aragón es extraordinario

Motorland desde la pista, a mil pulsaciones

El circuito de velocidad de Alcañiz cumplió 10 años en 2019 y su trazado es un reto singular para los especialistas, obligados a hilar fino en cada curva.

Santiago Abad, director gerente de Motorland
Santiago Abad, director gerente de Motorland, en la recta de meta del circuito bajoaragonés.
Laura Uranga

Brilla el sol de invierno en Alcañiz. Santiago Abad, director gerente de Motorland desde hace dos años y medio, está a los mandos de un turismo que, por un rato, se convierte en un prudentísimo coche de fórmula para recorrer el trazado de velocidad de la impresionante instalación bajoaragonesa. Este zaragozano he seguido el campeonato del mundo de Moto GP durante años por trabajo, ha visto muchísimos circuitos y no se deja llevar por la emoción a la hora de valorar el suyo. “Motorland es uno de los mejores trazados del mundo. El de Austin en Texas es espectacular, y el de Shanghai gigantesco, pero Motorland reúne un gran número de alicientes: curvas muy rápidas y muy lentas, frenadas en subida y bajada, desnivel que obliga al juego de potencias, escapatorias enormes con asfalto antes de grava y protecciones para que funcionen con coches y motos… la recta de atrás obliga a tener buena máquina si quieres ganar, pero las manos de un piloto también hacen mucho. En una curva ciega de izquierdas con un cambio de rasante llegas a 250, hay que saber cuándo frenar; los buenos lo hacen en un palmo”.

Santiago analiza cada curva y las mejores maneras de negociar todas las dificultades que entrañan. “No faltan las emociones. Poco antes de meta, por ejemplo, tenemos una curva a izquierdas que se cierra, se abre y se vuelve a cerrar; elegir el mejor modo de tomarla puede determinar la suerte de una carrera. El circuito exige desde la salida; la curva de final de recta suele convertirse en un embudo importante tras la salida, porque es bastante cerrada, y si te cierras mucho puedes tocar demasiado el piano –borde rugoso de la calzada– al abrir, si te abres mucho se te cuelan por el interior. Se busca mucho el límite de la pista: coger el primer piano de pleno te penaliza en tiempo, y si llegas al segundo, la situación se hace más crítica”.

Santiago sigue comentando con serenidad lo que normalmente sucede a velocidad de vértigo. “La curva 3 es muy rápida; si tiras muy pronto la moto la velocidad te saca fuera, hay que aguantar mucho antes de entrar para no salirse. Luego vienes muy abierto a la curva 4, que tiene una frenada compleja: obliga a tocar el piano. De la 4 a la 5 no se suele abrir gas, y hacia la 6 hay que tocar piano otra vez: mira las marcas. La diferencia de altitud entre la curva 16, la más baja, y el punto más alto hay 80 metros; eso provoca que haya curvas en subida y bajada, y mientras en las primeras juega más la potencia, en las segundas prima la habilidad para hacerlas con la menor pérdida de velocidad. Se trata de encontrar el equilibrio entre velocidad y trazada”.

El campeonísimo Marc Márquez vio cómo se bautizaba con su nombre a la curva 10 del circuito. “Es su preferida –dice Santiago con orgullo indisimulado– y, de hecho, ya ha dicho en más de una ocasión que Motorland es ‘su’ circuito. Es el piloto más exitoso aquí con diferencia.

Antes de la recta de atrás, con casi dos kilómetros de aceleración máxima, se pasa junto al muro, todo un símbolo del circuito. También son un orgullo los 36 boxes, el gran ‘paddock’, un asfalto con agarre muy estable que adoran las marcas para los tests... una instalación ejemplar que diversifica su actividad todo el año, aunque la fiesta grande siga llegando con Moto GP, este año, en octubre.

