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Lanuza, un destino idílico más allá de Pirineos Sur

Pese a que la cancelación del festival ha sido un duro golpe, la localidad y su entorno ofrecen alternativas de turismo de naturaleza muy demandadas este año.

El escenario de Pirineos Sur flota sobre el agua, con el auditorio natural a sus pies
El escenario de Pirineos Sur flota sobre el agua, con el auditorio natural a sus pies
Javier Blasco/HA

Si bien es cierto que la cancelación del festival Pirineos Sur este año ha supuesto un duro golpe para Lanuza y su entorno, la zona, en pleno Valle de Tena, ofrece otras posibilidades de turismo de naturaleza muy demandas este verano.

El aire libre, los espacios abiertos y las actividades de turismo activo son, este año, los requisitos más demandados para fines de semana y vacaciones. Con muchas fronteras internacionales todavía cerradas y la posible aglomeración de los destinos de playa, la montaña está en el número uno de las preferencias como destino vacacional.

La localidad de Lanuza, situada en la comarca del Alto Gállego y perteneciente al municipio de Sallent de Gállego, es uno de estos destinos donde el turista, llegado no solo desde Aragón, sino desde otras partes de España, puede combinar visitas culturales y a pueblos con actividades deportivas al aire libre, como las acuáticas que se ofrecen en el embalse, o las rutas senderistas.

El resurgimiento de un pueblo

Todo apuntaba a que Lanuza quedaría completamente inundada cuando, en 1975, fue desalojado para construir el embalse del mismo nombre. Pero, contra todo pronóstico, no todas las casas se perdieron. Desaparecieron las más bajas pero el resto no se inundaron. Así, los alrededor de 200 vecinos que tuvieron que abandonar sus hogares para poder llevar a cabo las obras del pantano lucharon años después para que el pueblo se rehabilitara y poder regresar y repoblarlo.

Actualmente, Lanuza, en pleno corazón del Valle de Tena, recibe turistas todo el año, seducidos por las calles de este pueblo pirenaico de piedra y pizarra. Sus casas apiñadas alrededor de la iglesia de El Salvador se escalonan en la ladera de la montaña. Con el embalse ya construido, las viviendas que no desaparecieron se rehabilitaron y hoy lucen a semejanza de las antiguas. Destacan la fuente y los bancales, también recuperados, y la citada iglesia, construida en el siglo XIX sobre un templo románico que había sido destruido anteriormente. Sus fachadas son de piedra y es de estructura clásica.

El verano es la época más concurrida del año en Lanuza ya que la visita a la localidad y otras de alrededor, como Sallent, Biescas, Hoz de Jaca o Panticosa, se puede combinar con actividades en el embalse.

Además, desde el año 1994, Lanuza tiene otro aliciente, el festival Pirineos Sur, que mueve a miles de personas hasta las orillas del río Gállego desde entonces. Su escenario principal está instalado sobre el agua del embalse, con el auditorio natural a sus pies. Además de conciertos, este Festival Internacional de las Culturas ofrece actividades para todos los públicos, como mercados, circo, pasacalles o talleres infantiles, haciendo de ésta una alternativa de ocio para familias.

La edición de este año, que debería haberse producido durante este mes de julio, ha sido cancelada por el coronavirus, posponiendo los eventos para 2021.

En el embalse se pueden practicar actividades acuáticas
En el embalse se pueden practicar actividades acuáticas
TURISMO ARAGÓN

Actividades acuáticas en el Embarcadero Suscalar

Carmen e Íñigo regentan desde hace 22 años el Embarcadero Suscalar, el único en 200 kilómetros a la redonda. Por eso y por situarse en un entorno privilegiado, a orillas del embalse de Lanuza, en plena naturaleza, este verano no les falta clientela. “Es el año que mejor estamos trabajando”, asegura Carmen, quien achaca el éxito de sus instalaciones al crecimiento de la demanda de actividades al aire libre.

Así, lejos de haber sufrido las consecuencias de la cancelación del festival Pirineos Sur, en Suscalar lo único que han notado es un ligero cambio del tipo de cliente. “Viene gente de todo tipo, pero más parejas jóvenes y familias con niños”, explica. Sí han constatado la ausencia de extranjeros, como belgas y franceses, clientes habituales del embarcadero. Pese a ello, las reservas para los fines de semana en el restaurante, el único servicio que se tiene que contratar con antelación, están llenas y, entre semana, la demanda va en aumento.

En las instalaciones se pueden practicar actividades acuáticas, como piragua individual y doble, hidropedal o paddle surf. En estos casos, no se pueden realizar reservas sino que el material se va prestando conforme se llega. Aunque no hay una práctica más popular que otra, cada una es más adecuada para un tipo de cliente, como los hidropedales para las familias o las piraguas para la gente joven y las parejas sin hijos.

Desde el pasado 1 de junio, el embarcadero vuelve a estar en marcha todos los días, de 10 a 19.00 horas. El servicio que se ofrece es solo de alquiler de material, no de clases, y las tarifas van desde los 14 euros la hora de la piragua individual hasta los 40 euros del barco a vela para tres personas.

Lanuza recibe visitantes durante todo el año
Lanuza recibe visitantes durante todo el año
TURISMO ARAGÓN

Senderismo desde Lanuza

Para quienes prefieran la tierra firme antes que el agua, en el entorno de Lanuza se pueden realizar rutas senderistas sencillas. Una de las más populares es la que une la presa del embalse con Sallent de Gállego, a apenas 3.5 kilómetros. Si se hace de ida y vuelta desde Sallent, el tiempo total, sin paradas, sería de unas dos horas a pie. En cualquier caso, se puede aprovechar para pasar el día en el pantano y regresar por la tarde, cuando el sol afloje y la caminata sea más llevadera.

La ruta transcurre por un camino natural que bordea el embalse por la orilla derecha del río Gállego, desde Sallent. Durante el paseo, se obtiene la estampa más típica de la zona, con el embalse en primer plano, Sallent y la peña Foratata al fondo. El camino transcurre por antiguas sendas en perfectas condiciones y señalizadas, entre abedules, hayas y quejigos.

Con algo más de dificultad, otra propuesta desde Lanuza es subir hasta el mirador de Sierra Plana, en la peña Rigualda. Se trata de una ruta en ascenso de unos seis kilómetros por el sendero PR-HU 195, que surge a la izquierda desde la carretera que une Sallent con Panticosa, en esta dirección. La ruta transcurre en un primer momento entre bosque de pino negro y abedul, con varios zig zag para ir salvando la pendiente y ascendiendo hacia el mirador, que se sitúa a más de 1700 metros.

Tras pasar por el barranco de Rutaviesas, por donde cae una pequeña cascada de agua, el bosque desaparece y la ruta continúa marcada con mojones amarillos y blancos. En este último tramo se podrán tomar varias alternativas de camino, según las condiciones y la vegetación, para alcanzar la Sierra Plana y su mirador. La subida habrá merecido la pena al contemplar, una vez arriba, cómo el río Gállego se abre en Lanuza, en el corazón del Valle de Tena.

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