Trabajo de "locura" en algunos talleres tras el desconfinamiento perimetral

Desde la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Zaragoza insisten en no bajar la alerta del estado de los vehículos porque puede ser detonante de accidentes.

Un taller
Imagen de recurso de un taller.
Pixabay

"Locura". Con esa palabra define José Antonio Mora, portavoz y secretario de la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Zaragoza (Atarvez) la actividad en su taller de la capital aragonesa. "Se ha abierto la veda y se nota", reconoce este mecánico. Tras el anuncio del levantamiento de la restricción que permitía salir de la ciudad a partir de este viernes se ha percibido más actividad en este tipo de establecimientos. "Mírame el coche que me voy a dar vuelta por la casa del pueblo", reproduce Mora que le dicen sus clientes.

Controlar los niveles de los vehículos o comprobar las ruedas han sido los principales servicios que ha descrito Mora. No obstante, este profesional zaragozano reconoce que en esta etapa no se han apreciado tantas consultas como tras el confinamiento de los meses de marzo y abril. "En situaciones como esta que acabamos de vivir, aunque no se salga de la ciudad, se puede usar para ir a comprar, para que así no esté parado en el garaje tanto tiempo", aconseja el portavoz de la asociación.  

Hasta ahora, las limitaciones de movilidad a las que estaban sometidas algunas localidades de Aragón era sinónimo de menos tráfico por las calles y carreteras, solo los viajes que estaban sujetos a actividades esenciales. También se tradujo en más plazas de garaje ocupadas permanentemente. Nada de escapadas de fin de semana ni viajes largos desde la ciudad de Zaragoza. Ese descenso de la circulación conllevó un efecto: los vehículos han pasado menos por los talleres de reparación en los últimos meses.

Víctor Lobaco, a las puertas de su taller de Zaragoza.
Víctor Lobaco, a las puertas de su taller de Zaragoza.
P. L.

"Habré trabajado un 30% menos en relación al año pasado", apuntaba la pasada semana Víctor Lobaco, propietario del taller que lleva su nombre. Ahora, a pesar del desconfinamiento, no ha acusado un incremento del trabajo, aunque no descarta que a partir del lunes aumenten las peticiones. A pesar del descenso de estas semanas pasadas, agradecía ese 70% que le permitido mantenerse: "No nos podemos quejar si nos comparamos con otros sectores". "Afortunadamente, somos esenciales", coincidía José Antonio Mora. 

En los talleres, el número de peticiones oscila en relación a las restricciones que se plantean. "Cuando saltaron los rumores de que se iba a levantar el confinamiento, empezaron a venir. Sin embargo, las citas se cancelaron cuando no fue así", recuerda Lobaco desde su taller del barrio de La Almozara"Irregular" califica Mora la demanda desde que se confinó Zaragoza.

"No está la alegría y el trabajo de antes"

Hasta la apertura de los lindes de la ciudad, los principales trabajos eran labores de mantenimiento -aunque también se resintieron- y averías. Cambios de baterías, neumáticos desgastados, golpes poco importantes "o mucho" -apostillaba José Antonio Mora- han engrosado la lista de los últimos meses. En cualquier caso, "no estaba la alegría y el trabajo de antes", manifestó el portavoz del colectivo. Otra causa a la que los mecánicos achacan el descenso de sus servicios es a los retrasos de la ITV.

Además, este profesional explica que se retrasan las visitas a los talleres. "El otro día me costó una discusión con una clienta porque vino con unos neumáticos a los que se le veían hasta los alambres y ya era peligroso", expone Mora. Desde la Atarvez insisten en la seguridad e inciden en que es necesario cambiar aquellos elementos que puedan ser desencadenantes de un accidente, por la seguridad propia y del resto de conductores. "Me dicen que les revise los niveles porque se van al pueblo y llevan las ruedas fatal", lamenta Mora.

"Ahora piden el presupuesto previamente"

Otro aspecto que han percibido en los talleres es que ha cambiado la actitud de los clientes: en la actualidad se demandan más presupuestos. "Antes lo dejaban y decían que de todo, sin embargo, ahora no, ahora piden el presupuesto previamente", determinan los propietarios de estos talleres.

Una situación de difícil reparación

"Al principio, en el mes de marzo, dijeron que eran 15 días… ¡qué 15 días más largos! El colchón de muchos años de esfuerzo nos lo hemos comido", dice Mora. En la retina de estos profesionales está la pérdida de campañas de trabajo importantes, como la Semana Santa del año pasado, tampoco recibieron clientes para los puentes del 23 de abril o del 1 de mayo. A todo ello, se le sumó la Navidad. "En esas fechas el 80% de los viajes son a la nieve, trayectos para los que la gente pone a punto sus vehículos, y este año nada", indica Mora. Además, según el portavoz de Atarvez, febrero no es un buen mes para hacer caja de por sí: "Yo digo que es el mes de las tarjetas, porque el banco pasa las compras de Navidad que no te acordabas de ellas".

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