defensa 

La UME, en alerta ante las crecidas extraordinarias de los ríos del Pirineo

Los efectivos militares de la Base de Zaragoza también siguen con atención la evolución de un incendio en Valencia.

El río Aragón ha estado a punto de desbordarse a su paso por Canfranc.
El río Aragón, a punto de desbordarse a su paso por Canfranc, el jueves, 2 de noviembre
Fernando Sánchez

Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de la Base Aérea de Zaragoza están en alerta por si tienen que actuar a raíz de las lluvias que están recibiendo los ríos del Pirineo. La Confederación Hidrográfica del Ebro ha seguido las crecidas extraordinarias que han afectado esta semana a los cauces del Aragón, Gállego, Cinca y Ésera por los efectos de la borrasca Ciarán y no descartan que puedan volver a haber nuevas crecidas este fin de semana con la llegada de la borrasca Domingos.

“Estamos preparados y contamos con elementos de intervención para inundaciones”, señala el comandante Luis Martínez, portavoz de la UME. Pero el peligro de las crecidas del Pirineo coincide con un incendio registrado en Valencia: “Desde el jueves por la noche está preparado un subgrupo táctico, que son unos 100 militares, bajo el mando de un capitán, listo para salir si es necesario a apoyar a los compañeros que están interviniendo allí desde el jueves por la tarde”.

En realidad, la situación se afronta con dos unidades preparadas: una para salir inmediatamente al incendio y otra para atender unas hipotéticas inundaciones del Pirineo. “Si mejorara el fuego de Valencia, que parecer tener mejor previsión, ese subgrupo se reconfiguraría con los equipos de las inundaciones”, agrega el portavoz, “y tendríamos alrededor de 120 militares dispuestos para salir”.

Ante esta coyuntura, pasan la mañana del viernes comprobando el material dispuesto de achique, de contención y embarcaciones. Todo dispuesto por si se produjeran inundaciones en los cauces del Pirineo, que son más rápidos que una crecida del río Ebro.

El nuevo jefe del batallón, el teniente coronel Joaquín Núñez Regodón, ya advirtió en una entrevista realizada con HERALDO sobre el riesgo de las riadas del Ebro que suelen suceder cada tres años, como le han informado en la UME, tras las ocurridas las últimas en los años 2015, 2018 y 2021, señalaba el peligro que se produjera una en 2024.

El aumento de los caudales del Ebro pueden llegar a principios de año, aunque la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) estima que a mediados de diciembre podrían empezar las alertas.

“Alguna unidad que tenía prevista realizar instrucción, ante el riesgo de que nos activasen se ha quedado más cerca para facilitar la reacción”, sostiene el responsable de la Unidad.

De momento, la dirección general de Interior del Gobierno de Aragón no han alertado todavía a la UME.

Maniobras en Talarn

Estuvieron en unas recientes maniobras de Talarn (Lérida) a finales de octubre, unos ejercicios que realizan todos los años para que el nuevo personal que llega a la UME esté adiestrado para afrontar unas  inundaciones. “Aun así, en el Ebro, con la sequía que llevaba, todavía no preocupa y se ve muy suave. Preocupan las inundaciones del Pirineo porque avisan menos que el Ebro. Al haber más pendientes en sus las lluvias son más torrenciales y en la memoria de todos está la riada de Biescas (el 7 de agosto de 1996). Cuando se cuadra una tormenta y vienen los desbordamiento súbitamente, es lo más peligroso”, precisa el comandante Luis Martínez.

Aunque los efectivos de la UME son iguales ante los dos tipos de inundaciones, en el Ebro y los ríos del Pirineo, los militares son conscientes de que son dos escenarios muy diferentes y el material o la mentalidad que llevan es muy distinto. “En el Pirineo no llevas contención y lo primero que interesa son los rescates de personas que se llevan los ríos. Mientras que en el Ebro es más el achique y contener el cauce”, recalca el portavoz.

La situación de las borrascas que ha afectado al Pirineo pone en alerta a los militares enlazados con las autoridades de Protección Civil y la DGA para “monitorizar la emergencia”, con todos los datos que les pasan.

En los datos de la CHE, la gran crecida se registró el pasado jueves. El cauce del río Aragón llegó a los 72,5 m³ en Canfranc al mediodía, casi el doble de la crecida del pasado 26 de octubre, y alcanzó los 204 metros cúbicos en el paso de Jaca a las 11.30. Respecto al Gállego se llegaron en su paso por Sabiñánigo los 344 m³; en el río Cinca alcanzaron los 805 m³ por Escalona; en el Cinca por Lafortunada, los 409 m³; y en el Ara, en su estación de Boltaña, con 311 m³.

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