Policía y Guardia Civil reforzarán este puente la vigilancia en el medio rural para evitar botellones y reuniones ilegales con motivo de las ‘no fiestas’. Por estas fechas, decenas de localidades de la Comunidad tendrían que estar celebrando sus días grandes.

Pese a que las fiestas siguen prohibidas en todo Aragón al menos hasta finales de septiembre, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado redoblarán estos días la vigilancia para evitar incumplimientos que puedan provocar nuevos repuntes de casos.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer que este fin de semana no solo se mantendrá la presencia habitual en los municipios de Aragón, sino que habrá unidades especializadas "preparadas para actuar en caso necesario". El operativo prestará especial atención al cumplimiento del toque de queda en Huesca, Jaca, Barbastro y Monzón. También vigilará que los negocios de hostelería y ocio nocturno cierren a su hora en el resto de localidades y que en los municipios que otros años habrían estado en fiestas no se produzcan aglomeraciones ni reuniones de más de diez personas, prohibidas por la normativa autonómica.

Aunque las reuniones en peñas siguen estando prohibidas, muchos alcaldes no ocultan su temor a que la situación se descontrole en los domicilios particulares, donde la capacidad de actuación es mucho más limitada.

La mayoría han optado por reducir la programación a la mínima expresión y conservar únicamente actividades culturales o los actos más tradicionales, como el nombramiento de las reinas, la entrega de pañuelos o las misas. Sin embargo, la mala experiencia del verano pasado, y lo ocurrido en Zaragoza con las ‘no fiestas’ del Pilar, obliga a extremar la alerta, ya que Aragón sigue inmersa en la sexta ola.

Más controles en Calamocha

Ayer, Calamocha reunió a su Junta Local de Seguridad para coordinar junto a las fuerzas del orden el operativo de estos próximos días, una reunión a la que asistió el subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, y en la que se analizó la situación actual y se llamó a la responsabilidad "para evitar incidentes".

La localidad, cuya zona básica de salud suma 548 casos por cada 100.000 habitantes a siete días, tendría que celebrar este fin de semana sus fiestas en honor de San Roque. No obstante, se ha optado por evitar cualquier acto multitudinario que pueda contravenir la normativa covid. Para evitar incumplimientos habrá refuerzos policiales; un "círculo de seguridad" con controles de alcoholemia y drogas, una mayor presencia de los agentes en las calles y vigilancia en las peñas para evitar botellones, según informaron desde la Delegación del Gobierno.