juicio a igor el ruso

Igor el Ruso: "Si estos dos hombres me hubieran tocado no estarían aquí vivos"

Él paramilitar de origen serbio que sembró el terror en la zona de Andorra a finales de 2017 reconoce ser el autor de los disparos que hirieron a dos vecinos de Albalate del Arzobispo.

Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, ha reconocido en el juicio que se sigue desde primera hora de la mañana en la Audiencia de Teruel que fue el autor de los disparos que el 5 de diciembre de 2017 hirieron de gravedad a dos vecinos de Albalate del Arzobispo en la casa de campo de uno de ellos. Los dos hombres, el propietario de la casa, Manuel Andréu, y el cerrajero Manuel Marcuello, habían acudido a ese 'masico', como se conoce en la zona a estas construcciones, para arreglar la cerradura del edificio.

En su declaración, y a preguntas del fiscal y el abogado que representa a una de las víctimas, Igor el Ruso ha asentido con la cabeza y ha relatado, a través de una intérprete, que ese día entró en dicha casa de campo y, al escuchar ruido, salió al exterior. Llevaba dos pistolas, las dos recogidas, y las sacó. Disparó, pero solo como advertencia. Con el segundo tiro apuntó a uno de ellos pero no sabe dónde le dio. Con el tercero -ha dicho-, al quitarse el de delante, le dio al que estaba detrás. 

El paramilitar de origen serbio ha negado que uno de los dos hombres se lanzara sobre él, en contra de lo relatado en su día por una de las víctimas. Igor el Ruso ha dicho que no disparó para matar, que en ese momento no había visto si ellos llevaban armas o no y que ellos no hicieron nada para atarcarle. "Si me hubieran tocado -ha declarado- ellos no estarían aquí". 

Al ser preguntado por si disparó hacia zonas vitales del propietario del masico y el cerrajero ha dicho que "no se veía mucho" y que la distancia entre él y los dos vecinos de Albalate sería de 4 o 5 metros. Ha narrado que ese día llevaba ropa militar, que no tiene permiso de armas ni en España ni en Italia y que la pistola 'Beretta' que llevaba la compró en Italia. Ha contado también que llevaba desde finales de septiembre en la zona. 

El acusado permanecerá dentro de una cabina de 2 metros cuadrados durante todo el proceso judicial.

A preguntas de la acusación particular ha recordado que disparó desde la puerta del masico y el casquillo salió despedido y ha insistido en que en ningún momento las víctimas intentaron atacarle ni defenderse porque, si no, estarían muertos. Su abogado defensor, Manuel Zapater, no ha hecho ninguna pregunta. 

Igor el Ruso ha llegado a la Audiencia de Teruel a las 8.30 en un furgón encapsulado entre varios vehículos especiales de la Guardia Civil y con un fuerte dispositivo de seguridad en el que ha participado también la Policía Nacional y la Policía Local de Teruel. Tras ser conducido a los calabozos de los juzgados, ha permanecido allí una hora. Sobre las 9.30, el procesado ha sido llevado a la sala de vistas. En los pasillos y ante los muchos periodistas acreditados para seguir el juicio, ha sonreído a las cámaras y ha saludado moviendo levemente una mano -iba esposado- manteniendo dos dedos levantados, recordando el signo de victoria. 

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