hostelería

Las cenas navideñas vuelven con fuerza: "La gente quiere sentir que ha dejado atrás la pandemia"

Algunos bares y restaurantes empiezan a completar sus salones para los días claves de diciembre y enero, e incluso anticipan reservas para celebraciones de empresas para noviembre.

David Sariñena, propietario del restaurante Mazmorra by Macera de Zaragoza.
David Sariñena, propietario del restaurante Mazmorra by Macera de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Hay ganas de salir. Se vio en la semana del Pilar, se confirmó en el puente de Todos los Santos/Halloween… y se intuye para Navidad. Cuando aún falta más de mes y medio, los bares y restaurantes están recibiendo un constante goteo de reservas que hace que algunos salones empiecen a llenarse para las fechas clave. Tras un año de ausencia para casi todos, en las próximas fiestas -y si nada cambia- no van a faltar las celebraciones de empresa, de amigos y de familiares, tanto dentro como fuera de casa.

La mejoría de la situación epidemiológica -al menos hasta ahora-, el alto porcentaje de población vacunada y el fin de las restricciones en el interior de los establecimientos hacen prever una buena campaña navideña para el sector de la hostelería. A esos ingredientes aún les falta el toque clave: el ansia que hay por volver a brindar en grupo. “La gente está con ganas, muchas ganas. Se nota en las barras, porque hay quienes están tomando algo y de repente se animan a hacer reservas para Navidad”, comenta José María Marteles, presidente de Cafés y Bares en Zaragoza.

A pie de negocio también se tiene esa sensación. David Sariñena, dueño del restaurante Mazmorra by Macera, detecta que los clientes “tienen ganas de salir, de relacionarse, de celebrar y de sentir que ha dejado atrás la pandemia”. “La gente lo que quiere es volver a la cotidianidad de antes de la crisis sanitaria”, insiste. Esa actitud se nota en que antes las llamadas se hacían “para la misma semana o para la siguiente”, pero ahora “llegan muchas reservas a semanas vista”.

Noviembre, un mes tradicionalmente malo por estar entre el Pilar y la Navidad, pinta bien este 2021. Sariñena, por ejemplo, tiene su local del Actur lleno para los días 21 y 27 de ese mes, fundamentalmente por “celebraciones atrasadas” como comuniones o -por ejemplo- el cumpleaños de un hombre de 90 años. Pero también porque las cenas de empresa de Navidad se adelantan algo, como cuenta Kike Júlvez, socio fundador del Grupo Tándem. “Nos ha sorprendido que muchos están anticipando estas cenas con respecto a las fechas típicas, que serían los dos fines de semana previos a la Navidad”, cuenta.

Júlvez está detectando en sus restaurantes (La Bocca, Marengo, Nativo y Nómada) “mucho movimiento” de cara a Navidad, que incluso les ha pillado “a contrapié” tras tantos meses de dudas, problemas y restricciones. “Ahora se ha puesto a llamar todo el mundo de golpe”, señala. Además, se confiesa “sorprendido” porque en ocasiones son “grupos grandes”, de los que ya parecía que no se iban a volver a ver.

José Luis Sanz, vocal de Cafés y Bares y propietario del Boticario, dice que ya hace semanas que se nota que “se sale más”. “Cuando se liberaron las barras la gente lo cogió con ganas. Podía pensarse que iba a haber miedo, pero se está entrando bastante a los locales, y eso es una buena señal de cara a los restaurantes y las cenas y comidas navideñas”, añade. Coincide con sus colegas en que “lo que busca la gente es algo de normalidad, hacer todo lo que no se pudo hacer el año pasado”.

Las reservas llegan para los fines de semana previos a la Navidad -cenas de empresa y de amigos-, pero también para los días clave de esas fiestas, como Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes.

Algunos hosteleros hablan de que se está volviendo “al nivel de 2019” e incluso por encima. El gran revulsivo ha sido el final de las restricciones en el interior de los establecimientos. Superadas las ‘no fiestas’ del Pilar con apenas un leve repunte en los contagios, el Gobierno de Aragón levantó el pasado 23 de octubre las limitaciones que tenía la hostelería. Con el nivel 1 modulado, se han recuperado las barras, las pistas de baile y los horarios y aforos que correspondían a cada establecimiento antes de la pandemia.

Una situación que, salvo que se produzca un vuelco en la situación epidemiológica en las próximas semanas, se mantendrá durante la Navidad, lo que permitirá recuperar las cenas, comidas y reuniones familiares. Hay que tener en cuenta que en la Navidad de 2020 hubo hasta restricciones a la movilidad entre las provincias y para salir de Aragón, salvo para las reunificaciones familiares. También había toque de queda nocturno, aforos del 30% en el interior de los bares y restaurantes y máximo de seis personas por mesa. Incluso las reuniones sociales estaban limitadas a ese número máximo, ampliable a diez durante los días más importantes de la Navidad. Este año, si la situación epidemiológica sigue así, todo podrá volver a ser más parecido a las Navidades que recordamos.

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