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Los okupas del tejado de Pignatelli piden perdón y atribuyen los graves disturbios a las drogas

La Fiscalía y las defensas no han conseguido llegar a un acuerdo para evitar el juicio y los tres investigados se enfrentan a penas que suman 24 años de prisión.

Los tres acusados, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Los tres acusados, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Toni Galán

La Fiscalía y los abogados de los tres okupas que se encaramaron a la cubierta del número 67 de la calle Pignatelli para lanzar decenas de tejas y todo tipo de objetos a la calzada intentaron llegar este miércoles a un acuerdo para evitar un juicio en el que se enfrentaban a penas que suman 24 años de cárcel. Sin embargo, los magrebíes se negaron a reconocer la retahíla de delitos por los que se les acusa y el pacto resultó imposible.

Los tres encausados –Mohamed M., Khald N. e Ilyass M.– acudieron a la Audiencia Provincial engrilletados y escoltados por la Policía Nacional, ya que se encuentran en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos, en la mañana del 29 de noviembre de 2020. El Ministerio Público considera que el detonante de los graves desórdenes públicos –que obligaron a desalojar tres inmuebles y cortar varias calles durante casi tres horas– fue el apuñalamiento previo de un vecino que salió en defensa de su cuñada.

La joven reconoció ayer que consume drogas y había quedado con Mohamed M., Khald N. para que le dieran «una cosa». Pero parece que la negociación se torció y los encausados terminaron usando un cuchillo y un cúter para agredir al cuñado.

Tras el ataque, los dos investigados se refugiaron en la segunda planta del número 67, donde viven desde hace varios meses como okupas, aunque ellos lo niegan. «Cuando nos vieron llegar, se asomaron al balcón y empezaron a escupirnos.Después, nos tiraron de todo», explicó ayer uno de los primeros agentes que acudieron a la zona. Los delincuentes terminaron encaramados en el tejado, lo que obligó a actuar a los antidisturbios y a los    Grupos Operativos Especiales (Goes).

«Estábamos borrachos y habíamos tomado drogas. Tiramos piedras desde el tejado, pero a la calle, no a la Policía», declaró uno de los acusados. «No sabíamos lo que hacíamos, pido perdón», se excusó después otro.

Por su parte, los integrantes del operativo policial reconocieron que se vivieron momentos complicados.«Uno de ellos –por Ilyass M.– salió de repente de un piso con un destornillador y si no llega    a ser por el escudo me lo hubiera clavado en el pecho», indicó un funcionario. «No había tantas piedras en mi vida», aseguró otro.

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