El autor del atropello mortal de dos ciclistas en Botorrita condujo ebrio más de 50 km

La Guardia Civill halla grabaciones y testigos de su temeraria conducta antes incluso del accidente. La juez no apreció alarma social en su auto de puesta en libertad pero estudiará las nuevas pruebas.

Varios ciclistas circulaban el pasado domingo por la N-330 poco después del atropello mortal.
Varios ciclistas circulaban el pasado domingo por la N-330 poco después del atropello mortal.
Toni Galán

El destino quiso que fuera en Botorrita donde el coche que conducía ebrio L. M. P. arrollara el pasado domingo a dos ciclistas zaragozanos, causándoles la muerte en el acto. Sin embargo, el trágico desenlace podría haberse producido incluso antes, puesto que el vecino de La Muela llevaba ya más de 50 kilómetros al volante circulando, presuntamente, bajo la influencia del alcohol. Según ha podido saber HERALDO, la titular del Juzgado de Instrucción número 6, Natividad Rapún, tiene ya sobre la mesa una ampliación de diligencias con grabaciones y testigos que evidenciarían esta temeraria conducta. Pruebas que ahora tendrá que valorar de cara a decidir si mantiene al autor del doble atropello mortal en libertad o lo envía a Zuera.


Según fuentes próximas a la investigación, L. M. P, de 62 años, se vio involucrado en otro accidente ocurrido en Zuera poco antes del trágico suceso de Botorrita. Al parecer, la Guardia Civil de Tráfico ha contactado con varios testigos de ese primer percance y aseguran que el causante circulaba en un turismo de "similares características" al del autor del doble atropello. Aunque en este siniestro no hubo víctimas sino tan solo daños materiales, parece que el vecino de La Muela no se detuvo y continuó la marcha por la N-330.


Al examinar después el Opel Vectra que conducía el autor del atropello de Botorrita, los agentes se dieron cuenta de que presentaba raspaduras de un percance previo. En un primer momento, al no saber de lo ocurrido en Zuera, no las relacionaron con dicho accidente.Sin embargo, parece que las comprobaciones posteriores les han permitido hacerlo. En el intervalo de tiempo comprendido entre los siniestros de Zuera y Botorrita, la centralita del servicio de emergencias del 112 recibió también varias llamadas de personas que se cruzaron en la N-330 con el conductor ebrio y dieron cuenta de su peligrosa forma de circular.


La gravedad de los hechos –que han costado la vida a Enrique Javier Comín Guillén y Alberto Martínez Fernández, de 61 y 68 años, respectivamente– llevaron al fiscal a pedir prisión preventiva para el conductor. Y lo hizo porque, basándose en el informe preliminar de la Guardia Civil, entendió que había base probatoria para imputar al detenido al menos dos homicidios imprudentes y un delito de conducción etílica. De hecho, el hombre triplicó en una primera medición la tasa permitida (0,25 mg/l) y arrojó 0,66 mg/l en la segunda.

La juez espera el informe técnico


Sin embargo, tras escuchar durante más de una hora al detenido, la magistrada optó por dejarlo libre. A la hora de justificar su decisión, esta recuerda en su auto que es una persona con arraigo y no hay riesgo de fuga. La instructora valora también el reconocimiento de los hechos del conductor, así como su arrepentimiento. Lo que no tiene en cuenta es la posible alarma social. La juez dijo el domingo que necesitaba conocer las conclusiones del informe técnico –con cálculos de velocidad, etc.– para valorar mejor la responsabilidad del autor del atropello. Pero estos complejos informes tardan hasta dos meses en redactarse.

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