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Navidad sin sustos: claves para evitar un atragantamiento

Para salir indemne de las 12 campanadas del 31 de diciembre, hay que elegir uvas muy pequeñas. Y ante las comidas y cenas familiares habituales en estas fiestas, saborear los alimentos, masticándolos con calma.

Las uvas tienen una textura resbaladiza que puede deslizarse por la garganta sin haberla masticado.
Racimos de uva, en una imagen de archivo.
Pixabay

Se pongan en situación: toda la familia está sentada a la mesa el día de Nochevieja cuando, de repente, el comensal que está a nuestro lado se atraganta con la cuarta uva de las campanadas. Lo que iba a ser una alegre entrada de Año Nuevo se convierte en un momento de incertidumbre y duda. ¿Cómo hay que actuar? ¿Es lo mismo un adulto que un niño? ¿Cómo se puede evitar?

Pilar Sánchez Cuenca, médico especialista en medicina intensiva en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Miguel de Zaragoza, apunta que afortunadamente son pocas las personas que llegan a la UCI por atragantamientos (en situación de parada) y, en su caso, la mayoría de los que ha tratado han salido adelante. "Si es una obstrucción completa, dejas de respirar. Es como si te ahogaras sumergido en una piscina y es muy poco el tiempo que se tiene para reaccionar si realmente está ocluida la vía aérea", asegura.

Asimismo, detalla que en personas con algún tipo de discapacidad o problema neurológico es más fácil que se produzca un atragantamiento. "Pero también puede ser simplemente en una comida; a lo mejor tienen un golpe de tos o se están riendo mientras comen y el alimento se va a la vía aérea", explica Pilar Sánchez, quien resalta el caso de los niños. "A veces están jugando con piezas muy pequeñas, que no son necesariamente juguetes. Ellos se llevan todo a la boca y eso puede ser motivo de atragantamiento. Quizá es la población que más acude a urgencias por este motivo", remarca.

Bajo esta realidad y ante las Navidades, esta médico aconseja regalarles juguetes homologados y evitar para niños muy pequeños artículos cuyas piezas se puedan soltar fácilmente. Mientras, de cara a las próximas comidas y cenas familiares, con las personas mayores recomienda evitar alimentos muy consistentes y apostar por aquellos de fácil masticación. "A veces tienen dificultad para masticar bien porque su dentadura ya no está en una situación óptima. No pueden triturar bien lo que comen y tragan cantidad de alimentos más grandes de lo que sería aconsejable", subraya.

Para esta galena, lo correcto es saborear la comida, poder masticar con calma y disfrutar de todo el tiempo invertido en la cocina en las fiestas navideñas. Y ante las campanadas del 31 de diciembre, lo suyo sería aplicar el "sentido común", es decir, si uno no es capaz de seguir el ritmo de las 12 campanadas, parar de comer uvas, tragar lo que aún queda en la boca y luego continuar. Además, hace hincapié en evitar las uvas grandes. "Hay gente que esa noche come gominolas, Lacasitos, olivas... Lo más importante es que sean piezas muy pequeñas y podamos entrar el Año Nuevo con alegría y sin ningún incidente. Que sea algo pequeño para que dé tiempo a masticarlo; no se trata de tragarte las uvas, las olivas... sino que tengas tiempo para masticarlas correctamente y seas capaz de ir comiendo de una en una", recomienda. Y también se pueden quitar las pepitas.

En cuanto a las señales de alarma de que alguien se está atragantando, una de ellas es que la persona en cuestión deja de hablar y se lleva a la mano a la garganta. "Generalmente como mecanismo de defensa se inicia la tos y si vemos que esta no es suficiente para que expulse el cuerpo extraño, lo que hay que hacer es darle golpes en la espalda -entre los dos omoplatos-. Y hay que ayudarle a que incline la cabeza hacia adelante para favorecer que ese cuerpo extraño salga hacia adelante. Se dan cinco golpes entre las dos escápulas", explica Pilar Sánchez Cuenca.

