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¿Cuánto cobra un camarero por trabajar en las fiestas de Teruel? ¿Y en San Fermín?

La capital turolense y la navarra están inmersas en la celebración de sus fiestas, tras dos años anuladas por la pandemia.

La zaragozana Irene Márquez, trabajando de camarera en la barra de un bar.
La zaragozana Irene Márquez, trabajando de camarera en la barra de un bar.
I. M.

Se podría decir que las ganas de salir y de celebrar una fiesta por todo lo alto se han duplicado, si se tiene en cuenta que los dos últimos años la pandemia dejó en 'stand by' la organización de festejos patronales, seña de identidad en nuestro país. Una situación que supuso un duro golpe para la sociedad y que afectó de manera directa a la hostelería y la restauración.

Un sector, que ahora comienza a levantar el vuelo, pero que demanda camareros profesionales, tal y como indica el último informe de la Seguridad Social en el que se refleja que un 2,8 % de los trabajadores de la hostelería que antes de la pandemia trabajaba en ella no ha vuelto a sus puestos de trabajo.

Quien sí lo ha hecho, aprovechando las fiestas de Teruel es la zaragozana Irene Márquez. Tiene 25 años, es graduada en Márketing e Investigación de Mercados por la Universidad de Zaragoza, trabaja en la Cámara de Comercio de Zaragoza y, cuando puede, también de camarera. 

"A los 18 años comencé a trabajar en barras de fiestas en Zaragoza. Desde entonces y después de haber estado en varios sitios, sin duda, me quedo con Teruel", cuenta la joven que este viernes, al salir de su trabajo en la capital aragonesa, ponía rumbo a la Vaquilla "para darlo todo, pero trabajando".

"Son unas fiestas especiales, por el ambiente, por la gente... Por todo en general. Y las condiciones laborales, como en otros sectores, depende del grado de los profesionales y del puesto de camarero que desempeñes", comenta la zaragozana.

Con una media estimada de sueldo pagado a 10 euros la hora, ella asegura no trabajar solo por el dinero, "que también", sino por las "inmejorables" condiciones que le ofrece la empresa de eventos que le contrata. "Estaré cuatro días intensos y sin parar. Pero es cierto que se respetan los horarios, con sus correspondientes descansos", asegura Irene Márquez. 

"Te tiene que gustar lo que haces y a mí me encanta", asegura la joven, horas antes de ponerse detrás de una de las barras de la peña El Chasco de Teruel, que no cierran ni de día ni de noche. "Somos un grupo amplio de camareros con distintos turnos de horario. Hay compañeros con los que ni siquiera coincides en todo el fin de semana. La experiencia compensa incluso el agotamiento con el que acabas cada día", asegura Irene Márquez.

Sara Giaquinta Santamaria trabaja como camarera en San Fermín.
Sara Giaquinta Santamaria trabaja como camarera en San Fermín.
S. G.

Quien también está disfrutando "y mucho" estos días es la joven Sara Giaquinta Santamaría, pero en otro escenario festivo, también por excelencia para estas fechas. Su destino elegido es Pamplona y los Sanfermines. Fisioterapeuta de profesión, esta joven de 25 años, que ha trabajado en Zaragoza "hasta hace unos meses", decidió vivir desde dentro las fiestas de la capital navarra "por motivos económicos". 

"Tengo previsto viajar a Australia y es la manera más fácil de ahorrar. Una amiga mía ya había trabajado en un bar en Pamplona y me convenció para venir. Se gana bastante dinero en poco tiempo, pero no es tan fácil como parece. Son muchas horas de trabajo durante varios días seguidos. Aunque lo cierto es que merece la pena, porque también te diviertes", comenta la joven, horas antes de ponerse detrás de la barra de un bar, junto a la plaza del Castillo de Pamplona. "Me vine hace una semana para aprender cómo se trabaja aquí y conocer a los compañeros, porque no es tan sencillo ser camarera como parece", apunta Sara Giaquinta . 

"La hora se paga aproximadamente a 15 euros, pero varía en función del sitio en el que estés. Me han hecho un contrato de once jornadas y trabajo una media de doce horas diarias con sus correspondientes descansos y paradas para comer. No me puedo quejar de las condiciones la verdad", dice Sara Giaquinta, que cuando acabe los Sanfermines contará con cerca de 2.000 euros más en su cuenta.

"Hay varios turnos de trabajo, en cada unos somos diez personas contando cocineros y servicio de limpieza. La experiencia está siendo muy buena", explica la fisioterapeuta, "aunque solo llevo tres días y están siendo muy intensos". "Seguro que la aventura acaba igual de bien que ha empezado... Eso sí, estaré algo más que agotada", concluye entre risas.

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