últimas semanas en las que el aumento del dispositivo de seguridad ha hecho descender la delincuencia en este entorno". Aunque también ha subrayado que la solución no pasa solo por que la Policía se deje ver "constantemente" o por hacer redadas, sino que se deben "sentar otras bases de convivencia y de seguridad".

El edil ha reivindicado el trabajo del área de Urbanismo y, en especial, el Plan Pignatelli-Zamoray, que prevé una inversión superior a los 22 millones de euros y con el que se pretende que el Casco Histórico, uno de los "más importantes, extensos, bonitos y con más historia" del país, pase a "formar parte del proyecto vital de todos los que lo habiten y no sea únicamente un lugar de paso". También ha cargado contra el anterior equipo de Gobierno, de Zaragoza en Común, al que acusa de "mirar para otro lado".

Los vecinos, satisfechos

Varios representantes del tejido vecinal del barrio han observado satisfechos la llegada de la primera cámara. "Hace años que lo solicitamos y es de agradecer que se nos escuche a los que vivimos aquí y sufrimos los problemas de la zona", ha apuntado Óscar Villanueva, de la plataforma de afectados del Gancho.

Marisa Verde, de la asociación Zaragoza Antigua, ha mostrado su apoyo a la labor policial, que a su juicio "se tenía que haber llevado a cabo hace tiempo, antes de llegar a un punto insostenible para los vecinos y también para los comerciantes". Asimismo, pide "apoyar a las familias y personas sin recursos".

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