El pueblo de Aragón entre los 20 más bellos de España para visitar este 2023, según National Geographic
La localidad turolense figura destacada en una lista que se extiende hasta los 100 pueblos.
Que Albarracín es un sitio de cuento es algo que ya se sabe en Aragón; basta con una imagen para darse cuenta de eso, y en la primera visita es normal enamorarse al momento de sus calles, su entorno, el atractivo patrimonial y el espíritu que ha ido moldeando el pueblo a lo largo de los años. Consciente de su belleza, a Albarracín no le importa que otros la admiren: al revés. Y si la alabanza llega de un medio tan prestigioso como National Geographic, aún mejor. La revista la ha seleccionado entre los 100 pueblos más bonitos de España, y la cita como visita altamente recomendada a lo largo de este 2023.
Los 20 pueblos más bellos de España seleccionados por National Geographic’
No solo está Albarracín entre esas 100, donde también hay otras ocho localidades aragonesas; la publicación la mete en su selecto top 20. El resto de esos 20 lugares de ensueño en el mundo rural (aunque en algunas haya bastante población) incluye a Altea (Alicante), Bárcena Mayor (Cantabria), Bocairent (Valencia), Cadaqués (Girona), Cudillero (Asturias), Chinchón (Comunidad de Madrid), Elizondo (Navarra), Ezcaray (La Rioja), Frías (Burgos), Guadalupe (Cáceres), Guadix (Granada), Hondarribia (Guipúzcoa), Medinaceli (Soria), Mogarraz (Salamanca), Mondoñedo (Lugo), Moratalla (Murcia), Pollença (Mallorca), Teguise (Lanzarote) y Vejer de la Frontera (Cádiz).
Qué ver en Albarracín: de la muralla a la catedral del Salvador
Son las dos grandes banderas de Albarracín. La muralla recibe a los visitantes a la derecha si se llega desde Teruel, y constituye un interesante paseo si hay piernas fuertes y ganas de obtener unas fotografías maravillosas. La catedral del Salvador, que se ha beneficiado además de los trabajos de restauración de la Fundación Santa María, es una maravilla que incluye su famoso museo de tapices, uno de los más interesantes de España. La capilla del Pilar es otro punto del edificio que conviene no perderse. El templo corona además el casco urbano, una cuesta muy empinada que se suele recorrer en tramos de escalera de manera directa, con el mirador a medio camino, o entrando en rampa por la derecha para conectar con la parte alta.
La casa de la Julianeta es otro de los grandes alicientes de Albarracín; hace esquina en el recoveco de una calle en la parte alta, y verla desde un lateral es todo un espectáculo; se trata de una original muestra de arquitectura que parece desafiar las leyes físicas. Albarracín, que forma parte hace años del Club de los Pueblos Más Bonitos de España, ha ido puliendo además su oferta hotelera y gastronómica, con diversidad de cocina y máximo rendimiento de productos de la tierra como el jamón de Teruel, las setas y la carne de caza.
Albarracín también se ha convertido en los últimos años en un punto de reunión de convenciones, congresos y retiros artísticos. Alejada del mundanal ruido pero suficientemente cercana a Teruel capital (30 kilómetros), reúne todas las cualidades y servicios para llevar a la excelencia este tipo de actividades. El Congreso de Fotografía y Periodismo de Albarracín que organiza la Fundación Santa María cada otoño es, sin duda, un gran ejemplo de este valor añadido de la localidad.
