Pueblos de cuento en Aragón que parecen postales de navideñas
Esta época del año aumenta, todavía más, la belleza de rincones ya de por sí preciosos en nuestra comunidad. Estos son cuatro paraísos invernales aragoneses para perderte en la naturaleza.
Diciembre y enero son dos meses que hacen que algunos lugares brillen todavía más. Esta época del año tiene un encanto especial, y es que en muchos rincones de Aragón se convierten en auténticas postales de Navidad dignas de fotografía y, por supuesto, de visita. Este invierno no puedes perderte estos cuatro pueblos de Huesca y Teruel que parecen sacados de cuento. Aunque hay que abrigarse bien si te acercas a conocerlos, porque algunos de ellos por estas fechas alcanzan temperaturas que te dejarán helado, y no solo por el frío, sino también por la espectacularidad de sus paisajes.
El entorno mágico de Sopeira
Situado en el valle del río Noguera Ribagorzana, enclavado en la franja oriental de la Comarca de La Ribagorza y lindando con tierras leridanas, se esconde un precioso municipio que tiene mucho que ofrecer. Sopeira destaca por las viviendas típicas de esta zona pirenaica y su amplia oferta patrimonial. Cuenta con un puente románico de origen medieval que cruza el río, y su construcción se estima en el siglo IX, y servía como enlace entre el castillo de Sopeira y el monasterio de Santa María y San Pedro de Alaón, una joya del románico altoaragonés.
Sopeira está rodeada de un entorno mágico, donde destacan los desfiladeros de Escales y su presa. El embarcadero se encuentra sobre sus aguas cristalinas y también es una zona de recreo con pista polideportiva. Se trata de un entorno de belleza inigualable y es que nos permite dar un relajante paseo que bordea el pantano para contemplar el paisaje desde sus miradores.
Lanuza, un escenario digno de película de Disney
Situado en el corazón del Valle de Tena, en los Pirineos, justo donde se embalsan las aguas del río Gállego, este precioso pueblo de piedra y pizarra sería el lugar perfecto para Elsa, la princesa de Frozen. Esta pequeña localidad de tan solo 43 habitantes es conocida por haber sido cuna de nueve justicias de Aragón, entre ellos Juan V de Lanuza. Entre los atractivos de Lanuza destacan el Embarcadero Suscalar, donde se pueden practicar deportes al aire libre; la cascada natural de O Saldo de Escarrilla, el tren turístico del Valle de Tena o la Estación de Panticosa, rodeada de algunas de las cumbres más altas de los Pirineos.
Lanuza cuenta con un gran número de atractivos en sus alrededores: las iglesias del Serrablo, la Estación Internacional de Canfranc, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, la villa de Biescas, o el encantador pueblo de Sallent de Gállego, a cuyo término municipal pertenece Lanuza. Y acoge Pirineos Sur, el prestigioso Festival Internacional de las Culturas.
La preciosa postal invernal de Gistaín
Este pequeño pueblo de Huesca de 129 habitantes es la localidad más alta del valle de Chistau y ofrece unas vistas majestuosas del Pirineo. Su casco urbano se sitúa sobre una balconada espectacular, está situado en la margen derecha del río Cinqueta y es conocido como el pueblo de las tres torres. Una de ellas es la de la iglesia parroquial de San Vicente Mártir, levantada entre los siglos XVI y XVII, y las otras dos pertenecen a Casa Tardán, una casa fuerte del siglo XVI, y la ermita de San Fabián del siglo XVIII, al norte del pueblo.
Gistaín es, además, punto de partida perfecto para realizar excursiones por esta bonita zona pirenaica, aptas para principiantes que nos descubren hermosos parajes del Parque Natural Posets Maladeta.
Saravillo, en el corazón del Pirineo
Es una pedanía muy especial del municipio de Plan. Saravillo es un pequeño pueblo de 88 habitantes en 2022 está rodeado de montañas calcáreas y espesos bosques, por lo que es ideal para hacer una escapada, descansar y relajarse. Ocupa una posición privilegiada en plena naturaleza, un entorno aislado que ofrece espectaculares paisajes.
Está situada en el Valle de Chistau, en la Comarca del Sobrarbe, en pleno corazón del Pirineo. Saravillo es una puerta de entrada al macizo de Cotiella, y desde el pueblo parten numerosas excursiones a lugares como la Basa de la Mora o Ibón de Plan, considerado como uno de los ibones más bonitos del Pirineo. Y, además, está enclavado entre las faldas del Mobisón (2.593 metros) y Punta Lierga (2.267 metros), en la margen izquierda del río Zinqueta.
