zaragoza

"He oído gritos, pero como estamos acostumbrados... Luego he visto el humo"

El incendio en el patio de un edificio ocupado ilegalmente en la calle Pignatelli ha obligado a desalojar a los vecinos, incluida una familia con niños, hasta que han terminado las labores de los bomberos.

El humo ha despertado a algunos vecinos de la calle Pignatelli del Casco Histórico de  Zaragoza este sábado a las 7.00. Varios objetos se han quemado en el interior del patio del número 67 de la calle, por lo que los Bomberos han tenido que desalojar por el balcón a una familia con niños pequeños, al no poder salir por la escalera, hasta que se ha podido volver a entrar. No ha habido heridos ni daños visibles en el edificio, en el que hay varios pisos ocupados ilegalmente. La Policía Nacional investiga las causas del incendio y el Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado que hará una inspección con criterios de salubridad, salud pública y seguridad y elevará sus conclusiones a Fiscalía.

"Estábamos durmiendo. Estamos todos bien, gracias a Dios", ha contado una de las vecinas del inmueble, que decía que llevaba poco tiempo viviendo allí, tras el suceso. "Ha tenido que ser provocado. Nosotros no hemos sido porque estamos viviendo y hay criaturas dentro", ha añadido otro. "No tenemos trabajo. Ojalá tuviera trabajo y estaría en otro sitio", ha explicado sobre su situación y ha asegurado que "el edificio lo limpiamos, sacamos la basura". El patio, con un gran portón de madera, permanece abierto todo el día, y a partir de ahora han dicho que van a cerrarlo.

Problemas "un día sin otro"

Algunos vecinos de otros edificios de la calle salieron a primera hora al ver el humo, aunque la mayoría permaneció en un sus casas. A lo largo de la calle sigue habiendo varios inmuebles ocupados ilegalmente, algunos por personas que conviven pacíficamente, mientras en otros como el del siniestro se han registrado varios sucesos, según han relatado varios vecinos. El último fue en noviembre del año pasado, cuando cuatro hombres se atrincheraron en el tejado y lanzaron tejas y todo tipo de objetos a la calzada. Durante el juicio pidieron perdón y atribuyeron su comportamiento a los efectos de las drogas. "Hay problemas un día sin otro", ha reconocido una vecina de un edificio cercano. Esta mañana contaba que "he oído gritos, pero como estamos acostumbrados tampoco he pensado que fuera nada, pero luego he visto el humo". 

Junto a otro vecino ha coincidido en que las cámaras de seguridad que se instalaron en la vía no han servido para terminar con los problemas de seguridad. Una de ellas se encuentra muy cerca del edificio que ha sufrido este último incendio. En la fachada se pueden ver más de media docena de enganches ilegales de luz.

"He salido por la ventana para ventilar y olía a quemado", cuenta Óscar Villanueva, vecino de la zona, sobre lo ocurrido esta mañana. Los residentes están cansados de los problemas que genera la ocupación de inmuebles, desatendidos por sus propietarios, en algunos casos fondos de inversión. Pocos quieren hablar dando su nombre. "Hay gente de bien. Yo no voy en contra de la gente que no tiene casa, sino de la delincuencia", ha asegurado Óscar, que es miembro de la Plataforma de Afectados del Gancho y Pignatelli, una de las que piden que se regularice la situación de los inmuebles de la zona y que se mejoren las condiciones de habitabilidad y seguridad.

Alerta de que con las filtraciones de agua que se dan en algunos bloques, como en el caso del siniestrado, "al final se va a caer un edificio y luego el de al lado. Va a pasar como en Zamoray". En dicha calle, cercana a Conde Aranda, el año pasado se hundió el suelo de un inmueble y se tuvieron que acabar derribando dos porque amenazaban ruina.

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