Juicio a Igor el Ruso

Manuel Andreu: "El instinto de supervivencia me hizo maniobrar y marcharme"

El dueño del masico en el que se produjo el tiroteo regresó al pueblo conduciendo su coche pese a la grave herida sufrida.

Norbert Feher, alias Igor El Ruso. 28/01/2020 fotos Javier Escriche [[[FOTOGRAFOS]]]
Norbert Feher, alias Igor El Ruso, en un momento de su declaración esta mañana.
Javier Escriche

Manuel Andreu, el dueño del masico de Albalate del Arzobispo en el que se produjo el tiroteo que precedió al triple crimen de Igor el Ruso en Andorra, ha declarado en la Audiencia Provincial de Teruel mediante videoconferencia. Ha recordado que fue con el cerrajero Manuel Marcuello a arreglar la cerradura de su casa de campo y que, al llegar, dejó el coche enfocado hacia la puerta y con las luces encendidas para poder ver. 

Andreu ha narrado cómo el compañero salió rápido del coche para llevar a cabo la reparación, pues calcularon que la operación les llevara no más de un par de minutos. Cuál sería su sorpresa cuando, al ir a bajar del coche, vio moverse las cortinas de la puerta sin que su compañero hubiera tenido tiempo de llegar todavía. Ha relatado que, a continuación, "sentí los tiros, caí, de espaldas, encima de un montón de arena, supongo que sería por el disparo, porque noté como si me metieran un hierro ardiendo". Ha explicado que, tras mirarse el cuerpo, vio que tenía sangre. "Me temí lo peor, porque no vi al compañero por allí; pensé que lo habían matado", ha declarado.

Andreu, que no  pudo ver al autor de los disparos,  llegó como pudo al pueblo y contó lo que había pasado. Ha explicado que fue "el instinto de supervivencia" lo que le hizo subirse al coche, maniobrar y marcharse del lugar. "Pensé que si me quedaba allí me iban a matar", ha dicho. Mientras se alejaba, oyó disparos espaciados y, según ha concretado, recibió el primer impacto de bala estando justo al lado de su coche, ya saliendo y con el vehículo situado a unos seis u ocho metros del masico.

Ha explicado que otro disparo fue a parar al capó del coche, segando los cables de la batería. "Si hubiera estado el coche apagado no hubiera podido salir de allí", ha afirmado. Ha recordado que estaba "en la misma línea de tiro" y que "no hizo nada" al ser "algo que no te esperas".

El proyectil le pilló de lleno en el hígado, atravesándolo y dañándole también alguna costilla y parte del pulmón. Andreu cree que, por la trayectoria de la bala, Feher debió dispararle desde el suelo, mientras forcejeaba con su compañero. 

Andreu condujo un kilómetro y medio hasta llegar al cuartel de la Guardia Civil, a donde fue directo. "Si no hubiera sido porque salí corriendo en el coche, seguro que estaría muerto, perdí mucha sangre", ha dicho. Ha destacado que estuvo muy preocupado por lo que pudo haberle pasado a su compañero y por ello se llevó "una alegría muy grande al ver que poco después Marcuello llegaba al pueblo por su propio pie".

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