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Descubriendo algunos de los enclaves naturales más interesantes del Parque Cultural del Chopo Cabecero
Acompañando desde su nacimiento al río Alfambra, el GR-199 cruza toda la zona que discurre desde Gúdar hasta Galve, disfrutando de los paisajes rurales de Teruel.
El Parque Cultural del Chopo Cabecero comprende diversas rutas senderistas en torno a la zona de las Tierras Altas de Teruel, concretamente en el Alto Alfambra, un lugar que comprende hasta diez localidades (Ababuj, Aguilar del Alfambra, Allepuz, Camarillas, Cedrillas, Galve, Gúdar, Jorcas, Monteagudo del Castillo y El Pobo) de diferentes comarcas cuyo epicentro es el río que da nombre. Los centenarios pinares y chopos que pueblan las inmediaciones forman una dehesa fluvial que embellece todas las travesías, por lo que la ruta circular desde la localidad de 77 habitantes de Gúdar, en la comarca de Gúdar-Javalambre, no se iba a quedar atrás.
El recorrido, de 18,6 kilómetros, es extenso, siendo recomendable madrugar un poco para evitar que la noche de las tardes de invierno llegue demasiado deprisa. No obstante, el camino permite atajar en varios tramos para todos aquellos que busquen en el Parque Natural un paseo más efímero, tales como los seis kilómetros iniciales hasta la ermita de la Santa Quiteria que marca el inicio del sendero de Gran Recorrido (GR) 199. La dificultad es muy reducida en todo momento, con 416 metros de desnivel.
Gúdar, el tercer municipio más elevado de Teruel con 1.581 metros (sóolo superado por Valdelinares y Griegos) sirve de escenario inicial para emprender la marcha, la cual transita a través del sendero de Pequeño Recorrido (PR) TE-29 y que desembocará posteriormente en el GR-199 que conecta todo el Parque Natural.
Dejando atrás al mirador de la localidad y los primeros pinos silvestres del recorrido, la pista conduce hacia el valle de las Motorritas. Sitiando el nacimiento del río Alfambra, esta zona marca el kilómetro 0 del GR-199, un lugar donde se divisan varias antiguas masías a la par que la ermita de Santa Quiteria, a la cual se le brinda una romería anual cada 22 de mayo.
Una poderosa industria en la zona desde la Edad Media
Las masías de esta zona responden a la acuciante actividad económica -un tanto desconocida para el ciudadano de a pie- en varias localidades de Teruel, en especial la manufactura y comercio de la madera y la lana. Con respecto a la primera, la cantidad existente de chopos cabeceros -un tipo de álamo muy distintivo por su copa redondeada-, hizo de la poda y tala un trabajo asiduo en la zona para producir madera en los alrededores de las masías, mientras que desde el siglo XV se conservan escritos de transacciones textiles por toda la zona sur de Teruel, convirtiéndose en un bastión importante de la industria local. Sus orígenes se remontan a la trashumancia de múltiples cabezas de ganado que bajaban desde municipios como Gúdar o Allepuz hasta Onda o Vila-Real, ya en la actual Comunidad Valenciana.
El inicio de estas interacciones territoriales dio paso al intercambio y venta de cabezas de ganado lanar, manufacturación de madera y fabricación de alimentos que, en primera instancia, cimentaban la economía local, para posteriormente ampliar el nicho de mercado a ventas comerciales a mayor escala con urbes como las de Valencia y Castellón.
El auge textil en dichas poblaciones colindantes tuvo su cénit hasta el siglo XVIII, momento en el que la industria empezó a languidecer junto a los efectos de las guerras y el éxodo rural hasta prácticamente caer en el olvido turolense. No obstante, todavía sigue predominando en muchas zonas de la sierra de Gúdar la actividad forestal y ganadera en detrimento de la agrícola, mucho más asentada en la zona norte de la provincia.
Manantiales de los Caños de Gúdar y molinos de la cabecera alta
Tras pasar las antiguas masías, se circula por la pista contigua al cauce del Alfambra, siguiendo la señalización que marca hacia la población de Gúdar. Rápidamente los pinares y chopos comienzan a ser más frecuentes, entrando en un bosque que encapsula todo el ambiente. Algo muy llamativo de todo el recorrido es la cantidad de ganado, en especial vacuno, que yace en las laderas de las montañas cercanas al GR, por lo que hay que sortear varias verjas electrificadas, puestas para evitar que los animales se descarríen.
Durante otro cruce, se da la oportunidad de descender unos metros y divisar una de las joyas de toda la comarca de Gúdar-Javalambre: Las cascadas de los Caños de Gúdar, situadas entre las localidades de Alcalá de la Selva y Gúdar. En época de altas lluvias, el cauce del río Alfambra forma pequeñas pozas y cascadas, formando esta maravilla natural que es imprescindible para todo aquel que decida visitar la zona. El volumen de agua puede variar hasta prácticamente desaparecer en épocas calurosas, si bien el enclave puede ofrecer panorámicas espectaculares si justo coinciden lluvias.
Retomando el GR-199, pronto se llega a un cruce, que, de la misma forma que los kilómetros iniciales, permite acortar la ruta, siguiendo la flecha de dos kilómetros en dirección Gúdar que guía hasta el municipio. En el caso de continuar la ruta circular, se marcha dirección Allepuz. A la vera del río, se observan algunos de los edificios semiderruidos que en otro momento servían para ser lugares de trabajo, como el Molino Alto y el Molino Bajo.
Con unas cuatro horas a las espaldas, ya solo falta enfilar la cuesta que sube hacia Gúdar, en torno a la media hora de andada por las laderas de las montañas hasta subir los 1.581 metros del tercer municipio más elevado de Teruel.
Siempre que se termina una ruta en una localidad, es prácticamente inevitable dedicar unos minutos a correr calles y disfrutar de la arquitectura de la localidad. Lo más perceptible desde que se llega a Gúdar es sin duda la inmensa roca que parece gobernar la localidad, denominada La Peña, en cuyo alto reside La Ermita de la Magdalena, datada del siglo XII y cuya leyenda cuenta que hubo un castillo donde residía un importante caudillo árabe que dominaba toda la sierra. Por otro lado, en el centro del casco urbano se sitúa la Iglesia de Santa Bárbara, del siglo XVIII y de estilo neoclásico.
Tu foto del Parque Cultural del Chopo Cabecero, a concurso
La difusión y desarrollo del Parque Cultural del Chopo Cabecero sigue su curso, de la misma forma que lo hace uno de sus baluartes, el río Alfambra. Para potenciar la belleza de todos los parajes que circulan entre Gúdar y Galve, desde la asociación cultural territorial del parque lanzaron este año la primera edición del concurso remunerado de fotografía para obtener las mejores instantáneas de algún enclave de la zona, desde una estupenda panorámica a través del mirador de Gúdar hasta el nacimiento del río Mijares en Cedrillas.
El concurso, abierto hasta inicios de noviembre, también propone una selección de las mejores imágenes para organizar una exposición itinerante durante todo el 2022 por los diversos municipios que comprenden el parque, atrayendo nuevos visitantes tanto aragoneses como de fuera de la comunidad a esta zona tan especial -y elevada- de Teruel.
