entrevista 

"Los anarquistas tenían intención de matar en el atentado de la Basílica del Pilar"

El comisario Francisco Javier Abadía, jefe provincial de Policía de Zaragoza, destaca que la detención de los dos chilenos condenados (Francisco Solar y Mónica Caballero) frenó nuevos atentados. ​

El comisario Francisco Javier Abadía, en la toma de posesión como jefe superior de la Policía de Zaragoza.
El comisario Francisco Javier Abadía, en la toma de posesión como jefe superior de la Policía de Zaragoza.
José Miguel Marco

El comisario Francisco Javier Abadía, jefe provincial de la Policía de Zaragoza, participó en la investigación de la Brigada de Información de la Policía Nacional sobre el atentado de un grupo anarquista en la Basílica del Pilar el 2 de octubre de 2013, y destaca en una entrevista concedida a HERALDO que la entrega de los compañeros de Zaragoza, en colaboración con los de Madrid (tras un atentado fallido en La Amudena) y Barcelona (donde residían los chilenos sospechosos), ayudó a la detención de los autores (Francisco Solar y Mónica Caballero) a los 45 días del suceso. Aun así reconoce que esta acción terrorista era "imprevisible" para las Fuerzas de Seguridad del Estado y destaca el “peligro” que supuso, aunque “con mucha suerte” no hubo víctimas.

Entre 2017 y 2023 ha sido responsable de la Brigada Regional de Información en la que se destaca la detención del grupo anarquista ‘Comando Insurreccional Mateo Morral’ que atentó en la Basílica del Pilar, y el esclarecimiento del atentado de Manuel Giménez Abad, presidente del PP, cometido el 6 de mayo de 2001 que, recientemente, ha supuesto la condena del etarra Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, a 30 años por la Audiencia Nacional.

¿Qué supuso para la Brigada de Información de la Policía de Zaragoza el atentado cometido hace diez años en la Basílica del Pilar, un lugar que apenas tenía vigilancia ni cámaras?

Nadie pensamos que iba a haber un atentado en la Basílica del Pilar. Me resistí a creerlo al principio, cuando me llamaron del Tédax, y pensé cualquier cosa menos que fuera un atentado. Era el 2 de octubre de 2013, celebrábamos el día de los Santos Ángeles Custodios (la fiesta de la Policía Nacional) y fuimos rápidamente allí. Se establecieron los parámetros de que fuera un atentado terrorista por si hubiera algún otro explosivo. La gente que estaba de libranza (los policías de la Brigada), nos llamaban continuamente y vinieron. Lo tomamos como algo propio porque era el Pilar, algo que es nuestro, de todos. Trabajamos en la zona circundante con la revisión de muchas cámaras, testigos…

En uno de los bares situados frente al Pilar se encontró en sus cámaras la mejor pista…

Es verdad, en una de las cámaras de un bar situado en frente del Pilar. No había testigos directos de la explosión y, al principio, el problema era que no sabías qué buscar. Alguno vio a gente que corría, pero era el momento de la confusión. Tuve la suerte de contar con inmejorables profesionales en la Brigada de Información porque éramos un gran equipo donde no cabían las individualidades. Se recopilaron todas las imágenes (más de 1.000 horas) y las declaraciones de los testigos. A un funcionario le sorprendió que aquel 2 de octubre hacía bastante calor y una persona llegó muy tapada a uno de los bares (en la plaza del Pilar). Otro se quedó fuera, el primero estuvo unos quince minutos dentro y salió con una bolsa grande. Con esa imagen acabamos buscándolos y los encontramos en los autobuses de la estación de Delicias. Se tapaban cada vez que pasaban por una cámara. Lo tenían todo perfectamente milimetrado.

¿Tuvieron que compararlo con otras grabaciones en La Almudena o en la Moreneta de Barcelona, no?

El primer atentado fue en La Almudena, pero no se pudo probar porque no había prueba objetiva y luego no explosionó. Llevaron un artefacto distinto al de aquí (realizado con camping gas) porque contenía algo de metralla. Creamos un equipo conjunto entre Zaragoza con Madrid, por esos antecedentes, dirigidos por la Comisión General de Información. Al detectar que vinieron y volvieron en autobús a Barcelona, se dio entrada también (a los policías) en la investigación. Se lograron unas imágenes suyas en el metro (de la Ciudad Condal), donde pensaban que no se les iba a localizar. Llevaban la misma ropa que luego en Zaragoza. 