En el caso de que esa actuación no sea suficiente, y siempre y cuando el paciente este consciente, hay que pasar a realizarle la maniobra de Heimlich. "Se coloca la persona que lo va a hacer por detrás de la víctima y se cierra el puño abrazando los dedos al pulgar. Las manos se colocan en el abdomen, entre el ombligo y la caja torácica. Las manos del reanimador abrazan al paciente y se dan hasta cinco golpes hacia dentro y hacia arriba. Si con esto es suficiente, muy bien; y si no se alternan los golpes en la espalda con esta maniobra", señala esta médico especialista en medicina intensiva, que también habla de mantener la calma.

La Maniobra de Heimlich, o Compresión Abdominal, es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, bloqueado por un alimento o cualquier otro pequeño objeto.

Si no está consciente y ha entrado en situación de parada, hay que avisar inmediatamente al 061 y hacer las maniobras de reanimación cardiopulmonar. "Lo que hay que hacer son las maniobras de masaje cardiaco. Eso es arrodillarse junto al paciente y, con el talón de la mano, entrelazar las manos y en el tercio inferior del pecho, sobre el esternón, hacer comprensiones a un ritmo de 100-120 por minuto. Eso hasta que lleguen los servicios  de emergencia puede salvar vidas. Vale más hacerlo que no quedarnos mirando a esperar. Si está en situación de parada, por cada minuto que se demora la atención se pierde un 10% en la posibilidad de recuperar a ese paciente con vida. Y lo que es más importante: con calidad de vida. De nada sirve sacar a un paciente que permanece en una situación de coma vegetativo", informa.

Lo que no se debe hacer

  • Meter la mano en la boca sin ver antes el objeto que obstruye la vía aérea. Si se actúa de ese modo, se corre el riesgo de empujarlo más hacia adentro. "Hay que introducir el dedo dentro de la boca como si fuera una especie de gancho, siempre que se vea el objeto y sea fácil de coger", advierte Pilar Sánchez Cuenca.
  • Dar golpes fuertes en la espalda con el paciente en vertical. Este debe estar inclinado hacia adelante para facilitar la expulsión del cuerpo extraño.

Cómo actuar si uno está solo

  • Intentar toser e inclinarse un poco hacia adelante.
  • Automaniobra de Heimlich. Como explica la galena, hay que dejarse caer sobre una superficie roma (como, por ejemplo, el respaldo de un silla) para intentar forzar "la presión negativa que hacemos cuando colocamos el puño entre el ombligo y la caja torácica". 
  • Y, ante todo, intentar pedir ayuda. "Ponerse en un sitio donde sea fácil que te vean y te puedan ofrecer auxilio", señala. O a través del móvil en el caso de que sea viable mientras uno tose.

¿Y si es un niño en el que atraganta?

  • En los lactantes. Aunque la actuación con los niños es igual que con los adultos, a los más pequeños hay que ponerlos boca abajo y sobre el brazo para a continuación darle los cinco golpes en la espalda. "Lo que se hace es meter un dedo en la boca para sujetar la lengua y favorecer que pueda expulsar el cuerpo extraño y se pone boca abajo", detalla.
  • Los niños con más edad. También la maniobra de Heimlich, pero no hay que levantarlos del suelo a la hora de realizarla. "Se debe adaptar la fuerza a su tamaño".

Pacientes con disfagia

Más de 2,5 millones de españoles sufren disfagia orofaríngea (DO), un trastorno de la deglución que causa un elevado riesgo de atragantamiento, y el 90% no están diagnosticados ni reciben tratamiento o alimentación adecuada, según informó este lunes la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, con motivo del Día Mundial de la Disfagia.

  • Evitar los líquidos. Para ellos, es más fácil poder ingerir alimentos triturados o muy desmenuzados.
  • No darles piezas (o bocados) grandes.
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