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El incendio de Ateca calcina 6.000 hectáreas y obliga a desalojar a más de 2.000 vecinos de cinco localidades
El fuego, que avanza sin control, ha arrasado más de 6.000 hectáreas, cortó en la A-2 y la línea ferroviaria. El viento viró por la noche y obligó a trasladar a los afectados al polideportivo de Calatayud.
El virulento incendio de Ateca ha avanzado durante la noche de este martes y la madrugada de este miércoles sin control. Aunque confiaban en que la bajada de la humedad y la velocidad del viento permitiera controlar la "compleja situación", el cierzo arreció por la noche y empeoró aún más la situación.
A Moros y Villalengua, evacuados por la tarde, se sumaron pasadas las 22.00 Alhama de Aragón, Bubierca, Castejón de las Armas, y en Ateca estaban avisados de que podían salir del pueblo en cualquier momento. Casi todos fueron conducidos a Calatayud, donde se habían preparado 200 camas y se vieron "desbordados". A medianoche estaban reubicando a los desalojados en hoteles, en un albergue de temporeros privado, en el recinto ferial y en el pabellón municipal, donde tuvieron que poner sacos de dormir. "Era un caos", denunciaron. Y es que fueron más de 2.000 las personas desalojadas por el fuego y que han pasado la noche lejos de sus casas, amenazadas por el fuego. Solo en Alhama, a los más de mil vecinos se sumaron los turistas alojados en los dos balnearios.
Aunque en un primer momento se informó de que también habían tenido que evacuar el municipio de Contamina, finalmente se trataría simplemente de una recomendación del Ayuntamiento en un bando municipal. Desde el Gobierno de Aragón aseguran que por el momento no se ha procedido al desalojo de ese municipio.
Un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han trabajado toda la noche en la zona. Se han calcinado, hasta el momento, ya más de 6.000 hectáreas. Llegaron a cortar siete kilómetros de la autovía A-2, del punto kilométrico 204 al 211. Los más de 200 bomberos y agentes de la naturaleza intentaban sin éxito frenar el fuego. Evacuaron, por precaución, a una docena de mayores de la residencia de Villarroya de la Sierra.
A media noche también hubo que interrumpir el tráfico ferroviario. Esta mañana se ha restablecido a primera hora la alta velocidad entre Zaragoza y Madrid, pero la línea convencional sigue cortada.
No fue posible mantener Aragón a salvo del "azote inmisericorde" de los incendios, y el de Ateca es ya el peor incendio del año y figurará entre los más voraces de la Comunidad. Lo lamentaba ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, que explicó que era un "incendio de proporciones muy importantes".
El presidente Lambán encabeza en la mañana de este miércoles la mesa de crisis en el Centro de Coordinación Operativa en el Pignatelli. Se ha anunciado que informará a los medios a la salida de esta reunión, con la última hora del avance del fuego y las medidas a tomar para tratar de frenarlo.
El viento y el calor no ayudan
Las circunstancias climatológicas no fueron las más propicias para controlar el fuego. Temperaturas altas, humedad baja y viento cálido y seco. Confiaba el director general de Medio Natural, Diego Bayona, en que por la noche el riesgo para las poblaciones estuviera controlado. Será clave cómo evolucione este miércoles la situación, pues está previsto un cambio en la dirección del viento. Se actuará igual que hoy: avisando con tiempo a las poblaciones cuando sea necesario evacuarlas o confinarlas.
Bayona explicó que los esfuerzos se centraron en proteger Moros, que fue la localidad "que corría más peligro". "Se han focalizado todos medios posibles. No ha sido fácil", reconoció. Ardió alguna vivienda, pero fuera del casco urbano, según explicaron. Por la noche, esperaban tener una "buena oportunidad de trabajar" si bajaba la humedad relativa y del viento.
Entre las zonas donde se veía posible contener el avance del fuego, Bayona se refirió a las de cultivo. Agricultores de Cubel, Cervera, Moros y Villalengua se movilizaron ante la llamada de los alcaldes de la zona para intentar frenar el avance del incendio. «Se han labrado los rastrojos de los campos de cultivo y parece que está siendo efectivo», señaló José María Alcubierre, secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga). En Villalengua, por ejemplo, salieron "con todo": atomizadores, cubas… También ayudaron aquellas tierras donde había pasado el ganado. "Al estar corrido y la masa seca, ha cortado bastante". Lamentó la dureza de lo que estaban viviendo, sobre todo en Moros. "Está rodeado de humo, pero parece que el pueblo se ha salvado. No obstante, hay pajares y casetas que están completamente arrasadas", explicó.
Diego Bayona agradeció el trabajo de los agricultores: "Están haciendo una gran labor. Acuden en cuanto se les llama a colaborar para perimetrar y hacer cortafuegos en todas las líneas donde les estamos llevando".
Lambán, que visitó en el pabellón de Ateca a 65 evacuados, que por la noche fueron derivados a Calatayud, sostuvo entonces que las cosas se estaban haciendo con la suficiente antelación y precaución: "Quienes tienen que tomar las decisiones, lo hacen curándose en salud y arriesgándose más a equivocarse por exceso de precaución que por lo contrario".
Casi a medianoche, reconocía a través de Twitter que la situación en las últimas horas la situación se había "complicado mucho". "Preocupación y alerta máxima", advirtió. Fue el preludio de una compleja noche, con la comarca Comunidad de Calatayud con el corazón en un puño.