Al sospechar de los presuntos autores, ¿cómo se resolvió su identificación?  

Teníamos las imágenes, pero no sabíamos quiénes eran por ser desconocidos a priori. En la Comisión General de Información, que llevan la cooperación internacional, detectaron que podían ser los individuos de Chile: Francisco Javier Solar, alias ‘Cariñoso’, y Mónica Caballero, alias ‘Moniquita’. Habían sido procesados poco antes en un caso bombas en Chile, pero como hubo defectos procesales, quedaron en libertad.

La primera condena de la Audiencia Nacional a los acusados fueron doce años, el Supremo les rebajó la pena a cuatro años y tras enviarlos a Chile, en 2017, les imputaron otros tres atentados (contra el exministro de Interior, a una comisaria de Policía y a un barrio de Santiago de Chile). El fiscal les pide 150 años de condena en el juicio celebrado el pasado mes de julio…

Estos anarquistas son gente muy convencida y actuaban con bastante frialdad. En la reivindicación de La Almudena y del Pilar se autodenominan de manera distinta: uno el grupo insurreccionalista y el otro grupo insurreccional Mateo Morral. El ideario anarquista habla de la propaganda por el hecho, es decir que lo importante era el atentado y da igual el nombre que le pongas al grupo. Hubo una publicación internacional de estos grupos por toda Europa, donde colgaron hasta fotos del Pilar. La visita a la Moreneta en Barcelona fue posterior al atentado de Zaragoza.

¿La seguridad se ha tomado en serio en la Basílica del Pilar desde entonces?

Desde el año 2013, la situación se complicó con el yihadismo y se tomó conciencia de que puede ser un objetivo terrorista. Luego se hizo un despliegue de seguridad más correcto para un templo.

¿Hay que mantener esa vigilancia con la situación actual?

Estamos en el nivel 4 antiterrorista, con criterios objetivos y parámetros muy tasados. Hay una reunión en Madrid de todos los organismos que se ocupan de la lucha antiterrorista y no es al azar.

¿El juicio a los anarquistas en Chile puede acabar en una condena?

No lo sé, pero puedo decir que los dos autores materiales del atentado de Zaragoza eran gente muy convencida. Él tenía publicaciones y un nivel intelectual alto. Había estudiado una carrera de letras y había estudiado el anarquismo. No era un delincuente que se había sumado porque sí sino por convencimiento.

¿Qué supuso para la Policía de Zaragoza resolver el atentado?

Para nosotros fue un orgullo poder detener a los autores del atentado de la Basílica del Pilar a los 45 días de cometerlo y evitar que se produjeran más hechos como éste. Aunque pasó como un atentado de nivel bajo, podía haber causado bastantes muertes. Era una bombona de camping gas cargada de pólvora y su proyección subió hasta ocho metros de altura. Pasó de la penúltima fila de asientos de la nave central a la segunda. Voló una chapa de 15 centímetros de diámetro y si hubiera habido alguna persona allí habría fallecido.

¿La mujer herida se pudo salvar por la columna de la nave?

Pero le llegó la onda expansiva (a los oídos y el cuerpo). Hubo mucha suerte porque se estaba medio desalojando (un grupo de 50 norteamericanos), pero la finalidad del atentado era matar gente. Hablaban de que arderán vuestros templos. La hora elegida era porque cuadraba su autobús de regreso. Hay que ver lo que han hecho en Chile o lo que intentaron en La Almudena, pero no pudo probarse.

¿Invertir en la seguridad del Pilar era lo adecuado?

Por supuesto. La tecnología nos ofrece ahora muchas posibilidades. Esto no quiere decir que vaya a evitarlo, pero nos puede apoyar mucho y prevenir ante posibles atentados. Se puede ver lo pasado en los últimos sucesos en Algeciras, con un cuchillo o un atropello múltiple.

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