Las ayudas de urgencia de los grandes municipios de Aragón aumentan en 2022 un 19,8% 

La demanda en el Banco de Alimentos de Huesca crece un 30%, mientras los de Zaragoza y Teruel mantienen los usuarios. Cáritas detecta un repunte de las peticiones para pagar la vivienda y alerta de las "situaciones de hacinamiento".

Así clasifican los voluntarios del Banco de Alimentos los productos de la Gran Recogida
Así clasifican los voluntarios del Banco de Alimentos los productos de la Gran Recogida
José Miguel Marco

El coste de la vida y los últimos coletazos de la crisis económica que desató la pandemia ha empeorado las condiciones de pobreza y exclusión de aquellas familias que ya atravesaban un momento difícil y el número de las que bordean la pobreza no desciende. Así lo refleja el balance de las ayudas de urgencia concedidas por los ayuntamientos de las tres capitales de provincia, que cerraron 2022 con la concesión en conjunto de 13.419.775 euros en este tipo de subvenciones, un 19,83% más que en el ejercicio anterior.

Zaragoza, con una población de 695.875 habitantes, según el último padrón que maneja el propio Ayuntamiento, es un buen termómetro para pulsar la situación. Registró un incremento del 20,11%, al pasar de 10.957.733 euros a 13.161.789. Como viene siendo habitual, las ayudas destinadas a la alimentación fueron las más numerosas, supusieron el 69,61% de las solicitadas (31.233) y el 57,70% del importe concedido (7.593.974 euros).

No obstante, la mayor subida porcentual se produjo en Teruel, donde el Ayuntamiento tuvo que incrementar un 26,35% la cuantía global de las ayudas de urgencia. Así, frente a los 63.146,10 euros que entregó a lo largo de 2021, en 2022 fueron necesarios 79.786,30 euros. Una excepción es el de Huesca, que hasta el pasado 16 de diciembre otorgó 711 subvenciones de urgencia con un importe que superó los 178.200 euros, una cifra similar a la de 2021. El 59,6% se destinó a alimentación, alimentación infantil y pañales.

Los bancos de alimentos batieron récords en los momentos más duros de la pandemia, y aunque la cifra de aragoneses a los que dan de comer descendió en 2021, el año pasado la demanda aumentó un 30% en el de Huesca, estima su responsable, Julia Lera, mientras se mantuvo en los de Zaragoza y Teruel.

"En el último trimestre de 2022 recibíamos varias llamadas cada día de gente que nos pedía comida, fue un repunte importante. Desde después de Navidad han ido a menos", cuenta el presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, José Ignacio Alfaro.

En 2022 repartieron 3.717.000 kilos de comida, un 11,88% menos que en 2021 (4.218.00 kilos), pero llegaron prácticamente al mismo número de beneficiarios, 22.864 el año pasado frente a 22.877 en 2021. La caída en las toneladas responde en parte a la menor cantidad de productos que se han repartido de los Fondos Europeos de Ayuda a los Más Desfavorecidos (FEAP). En 2021 se hicieron los tradicionales tres repartos con 878.00 kilos que el año pasado ya se limitaron a dos y 676.000 kilos, un 23,% menos. De cara a los próximos meses Alfaro explica que, de momento, seguirá el sistema actual, aunque se plantea implantar las tarjetas monedero e introducir otros productos como el aseo personal, material escolar o calzado.

Preparativos de la comida de Navidad en el comedor de la parroquia del Carmen de Zaragoza.
Preparativos de la comida de Navidad en el comedor de la parroquia del Carmen de Zaragoza.
Oliver Duch

Ley contra el desperdicio

La organización pondrá en marcha dos nuevas iniciativas este 2023. Con la colaboración gratuita de Amazon va a crear un circuito para que los alimentos se lleven directamente a cinco o seis entidades a las que suelen atender habitualmente. Alfaro también lleva meses negociando con un servicio de cáterin la recogida de los menús que sobran en un colegio zaragozano para poder aprovecharlos en una parroquia que reparte comida. "Se trata de un proyecto piloto a pequeña escala que se adelanta a la ley contra el desperdicio. Nosotros compramos los táperes para su congelación y las barquetas para el transporte que hará gratis una empresa. Si funciona, se podría extender a otros lugares", explica Alfaro.

