Las reservas del Ebro caen ya al 50% mientras el Gállego y el Cinca se suman a la emergencia

El agua embalsada está casi 30 puntos por debajo de la media habitual a estas alturas de la primavera. El Huerva seguirá el mismo camino y el Ésera y el Noguera-Ribagorzana se mantienen en alerta.

Imagen del embalse de mediano a mediados de abril
Imagen del embalse de mediano a mediados de abril
Verónica Lacasa

El nivel de los embalses de la cuenca del Ebro, lejos de recuperarse en primavera con el deshielo, continúa semana tras semana cayendo en picado, hasta el punto de que la reserva ya es solo del 50% de su capacidad. Este es el porcentaje que midió ayer la Confederación Hidrográfica, al tiempo que anunciaba la entrada de nuevos ríos en el umbral de emergencia. El Huerva y la intercuenca Gállego-Cinca, la que más hectáreas riega, se suman así a la situación anunciada hace solo dos semanas para otras unidades territoriales como el Aragón y Arba, Bajo Ebro o el Eje del Ebro.

La reserva embalsada este lunes, una fecha significativa para los agricultores, la de su patrón, San Isidro, era de 3.957 hectómetros cúbicos, la mitad de la capacidad de la cuenca del Ebro, con la previsión de que siga bajando. En solo dos meses, desde el 13 de marzo, ha perdido más de 700 hectómetros cúbicos. Entonces estaba al 59%, con 4.674 hm³. Pero sobre todo las cifras actuales contrastan con las medidas en años anteriores. La reserva en 2022 por esta fecha era de 6.100 hm³, más de 2.000 hectómetros cúbicos por encima, el 77% de la capacidad total, mientras que el promedio del último lustro es del 79%.

Las malas noticias se suceden un día tras otro, y continúa sin llover. El pasado 12 de mayo, la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, declaró la "situación excepcional por sequía extraordinaria" en la Cabecera y Eje del Ebro, el Bajo Ebro y las cuencas del Aragón y Arba. Y ayer, de acuerdo al Plan de Sequías, la Confederación ofreció un avance de los índices a 15 de mayo en las zonas en emergencia y alerta. Salvo cambio en las precipitaciones en las próximas dos semanas, la zona del Huerva se encontrará previsiblemente en emergencia o al borde de la misma a finales de mayo.

Más clara es la situación en el Gállego y el Cinca, que a falta de su confirmación a 31 de mayo, "se puede decir que ya se encuentran en emergencia", confirmó la CHE. Esta intercuenca abastece 130.000 hectáreas del sistema de Riegos del Alto Aragón, en las provincias de Huesca y Zaragoza, principalmente desde los embalses de Mediano y El Grado. El primero está a solo el 20% de su capacidad. En el segundo, donde se están almacenando las reservas, ya hubo que parar la producción hidroeléctrica hace varias semanas.

Para el presidente de Riegos del Alto Aragón, José Antonio Pradas, "no ha sido una sorpresa". La Comisión de Uso de las Aguas de este sistema ya barajaba el umbral de emergencia. "Era algo esperado porque pasan los días y sigue sin llover", señaló. Aclaró que esta declaración no tiene por qué afectar al reparto de agua (4.000 metros cúbicos por hectárea), "a pesar de que las curvas indican que estamos por debajo de los peores niveles". En su opinión, todavía es pronto para hacer cálculos de las pérdidas.

Llover a cántaros

"Las previsiones del tiempo dan agua para la próxima semana pero tendría que llover a cántaros", indicó Pradas. "Está todo tan seco en las cabeceras que tardaremos en ver bajar agua por los ríos, hasta que la tierra la absorba y se rellenen los acuíferos".

Los ríos Noguera-Pallaresa, Noguera-Ribagorzana y Ésera, empeorarán su situación pero según la Confederación posiblemente no entrarán en emergencia a 31 de mayo.

La sequía están marcando niveles mínimos en muchos embalses. Es el caso de la presa del Ebro, en la cabecera, en los valores más bajos para estas fechas de toda la serie histórica (desde 1958), solo comparables a la sequía de 1989-90.

La situación también es "totalmente inédita para un mes de mayo" en el Bajo Ebro, según la CHE. Mequinenza se encuentra unos 200 hectómetros cúbicos por debajo del mínimo histórico para estas fechas. "No es comparable a nada vivido con anterioridad. Debería darse un cambio radical en las precipitaciones y de forma generalizada para alterar la situación de emergencia", indican los técnicos de la cuenca encargados de elaborar los mapas de sequía.

Y en el río Aragón, que también seguirá en emergencia, las reservas en el embalse de Yesa a 15 de mayo solo han sido inferiores durante el episodio de sequía de 2001-02.

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