Luis Aperte hizo podio en la primera carrera del Guadalope

El zaragozano Luis Aperte pilotó motocicletas y coches desde muy joven. El 11 de septiembre de 1965 participó en la primera carrera oficial en el Gran Premio de Alcañiz, disputado en el circuito urbano de Guadalope. “Nuestra carrera era solamente de pilotos aragoneses, el trofeo de Nuestra Señora del Pueyo, que organizaba Motoclub de Aragón y la Peña Motorista Circuito Guadalope. Salimos 18 coches, recuerdo que fue a las cuatro y media de la tarde, al estilo Le Mans: los coches a la derecha, los pilotos a la izquierda y a correr para salir antes que nadie. El orden iba según los tiempos del entrenamiento”.

Luis tuvo un percance que le impidió rematar la faena. “Tras la salida iba séptimo, y poco a poco fui ganando posiciones hasta ponerme segundo. No forcé para pasar al primero porque prefería estudiarlo, pero me quedé sin frenos; acabé como pude, apurando con el de mano. Llevaba un Alpine 1300 fantástico, pero no pude ganar al Nardi 1000 GT, un coche con base de 600 preparado hasta casi los 1000 cc, se hacían en Zaragoza con un barcelonés, Juncosa, y lo pilotó en Alcañiz Pelayo Martínez, ya fallecido. También estaban Valero Echegoyen, Juan Manuel Hidalgo, Manuel Torra… unos cuantos”.

Luis recuerda que la carrera fue un éxito de público. “Me inscribí como ‘El Santo’ para no asustar a nadie en casa; tras un accidente de moto que tuve en La Muela y las peripecias en tres vueltas a Aragón, tenía que ir con cuidado. Fue curioso ver como al pasar por la terraza del convento de las Anas –ríe– las monjitas me aplaudían mucho, por mi apodo. Nunca olvidaré aquella primera carrera, ni al querido Joaquín Repollés, alma de todo aquello. Sembramos entre todos la semilla de la afición, y mira dónde se ha llegado ahora con un fruto tan magnífico como Motorland”.

Alcañiz y el motor mantienen una estrecha relación desde hace seis décadas.
EN VÍDEO | Alcañiz y el motor mantienen una estrecha relación desde hace seis décadas.
Laura Uranga

El mundial de turismos, con Mikel Azcona, llega este julio a Alcañiz

Motorland es hijo de las carreras de coches en el circuito urbano de Guadalope en Alcañiz, y tiene en este 2020 que acaba de empezar un nuevo aliciente competitivo con el debut en la plaza del WTCR, siglas en inglés del Campeonato Mundial de Turismos. La prueba será entre el 3 y el 5 de julio. El año pasado, el ganador de la competición fue el húngaro Norbert Michelisz, con el argentino Guerrieri en segundo lugar. El piloto de Arrigorriaga Mikel Azcona (Cupra) es la baza española, después de una temporada como debutante en 2019 en la que ganó una carrera (en el circuito luso de Vila Real) e hizo podio en otras 4, para acabar sexto en la general. A sus 23 años, quiere subir un par de peldaños de golpe. Santiago Abad lo tiene claro. “Es el futuro de esta competición, y encima corre con un equipo español. Mikel ha crecido en categorías inferiores en nuestro circuito”.

El circuito Motorland y Alcañiz

MotorLand se constituye como empresa pública en 2001 (motorlandaragon.com). En el consejo de administración participan el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Teruel y el Ayuntamiento de Alcañiz. El proyecto echó a andar en 2006 con karting y ‘offroad’. En 2009 llegó la inauguración del circuito de velocidad, que tiene una cuerda de 5.345 metros. Hay 17 curvas, 10 de izquierdas y 7 de derechas; se traza a izquierdas y lo diseñó el alemán Hermann Tilke.

Otras instalaciones en el complejo. Hay circuitos de autocross, supermotard, motocross y extrema de enduro, además del TechnoPark MotorLand, espacio de I+D+i.

Localización. Acceso desde la N-232 por la TE-V-7033, a 10 kilómetros de Alcañiz.

Reportaje de la serie 'Aragón es extraordinario'.

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