Zaragoza activa el plan de emergencia contra el frío con 143 plazas en el albergue y 136 en pisos sociales

La Aemet prevé mínimas de hasta dos grados bajo cero de cara al final de esta semana.

Interior de las instalaciones del albergue municipal
Interior de las instalaciones del albergue municipal
Ayto. de Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza ha activado el protocolo de emergencia contra el frío ante el descenso de las temperaturas, con mínimas de en torno a siete grados que de cara al final de semana podrían caer hasta los -2, según las últimas predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El concejal de Acción Social, Ángel Lorén, ha confirmado este lunes que unas cien personas han pasado la noche del pasado domingo en el albergue, quedando aún más de 40 plazas disponibles que podrían ampliarse en caso de necesidad. Solo en el albergue se habilitarán 143, dos más que el año pasado, con 73 plazas en habitaciones individuales, 32 en los pabellones de emergencia y 16 más en las estaciones adicionales que se acondicionan para la época de frío.

El objetivo, según Lorén, es que haya siempre huecos disponibles y nadie tenga que dormir al raso. Para conseguirlo, el albergue cuenta también con siete plazas en módulos individuales, así como con diez en la llamada Casa abierta de los hombres y seis en la de las mujeres pensadas para personas "con especiales dificultades".

Además de este recurso, el Consistorio tiene 63 viviendas sociales con 136 habitaciones distribuidas por diferentes zonas de la ciudad. En estos momentos serían unas 130 las personas que duermen en la calle en Zaragoza, un número que se ha mantenido estable en los últimos ocho años, según las estadísticas municipales y el reciente censo elaborado por Cruz Roja.

Lorén ha subrayado que el personal del albergue seguirá llevando a cabo la primera acogida, ofreciendo a cada usuario "el tipo de alojamiento que se considere más adecuado" a sus características y necesidades. Además, en él podrán acceder a servicios completos de desayuno, comida y cena, ofreciendo bebidas calientes tanto a personas que estén alojadas como no "fuera del horario de comedor". También podrán ducharse y se entregará ropa de abrigo a quienes lo necesiten.

De acuerdo con el titular de Acción Social, el protocolo permanecerá activo mientras las mínimas sigan en torno a los cinco grados. "Habitualmente, los periodos de estancia en el albergue son de siete días. Pero en este caso se amplían a 14 y cuando se produce una situación de frío extremo, los plazos se amplían aún más", ha expuesto. A este respecto, ha agregado que los servicios municipales no pueden obligar a las personas a trasladarse a este equipamiento. "No siempre toman la decisión de venir. Ocurrió también en pandemia. Para ello, tenemos un dispositivo de información para informarles sobre los dispositivos que pueden utilizar", ha dicho.

También se ha referido a la reforma del albergue, un proyecto que está en licitación y que, previsiblemente, entrará en fase de obras en primavera. "Es un camino sin retorno", ha agregado Lorén. En su opinión, esta iniciativa "tiene que tener derecho" a acceder a ayudas de la Unión Europea. "La consejera de Derechos Sociales, María Victoria Broto, está al corriente del proyecto desde el primer minuto. Tenemos una reunión pendiente para definir en qué convocatoria se podría incluir. Pero haya o no financiación europea, se hará y saldrá adelante", ha manifestado.

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