El abogado del conductor que mató a dos ciclistas en Botorrita cree que no debe volver a prisión

Pide una pena de tres meses por la alcoholemia, tiempo que ya pasó en prisión preventiva. Afirma que el atestado de la Guardia Civil no es riguroso, lo que a su juicio impide responsabilizar al conductor de la muerte de los ciclistas.

El conductor que causó el doble atropello mortal de Botorrita, en la sala de vistas de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, justo antes de comenzar el juicio.
El conductor que causó el doble atropello mortal de Botorrita, en la sala de vistas de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, justo antes de comenzar el juicio.
José Miguel Marco

El juicio por el atropello mortal de dos ciclistas en Botorrita quedó este martes visto para sentencia, después de que el acusado, Leoncio M. P., de 62 años, aprovechara su derecho a la última palabra para trasladar sus condolencias a las familias de los fallecidos –Enrique Comín y Alberto Martínez, de 61 y 68 años, respectivamente– sin llegar a pronunciar la palabra perdón. Fue precisamente esa frialdad y falta de arrepentimiento lo que llevó a la Fiscalía y los abogados de las familias de las víctimas a oponerse a la atenuante de reparación del daño y a solicitar penas de entre cuatro y seis años de prisión, además de la retirada del permiso de conducir e indemnizaciones que rondan los 600.000 euros.

A diferencia del ministerio público y las acusaciones particulares –a cargo de los letrados Virginia Laguna, Ignacio Íñiguez y Mariano Montesinos–, la defensa entiende que el encausado no debería volver a entrar en prisión por lo sucedido aquella aciaga mañana del domingo 21 de agosto de 2016. ¿Por qué? Porque a su juicio tan solo hay pruebas para atribuirle un delito de alcoholemia por arrojar una tasa de 0,66 mg/l de aire espirado tras el siniestro. Y pese a rebasar el límite penal (0,60 mg/l), su abogado entiende que ni siquiera estaría acreditado que esta ingesta de cervezas –seis o siete, reconoció haber tomado el propio encausado– influyera en el atropello. No opinan lo mismo los forenses, que consideran que había bebido el equivalente a medio litro de coñac y era "una bomba".

Por la alcoholemia positiva, el abogado de Leoncio M. P. pide que se le imponga la pena mínima: 3 meses de cárcel. Y como este es precisamente el tiempo que el encausado pasó en prisión preventiva tras el trágico suceso, su defensa considera que no debe volver a pisar el centro penitenciario de Zuera.

La defensa sustentó su alegato final en la supuesta "falta de rigor técnico" del atestado que elaboró la Guardia Civil de Tráfico. Y lo hizo apoyándose en las conclusiones del informe que encargó a un ingeniero industrial, que aseguró este martes en el juicio que los agentes no recogieron todos los datos que hubieran sido necesarios para determinar con precisión cómo se produjo el siniestro y si el Opel Vectra del encausado llegó a invadir o no el arcén por el que circulaban los ciclistas. Pero lo cierto es que este perito tampoco pudo explicar qué fue lo que realmente sucedió: "No me contrataron para eso", señaló.

Según el letrado del conductor, con la información recopilada, "nada se puede descartar, ni siquiera el hecho de que uno de los ciclistas introdujera su neumático en un surco del arcén y se desviara hacia el interior de la calzada". Por ello, este insiste en que no hay prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia y declarar a su cliente responsable de las dos muertes.

"Tuvo oportunidad de evitarlo"

Todo lo contrario opinan la Fiscalía y las acusaciones particulares, quienes aprovecharon sus informes para defender la profesionalidad y preparación de los agentes de la Benemérita que investigaron el accidente de Botorrita. "Ellos fueron los que estuvieron allí desde el primer momento; ellos fueron los que vieron en qué lamentables condiciones se encontraba el acusado; y ellos fueron los que hablaron con los forenses y los testigos", recordó la representante del ministerio público. Según esta, no hay duda de que Leoncio M. R. "no se percató de la presencia de los ciclistas y no hizo ninguna maniobra para intentar evitar el atropello". La fiscal comparte la teoría del instructor del atestado y cree que el turismo invadió el arcén y arrolló a las víctimas."La huella de arrastre del neumático de una de las bicicletas así lo demuestra", dijo.

Los abogados de las familias de las víctimas insistieron en que estas circulaban de forma "correctísima" y recordaron que sus muertes se habrían evitado si el acusado se hubiera detenido después de sufrir el primer accidente media hora antes en la carretera de Huesca (A-23). "Tuvo muchas oportunidades, muchos avisos...Pero decidió continuar conduciendo y su grave imprudencia le costó la vida a estas dos personas", concluyeron.

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