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La despoblación de Teruel, un escenario cinematográfico

La ‘film comission’ de Daroca y el Jiloca promociona los lugares abandonados, los páramos y el cielo libre de restricciones como marco de rodajes.

Rodaje de la película 'Ojos Negros' en la localidad del mismo nombre.
Rodaje de la película 'Ojos Negros' en la localidad del mismo nombre.
Nacho Fidalgo

La despoblación, los grandes espacios abandonados y las interminables estepas de la provincia de Teruel se pueden convertir en un recurso económico y en un escaparate provincial como escenarios de rodaje de películas, series y anuncios. El proyecto Lonelylands, a caballo de las comarcas de Daroca y el Jiloca, se ha puesto manos a la obra para vender este territorio en la confluencia de Teruel y Zaragoza como plató cinematográfico y televisivo.

Lonelylands se presentó en la pasad edición de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) y, desde entonces, ha sumado 15 contactos de productoras en busca de escenarios. El principal referente paisajístico de quienes pretenden venir a rodar a Aragón es el desierto de los Monegros, pero los páramos de las tierras altas de la provincia de Teruel ofrecen también entornos desérticos.

Para atraer producciones, las dos comarcas ofrecen el uso gratuito de los espacios públicos y también el pabellón ferial de Calamocha para quienes precisen rodar en interiores. Además, los clientes podría utilizar una sala de visionado en Tornos.

La asesora de Lonelylands, Estíbaliz Centeno, explica que la provincia de Teruel es “competitiva” como escenario de rodajes, más allá del aeropuerto de Teruel, marco elegido para numerosos rodajes de anuncios televisivos y videoclips. Apunta a que una secuela de la despoblación, la existencia de entornos abandonados “pero no vandalizados”, puede ser un gran reclamo. Además, el cielo turolenses está disponible para los rodajes desde el aíre, con la única excepción del aeropuerto de la capital y su entorno.

La ‘film comissión’ turolense se suma a proyectos homólogos impulsados desde las provincias de Zaragoza y Huesca en la captación de proyectos de cine y televisión como generadores de actividad económica y empleo. Entre las comarcas de Daroca y Jiloca suman 3.000 kilómetros cuadrados, con parajes singulares de con encanto como el castillo de Peracense y sus peñascos de rodeno, la laguna de Gallocanta o los páramos de Blancas, que recuerdan al desierto monegrino.

Rodaje en la laguna de Gallocanta.
Rodaje en la laguna de Gallocanta.
Nacho Fidalgo

El equipo de Lonelylands se encarga de proporcionar un entorno adecuado a cada proyecto audiovisual que pueda plantearse. Estíbaliz Centeno señala que toda la provincia tiene grandes posibilidades en este campo y la primera comarca en sumarse al binómio Daroca-Jiloca -con financiación de la Asociación para el Desarrollo Integral (Adri)- podría ser la Sierra de Albarracín. Centeno advierte de que se trata de “un mercado emergente” del que Teruel puede sacar mucho partido.

Tiene adelantados proyectos para rodar dos anuncios de marcas internacionales de artículos deportivos y una serie de televisión nacional, pero los responsables de la comisión no pueden precisar más porque la “confidencialidad” es una de las condiciones indispensables para culminar los proyectos, que también necesitan espacio aislados alejados de la mirada de curiosos. La despoblación garantiza este requisito y, además, relativamente cerca de Madrid.

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