El banco de alimentos turolense atendió en 2022 a 19.502 personas. Si bien la cifra es algo menor que la registrada en 2021, con 20.500 beneficiarios, sigue siendo muy alta si se compara con el índice que había en 2019, antes de la pandemia, cuando esta institución atendió a 16.500 solicitantes. La covid disparó en 2020 el número de beneficiarios, situándose en 19.000, y aún no se han recuperado los datos prepandémicos.

Entidades como Cáritas Diocesana alertan de que la vivienda es el motor elemental de la desigualdad y un factor clave en las dinámicas de exclusión social de Aragón actualmente. "En 2021 un 28% de las familias acogidas residían en habitaciones alquiladas, un porcentaje que en 2022 posiblemente se mantendrá o aumentará", apunta la coordinadora de Intervención Especializada de la oenegé en Zaragoza, Ana Mari Gutiérrez. "Las situaciones de hacinamiento persisten y falta vivienda social por parte de las administraciones", afirma.

Las ayudas económicas concedidas por Cáritas Zaragoza descendieron ligeramente en 2022 pasando de un montante total de 1.899.097 euros en 2021 a 1.617.135 euros. Se otorgaron 1.458 menos. Gutiérrez destaca que más de la mitad, un 53% sirvieron para hacer frente a los gastos generados en los hogares como el alquiler, las facturas de luz y gas y el equipamiento. Y estas han sido las que han repuntado junto con las de transporte y locomoción.

Interior de las instalaciones del albergue municipal
Interior de las instalaciones del albergue municipal
Ayto. de Zaragoza

Zaragoza aspira a recibir 5,7 millones contra el sinhogarismo 

El Ayuntamiento de Zaragoza aspira a recibir 5,7 millones de fondos europeos para un proyecto destinado a disminuir el sinhogarismo bajo el título ‘Albergando culturas como vehículo de inclusión social’ (‘Hosting culture’). Engloba la esperada reforma del Albergue Municipal y la recuperación del antiguo cuartel de San Agustín, la puesta en marcha de 32 pisos tutelados más para favorecer la integración de transeúntes y la creación de un centro cívico y salón de usos múltiples, además de implantar las nuevas tecnologías y ampliar las acciones de autoaprendizaje y formación para la empleabilidad de este colectivo.

El concejal de Acción Social, Ángel Lorén, explicó que esta propuesta se ha presentado a la convocatoria de Acciones Innovadoras de la Comisión Europea dirigida a promover iniciativas audaces y creativas en áreas de más de 50.000 habitantes que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

Cada proyecto puede recibir una ayuda de hasta 5 millones procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. ‘Albergando culturas’ plantea un presupuesto global de 5.794.920 euros, de los que 4.635.936 son de financiación europea y un 1.158.984 aportaciones de los diferentes socios. Para este plan el Ayuntamiento cuenta, en la parte social, con la implicación de las fundaciones Ozanam y Fundaz (Fundación Agustina Zaragoza), además de la participación de las empresas Hiberus y el Centro Tecnológico ITA (Instituto Tecnológico de Aragón). También se prevé el apoyo de tres ciudades que repliquen esta iniciativa. Aunque de momento no se han incorporado, sí se han recibido solicitudes de interés de Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, Grecia, Italia y Rumanía, de las que se han seleccionado tres candidatas: Verona (Italia), Timisoara y Neapoli-Sykies (Grecia).

"Se trata de nuevos enfoques contra el sinhogarismo basados en el patrimonio cultural, dotándolo de servicios dirigidos a la integración social de estas personas y contando siempre con un proceso de participación", señaló Ángel Lorén. A estos fondos europeos se vinculan dos de los 4,5 millones que costarán los trabajos de ampliación del albergue.

Encuentro de Eurocities

Zaragoza se prepara ya para ejercer como ‘capital de Europa’ durante los tres días, del 22 al 24 de marzo, que acogerá una reunión de la red Eurocities en la que se hablará sobre políticas sociales de lucha contra el sinhogarismo. Las sesiones se desarrollarán en el Centro de Historias, que forma parte del complejo del antiguo convento de San Agustín, alrededor del que gira el proyecto ‘Albergando culturas’. Se espera la representación de unas 15 ciudades europeas y se va a invitar al Ministerio de Derechos Sociales.

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