El semáforo covid, el conjunto de indicadores de riesgo que mide la evolución de la pandemia en cada Comunidad, da ya un respiro a Aragón en la ocupación de camas de planta y tasa de positividad –el número de pruebas que confirman casos de covid sobre el total que se practican– tras las semanas críticas vividas en octubre y noviembre. La Comunidad mantiene un riesgo extremo en cuanto a ucis e incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a siete y 14 días. No obstante, se acerca cada vez más a los valores que le permitirían dejar atrás el nivel 3 de alerta agravado e instalarse en un nivel 3 a secas que haría desaparecer el cierre de la actividad no esencial a las 20.00 y facilitaría la reapertura de gimnasios con limitaciones y del interior de cafés, bares y restaurantes al 25%.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, correspondientes al pasado viernes, once comunidades y la ciudad autónoma de Melilla siguen en riesgo extremo. Solo Andalucía, Baleares, Cantabria, Ceuta y Murcia están algo mejor (riesgo alto), mientras que Galicia se sitúa en un nivel medio y las Canarias, en uno bajo.

Aragón mantiene tres de los cinco indicadores de referencia (incidencia acumulada a siete días, a 14, tasa de positividad, porcentaje de camas de planta y camas uci) en riesgo extremo. No obstante, esto podría cambiar en cuestión de días, ya que la incidencia acumulada sigue bajando semana tras semana a consecuencia de las fuertes restricciones implantadas por los gobiernos de España y de Aragón.

A finales de octubre, momento en que se alcanzaron hasta 1.345 contagios diarios, la Comunidad superó los 1.120 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días y los 580 a siete, cifras que se han desplomado a una tercera parte.

En estos momentos, el primer indicador se sitúa en los 302,66, un valor muy próximo a los 250 que le permitirían cambiar de nivel. Lo mismo ocurre con el de siete días: está en 147,12 y si cae por debajo de los 125, el riesgo pasará de extremo a alto. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, y el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, aseguraron en una de sus últimas comparecencias públicas que Aragón bajaría el nivel de alerta en el momento en que varios de estos indicadores cayesen a un nivel medio o alto. Estos días se mira con especial la atención la evolución de las ucis, un factor clave de cara a decidir si se flexibilizan o no las restricciones.

La ocupación de las camas de intensivos por pacientes de coronavirus ha caído en torno a un 12% respecto al 18 de noviembre, día en que alcanzaron los peores registros de esta tercera ola con 122 ingresos. Actualmente están alrededor del 39%, un valor que sigue siendo "preocupante", según reconoció la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, en el último pleno de las Cortes.

Para empezar a plantear una flexibilización de aforos y horarios, el dato tendría que situarse en torno al 35% o el 30%, según ha reiterado estas últimas semanas Repollés. Los criterios del Ministerio son incluso más estrictos, ya que no se plantea el cambio de riesgo extremo a riesgo alto hasta bajar del 25%. Tanto es así que una decena de comunidades siguen estando en el peor de los niveles, con La Rioja (46,6%) y Aragón en la parte alta de la tabla.

Los contagios que puedan producirse en este puente de la Constitución –que provoca "pánico" al Gobierno de Aragón, según admitió el presidente autonómico, Javier Lambán, por lo que pueda ocurrir–, serán determinantes para ver si la tendencia continúa a la baja o repunta. El temor es que vuelva a repetirse lo sucedido tras el puente y las ‘no fiestas’ del Pilar, momento en que se alcanzó el mayor pico de contagios de toda la pandemia y se dispararon las muertes hasta las 191 en siete días, un bache del que la Comunidad todavía no se ha recuperado.

Los datos de esta próxima semana permitirán analizar, además, el efecto que ha tenido el levantamiento del confinamiento perimetral de las tres capitales.