Niños y jóvenes aragoneses que miran al futuro del mundo con mucha rasmia

Carlos, Ana y Damián son los tres aragoneses que forman parte del Consejo Estatal de participación de la Infancia y Adolescencia. Educación, ocio o ecologismo articulan sus cartas a sus Majestades de Oriente y deseos para 2022.

Los ‘pequeños consejeros’ de Aragón ya piensan ideas para proponer al resto de sus compañeros
Los ‘pequeños consejeros’ de Aragón ya piensan ideas para proponer al resto de sus compañeros
Heraldo.es

Carlos es de Teruel y quiere estudiar Derecho y Ciencias Políticas. En cambio, Ana, muy vinculada con Alpartir, opta más por lo creativo, le gusta escribir, el teatro, la música y el cine. Damián es un oscense – "de pura sangre"- apasionado por las ciencias y el deporte, así que se decanta más por la Fisioterapia. Estos jóvenes -de 11, 12 y 17 años, respectivamente- son los tres aragoneses elegidos para formar parte del Consejo Estatal de Participación de la Infancia y Adolescencia, un proyecto de Unicef y la Plataforma de Infancia adscrito al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

"Es muy importante que escuchen la opinión de los jóvenes, un grupo que parece que siempre estamos haciendo gamberradas o botellón"

Estos 'pequeños consejeros' son el futuro de Aragón y piensan en el porvenir del mundo. "Siento mucho orgullo por pertenecer a un proyecto como este, tan innovador", confiesa Damián Laguarta, quien representa a la juventud y a la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas). "Es muy importante que escuchen la opinión de los jóvenes, un grupo que parece que siempre estamos haciendo gamberradas o botellón. Pero en cinco años estaremos pagando las pensiones o atendiendo a personas en un hospital", defiende Damián, uno de los miembros más mayores del consejo. "Es un sentimiento de alegría. Aunque yo represente a los niños, la voz la tienen ellos. Hay que darles voz", reivindica Carlos Jiménez, que integra el consejo turolense desde 2016 y que es el menor del estatal. Cuando Ana Vicente recibió la llamada de su elección se puso "muy contenta y a la vez muy nerviosa".

Hasta el momento han participado en dos encuentros telemáticos, uno de ellos con Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, y para este mes ya preparan la próxima reunión. Del grupo general se crearán otras secciones. "En cada subgrupo trataremos un determinado tema y elaboraremos un trabajo. Después se presentará al consejo para someterlo a aprobación y se modificará lo pertinente", explica Damián. Dos adultos lo revisarán y, por último, lo presentarán a los políticos.

Carlos Jiménez y Damián Laguarta, miembros del Consejo Estatal de Participación de la Infancia.
Carlos Jiménez y Damián Laguarta, miembros del Consejo Estatal de Participación de la Infancia.
HA

Con la estrella fugaz casi sobre nuestras cabezas, les proponemos escribir una carta a sus Majestades de Oriente con sus inquietudes. "Os pido una reforma educativa que esté bien estructurada, con nuevas asignaturas basadas en valores y con una aplicación en la vida real, como primeros auxilios, educación emocional, sexual... Y, por la parte que me toca, que se tenga en cuenta a la gente con discapacidad auditiva", cuenta Laguarta. Incide en que es necesaria una "educación modernizada, a la altura de los tiempos y que se adapte a todas las personas". En su misiva también incluye más variedad de ocio para que el botellón no sea la principal opción de muchos, "así también se podrían beneficiar otros colectivos". Parece ser que Damián confía en haber sido bueno porque también pide mirar al futuro con ojos más ecologistas.

"Les pediría que todos tengan la infancia que deben tener: siendo felices y sintiéndose queridos por su entorno y por su sociedad"

Ana afila el lapicero y les pide una Nintendo Switch, esa que lleva un tiempo deseando, pero también "escucha y respeto" para los niños. "Les pediría que todos tengan la infancia que deben tener: siendo felices y sintiéndose queridos por su entorno y por su sociedad. Un niño de 6 años no es menos que un señor de 50", manifiesta. Carlos pone el acento en la pandemia y le pide a 2022 "una vida más normal", que se mejore la situación ante la covid y que las vacunas se traduzcan en menos infectados.

Más preocupaciones que aportarán

Aragón puede alardear de contar con representantes de las tres provincias –no todas comunidades lo pueden decir- y cada uno de ellos aporta un punto de vista fresco y distinto gracias a la variedad de perfiles. Como piezas de un puzle, diferentes pero que dibujan la sociedad.

"Me parecía que le podía sacar jugo el hecho de dar voz a los niños de la España vaciada"

"Me parecía que le podía sacar jugo el hecho de dar voz a los niños de la España vaciada", considera Carlos. "Uno de los problemas de los niños en el medio rural es en ocasiones la falta de escuelas, que hace que tenga que concentrarse en un mismo pueblo la escuela para todos los niños de la zona -recuerda Ana, exalumna del colegio de Alpartir-. Otro es la continua rotación de los profesores en estos centros y la mala cobertura". La joven también se preocupa por la lucha contra el cambio climático.

A todas esas preocupaciones se suman las de los menores con discapacidad. Damián lo ejemplifica con aquellos que padecen problemas de audición, una discapacidad más invisible que otras. "Los niños utilizan FM, unos aparatos que consisten en un micrófono que se conecta por bluetooth y que son muy escasos. Si se estropean, los alumnos pierden clase e, incluso, alguna reparación la han tenido que pagar las familias", alerta el oscense. También pide subtítulos en proyecciones o que los niños con problemas auditivos se sienten en los primeros sitios de la clase para que puedan atender mejor.

Carlos, Ana y Damián son tres ejemplos de que los niños y jóvenes aragoneses podrán miran al horizonte con sus pequeños ojos llenos de inocencia y espontaneidad, pero que ya luchan con rasmia por un futuro mejor, ese que están contruyendo desde los cimientos.

Un cambio en la percepción que se tiene de la infancia

La participación infantil y juvenil es desde hace casi dos décadas una línea de actuación para Unicef a través de la iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia. En enero de 2017 surgió la idea de crear un consejo estatal, dentro de la Comisión de Derechos de infancia y adolescencia del Congreso de los Diputados -organizada también por la Plataforma de Infancia-. Un propósito que desde finales del año pasado es una realidad.

La creación de este ente, con 34 niños y jóvenes, se valora como "un gran paso para demostrar que niñas y niños son sujeto de derechos", asegura Unicef en su página web, que celebran este "hito". Es una vía para demostrar que los menores tienen visiones propias y alternativas para resolver los desafíos a los que se enfrentan, además de que están preparados para actuar. Son "activos de transformación social", por lo que se pretende cambiar la forma con la que se mira a la infancia y juventud. La meta es que con este consejo se "cree un entorno político, social y cultural donde se fomente la ciudadanía y donde los adultos y los niños y niñas puedan, a través del diálogo, tomar decisiones de forma conjunta para el bien común".

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